VII. ADIÓS

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-Daemon, tenemos que ir al bar- dije mirándole.

-¿Cuál bar?

-En el que trabajamos, tengo el turno de la noche- conteste rodando los ojos.

-Oh, de acuerdo-suspiró.

No cruzamos palabra alguna y en los treinta minutos de viaje que tuvimos no fueron necesarias las palabras, yo lo ignoraba y él no dejaba de mirarme.

Llegamos a la entrada del bar, seguro Nilsa recién abría porque habian solo dos autos, abrí la puerta del auto y baje dando la espalda al estacionamiento, sacando mi bolso, un viento helado corrió por mi espalda causandome un escalofrío. Enseguida Daemon me colocó su chaqueta sobre los hombros.

-Gracias- sonreí soltando un suspiro.

-Sabes que siempre te cuido, aunque no quieras- dijo mirando a su izquierda.

-¿Ahora estas de novia con él? Lex tenía razón sobre tí-oí la voz de Aren detrás de nosotros.

-Espera Abrah, estas haciendote un cuento- elevé una ceja con desden.

-¿Qué no haga un cuento? ¿Qué puedo llegar a pensar si te vas con un tipo en su auto, no me respondes los mensajes y luego llegas con su chaqueta y sonriéndole mientras te abraza como solo yo puedo abrazarte?- dijo molesto caminando hasta mí.

-No tienes que reclamarme una mierda cuando te encuentro besándote con Lex. ¿No te quedó claro que me das lastima-dije acercándome empujandolo.

-Tu- señalo a Daemon- Todo esto es tu culpa, tú te metiste con mi novia- grito ignorando lo que le había dicho y tratando de abalanzarse sobre él.

-En todo caso sería tu culpa, por no saber cómo hacerla feliz, idiota- dijo Daemon con las manos en sus bolsillos sonriendo de lado.

Lo miré intentando de alguna forma matarlo por la terrible estupidez que acababa de decir.

- ¡Me estuviste engañando con este!

-Aren hazme el favor y ¡Cállate!- grite mirándolo.

-Tienes razón...- dijo mirandome fijamente- ¿Esta fue tu venganza por besar a Lex?- Aren me miró.

-No te interesa.

-Eres una puta- exclamo empujandome contra el auto.

-No le vas a hablar así- se interpuso Daemon.

-¿Ahora la vas a defender tú? ¡Perfecto! Por mi quédatela, esta puta ya está demasiado usada para mi gusto- dijo Aren volviéndose hasta su moto.

Se subió sobre ésta y la encendió, quedandose en su lugar, estatico, dandonos la espalda. Me coloqué la chaqueta de Daemonium bien y froté mi cabello despeinandolo. Cerré los ojos por unos momentos y al abrirlos vi a Aren cubierto de sangre, oí las espadas chocar dr fondo y la nieve otra vez cubierta del color carmesí. Golpee la pared de un puñetazo intentando despertar y rompí un poco su estructura.

Justo en ese momento Aren se giró a verme al igual que Daemon, se acercó hasta mi intentando parecer arrepentido.

-No puedo enojarme contigo...- murmuro junto a mí intentando verme los ojos.

-Vete- dije apretando los dientes.

- ¿Estas molesta por lo que te dije?

-¿Tú qué mierda crees?- comencé a perder el control y por su bien él tenía que irse.

-Amor, perdóname...- intento tocarme pero le quite el brazo de un empujon.

Alce la mirada mirándolo a los ojos, le había lastimado el brazo y tenía un pequeño tajo sangrando.

UDØDE.            [Impuros]《COMPLETA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora