Mi alarma me saca de un sueño contigo. La apago y cierro los ojos cinco minutos más. Abro WhatsApp y te mando los buenos días. Checo otras redes y me paro finalmente. Si tengo ganas me maquillo sino solo me lavo la cara. La mayoría de las veces no quiero maquillarme si no te veo. Me lavo los dientes del aliento a melancolía con el que despierto. Me pongo lo primero que encuentro y me arreglo el cabello lo más decente que puedo. Engullo mi desayuno en una carrera y corro al coche para que mamá me lleve. Quiero dormitar en el camino para no extrañarte viendo la calle. Llego a la escuela y me despido de mamá. Te aviso. Si todo sale bien me responderás pronto, sino pasarán tres clases más. Saludo a mis amigas. Checamos la tarea. Platico con Axel si lo veo en el pasillo. La mayoría de las veces son sobre ti. Me limpio la tristeza y sigo con mi día. Las clases pasan una tras otra. Cuando por fin no estoy pensando en ti, contestas. Te deseo un buen día y me guardo el love ya que sé que no contestarás. Mis horas de 50 minutos nunca se sintieron tan eternas. Si tengo hora libre procuro quedarme con mis amigas, así salgamos por comida o vayamos a la biblioteca no pensaré en ti. Se acerca el medio día y solo te he contestado con emojis. Me pregunto qué estarás haciendo. Adelanto tarea. Hablo de ti con quien pregunte sobre la persona abrazándome en mi fondo de pantalla. Cuento los días para vernos. Las 2:30 ya son y quiero llamarte. Termino solo mandándote un mensaje. Mi carrera técnica se lleva toda la energía que me queda. Sigo sin dejar de pensar en ti. Se acaba y me voy a casa. Plática de pecero con Pico. Se va y me deja sola con mis pensamientos. Es mi hora de enojarme conmigo y contigo por no darte cuenta de lo mucho que te quiero. Contengo las lágrimas. Saco mis llaves y entro al edificio. La casa huele a recuerdos. Trato de mantener la calma y arreglo mis cosas. Entro al baño y te aviso que ya llegué. Tu respuesta sea cual sea va a ponerme mal. El agua por fin empapa mis mejillas. Grito en intervalos silenciosos y me hago bolita. Te extraño tanto. Veo algo que me recuerde a ti. Me tranquilizo. Limpio mi desastre y me digo que sí se puede. Trato de hacer tarea. Espero tus mensajes aunque solo sean cuatro caracteres. Mamá llega. Hace la cena. Vemos un capítulo en Netflix. Internamente sé que lo hago para no recordar el hecho de que seguimos en un tiempo. Me dices que ya llegaste y que hasta mañana. Cierro los ojos para no recordar todo lo que estamos pasando. Me cambio para dormir y me despido de mamá. Ya acostada veo tu última conexión. Reflexiono. Antes de caer ante el sueño me repito que el logro del día fue haber logrado uno más. Un día más sin ti.
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El rincón de la biblioteca
De TodoDe textos simples hasta relatos desgarradores, de corazones rotos a sonrisas deslumbrantes. Una recopilación de mis cuentos e historias cortas, los cuales nunca supe a donde pertenecían por lo que los he colocado aquí: en este rinconcito vacío de l...