VI. LA MIERDA QUE DAS ES LA MIERDA QUE RECIBES

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Estamos en una guerra, no es sobre el bien y el mal, es sobre el orden del mundo y su caos.

-Kaira- dijo Dhalia a mi lado.

-¿Qué? Perdón, ¿qué dijiste?- pregunte distraída volteando a verla.

-¿Qué si querrías venir con los chicos y yo a ver una película después de clases?- sonrió tomando su bolso.

-Lo siento, no puedo- dije torciendo la boca.

-¿Por qué?

-Debo trabajar.

-Podrías faltar una vez- sonrió traviesa.

-No lo creo, porque ese trabajo es el que paga el televisor y también mi parte de la renta, por lo que no dejare de ir- sonreí tomando el elástico de mi pulsera y tirándolo para que sonara.

-Está bien, te veré luego-suspiro, en cuanto toco la campana salió por la puerta.

Yo debía ir a hablar con Aren para cancelar nuestra "cita" de la noche. Porque parece que a todo el mundo le gusta hacer planes un día de semana y a Güerda le gusta cambiarme el turno cuando quiere.

Tome mi mochila y comencé a caminar directamente hasta su curso, si, porque el desgraciado de Abrah era un par de años mayor a mí. Me apoye en la puerta del salon y coloque mis auriculares, estuve esperandolo por quince minutos, ya no quedaba casi nadie en la universidad, pero yo no lo había visto salír ni a él ni a ninguno de sus amigos los imbéciles. Me asome un poco en la puerta y los vi reunidos al final, en una roda, silbando y aplaudiendo como simios. Me tragué mi odio y entré a preguntarle a Ken, el mejor amigo de Aren.

Me acerque al rubio y le toque un hombro para que volteara, al instante de verme su sonrisa cambio a una mueca de disgusto, claramente me odiaba, había abierto mi boca para hablarle cuando por la ranurita de mis ojos vi algo que quizás era mejor no ver.

-¿Aren?- dije molesta.

Mi "novio" estaba sentado en su banco y tenía en su regazo a Lex, no hay que ser idiotas para deducir que en efecto se estaban besando. Y la imbecil de Freya buscandolo por toda la escuela y sintiendose mal por no poder ir a su cita.

Aren se giró rapidamente a verme, tenía sus labios hinchados y rojos. Lex me miraba feliz, rebozante de alegría, odio la alegría.

-Kaira déjame explicarte...- se movió de la silla.

Me reí con ironía- Mejor ahorratelo, venía a cancelar nuestra cita porque tengo que trabajar, pero ya encontré mi suplente. Suerte chicos- dije caminando hacia la salida saludando a todos.

Di media vuelta, sintiendome la más grande estúpida del universo y salí del salon.
Fui directamente al estacionamiento, mientras buscaba mi celular para llamrle a Dhalia de que tenia cosas que hacer y no iba a llegar a la casa. Sentí las manos de Aren tomarme por detrás y tirarme hacia él.

-Tengo que hablar contigo...- dijo algo triste.

-En serio, no tienes nada que decir.

-Insisto- asintió.

Me aleje dando grandes pasos para apartarme de su lado, me siguió por detrás a pasos lentos. Podía sentir su pena, la pena que quizás sentía por mí.

-¿Vas a hablar?- dije impaciente.

-Necesito pensar las palabras para decirte.

-Y así poder ponerte como el bueno que le sucede todo lo malo. Ya lo hice...-reí cruzandome de brazos.

-No, es que... ¡Agh! Kaira, te amo- soltó de repente, como si me golpease,me noqueó.
-¿Y qué?
-Ellos me obligaron- chillo- Yo...estaba haciendo mis ejercicios cuando Lex llegó y me besó. Estoy seguro que es su plan para que nosotros terminemos.

UDØDE.            [Impuros]《COMPLETA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora