Mentiras

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Sus piernas temblaban mientras sentía la boca contraria indagar en la suya, su lengua se abría paso entre sus labios y su voluntad iba cayendo. Esto no podía estar pasando, su cuerpo no reaccionaba, caía lentamente a los encantos de aquel joven alpha; tal y como pasó aquella vez.

El mayor puso una mano sobre su cintura y lo atrajo hacia a él, logrando que ambos cuerpos quedaran muy juntos; el rubio por su parte apenas podía razonar, el calor del momento había nublado su juicio y no era capaz de oponerse a nada. Sentía sus impulsos primitivos despertar, su etapa de celo aparecía de imprevisto, una vez más. ¿Por qué? ¿Qué tenía aquél alpha para despertar esos impulsos en él? Le gustaba su calor, su olor, su cercanía; todo en él era embriagante, atrayente, seductor. No lo entendía.

Yuuri  continuaba con aquél acto, mientras poco a poco lo iba recostando sobre el suelo. En este punto era casi imposible evitar que ocurriera todo nuevamente; era como si aquél cuerpo fuese justamente lo que había anhelado por tanto tiempo, como una persona sedienta que encuentra un hermoso manantial donde calmar su sed; tenerlo cerca lo hipnotizaba.

El aire comenzaba a faltar entre ellos, pero el calor del momento podía más que sus instintos de supervivencia, por lo que no se detuvieron a respirar una vez que sus bocas quedaron separadas, al contrario, el japonés degustaba cada centímetro de su piel, besando cada parte de esta; hambriento, inquieto, desesperado; mientras el menor gemía por instinto a cada acto provocado, comenzaba a sentir que la ropa empezaba a estorbar, el calor se estaba haciendo insoportable.

— Tu aroma, está más dulce…— escuchó decir de pronto a Yuuri, eso fue suficiente para matar el momento.

— ¿Qué quieres decir?— lo empujó de golpe, quitándoselo de encima al tiempo que se sentaba. Ambos fueron conscientes en ese momento de lo que estuvieron a punto de hacer, de repetir, los avergonzaba un poco, pero no había tiempo para pensar mucho en ello.

—Sentí que tu aroma es muy dulce—. Respondió a su pregunta, tratando de calmar la inquietud del otro; sabía de la preocupación que plantó en él al mencionar aquello en pleno acto, la verdad, fue casi en un impulso. No recordaba mucho de su encuentro anterior, no estaba seguro de si en verdad olía distinto.

—No, mencionaste la palabra “más”, dijiste que olía más dulce. ¿Eso es verdad? porque si es así, es muy probable de que esté esperando un cachorro tuyo— el rubio habló nuevamente, sonando asustado, mientras Yuuri lo miraba; su rostro reflejaba preocupación, pero también estaba sonrojado, era entendible; ahora mismo el olor que desprendía ese omega era irresistible para él, realmente no podía pensar mucho en la situación, pues se encontraba muy excitado para eso; en verdad era una tortura tener que resistirse a los impulsos de su cuerpo por continuar lo que estaban haciendo y podía notar que para Yuri no era diferente.

— ¿Por qué no esperamos?— respondió el moreno luego de un momento, atrayendo la atención del contrario —Nada es seguro ahora mismo, incluso si te dijera que si hueles distinto no sería algo cien por ciento fiable, sólo una prueba clínica puede decirnos la verdad, pero es muy pronto para hacerla, lo mejor es esperar así que esperemos, ¿sí?— continuó mientras bajaba la mirada, esperando que el otro lo entendiera, la verdad, necesitaba salir de ese cuarto pronto o terminaría por perder el poco juicio que le quedaba.

El rubio analizó por un momento; era verdad, de nada servía buscar una respuesta apresurada si esta no era confiable, la duda lo dejaría como en un principio, sin saber nada en realidad porque nada sería seguro.

—Supongo que no hay opción— dijo al fin, suspirando pesadamente y tratando de calmarse; realmente esta situación era pesada, su preocupación estaba siendo aminorada por los instintos de su cuerpo; anhelaba a aquél alpha, quería tenerlo dentro suyo y era desastroso sentir eso, se sentía como un animal —, creo que es mejor que te vayas—. Pidió tratando de no perder el juicio otra vez.

El amor no tiene forma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora