3. Cartas de clichè

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Carta 2

Hola, amor. 

     Hoy pasé un lindo día contigo; prácticamente paso todos mis días a tu lado pero el de hoy, en especial, me encantó. No sabes lo mucho que me gusta abrazarte, besarte y saber que eres mío.

     Hay veces en las que mi inseguridad me traiciona y siento que no soy suficiente para ti, ya sea por una razón u otra. Te has convertido en alguien tan importante, en tan poco tiempo, que ya existe un miedo muy grande dentro de mí de perderte; si eso pasara no podría ser la misma, no después de ti

     Me provocas una serie de pensamientos inexplicables, cosas que no puedo entender ni descifrar. Eres un tesoro que vino muy grande para mí, un regalo muy caro que no se usa por temor a dañarlo. Juro que, desde ahora, tendré mi confianza y mi fe en ti más fuerte que nunca antes. 

     Comprende que lo mío siempre ha sido la disputa y que el hablar contigo (sea de cosas buenas como de cosas no tanto agradables) me resulta valiosísimo. Venero y guardo en mi memoria cada una de nuestras tertulias, y quiero que entiendas que siempre te contaré cuando me sienta mal. Espero siempre guardes un oído para mí como hoy.

     Gracias por ser como eres, gracias por no darte por vencido en esto tan bonito que tenemos, pero en especial, gracias por elegirme a mí, "la simple chica de servicio social", para construir esta relación. 

     No te decepcionaré.  

  —G.  


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