UDØDE. [Impuros]《COMPLETA》

XXII. CAMBIOS

Ya había amanecido, abrí los ojos y vi el brazo derecho de Aren rodeando mi cintura desnuda. Me senté colocandome mi ropa y él despertó sonriendome.
-Que bueno que aceptaras quedarte conmigo Freya, abandonaremos todo y escaparemos...-me reí interrumpiendolo.
-Aren salir de ésto no es facil y yo no he aceptado nada-estiré la mano- ven que te curaré esa lastimadura y me marcho, la tormenta ya paró y deben estar buscandome.
-Pero...
-No Aren, basta, cometiste un gran error al acceder formar parte del clan de la Rosa-junte mis manos sobre su herida y cerré los ojos.
Una luz blanca se desprendió de ellas y al apagarse ya no había ni rastro de nada, me pare sacudiendo mi pantalón al mismo tiempo que él.
-Adios Abrah-sonreí besando cortamente sus labios.
Volví casi corriendo a nuestra guarida, cerrè con mucha cautela la puerta de entrada y me giré sobre mis talones encontrandome con Devendra y Cori apoyados en la barra de desayuno.
-Freya volviste-exclamó Daemonium corriendo a abrazarme.
-¿Dónde te habías metido?-dijo Coriannder.
-Ayer salí a buscarlos para entrenar y se largó la ventizca asi que me escondí en una cueva hasta que se pasara y me quedé dormida. Acabo de despertar y aquí estoy.
-Daemon quiso salir a buscarte ayer-dijo el hechicero- lo detuvimos a duras penas.
-Gracias por no dejarlo hacerlo-asentí caminando hasta la heladera para sacar comida.
-Freya, estuve muy preocupado por tí-Dae reapareció a mi lado.
-Pero no me pasó nada-sonreí acariciando su mejilla- Volvamos a entrenar con los chicos si?
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Me había metido a bañar, los demás preparaban algo para comer, salí y me cambié con mi pijama, volviendo a la cocina no escuché ningùn ruido lo cual me preocupó porque estas personas son muy ruidosas.
-¿Devendra?-exclamé por el pasillo- ¿Daemon?
Llegué a la cocina y lo vi allí parado, sonriendome como si no hubiese desaparecido por siglos para hacerme llorar.
-Fre-me dijo pasando su mano por su cabello.
No pude articular palabra alguna y simplemente lloré, él caminó hasta mí y me abrazó con fuerza.
-Fre no llores-murmuró contra mi cabello.
-Me parece que estás muy cerca de mi esposa, oxigenado-dijo Daemon detrás nuestro.
-Por favor Daemonium, si ella quisiera te hubiese abandonado hace tiempo-rió dandome un deja vú.
-No lo entiendo... Alexandre, estabas muerto-le dije separandome de él.
-En realidad fue todo un teatro que hicimos con Daemonium para que la orden de la daga nos dejara en paz de una buena vez-suspiró- el plan era que tú nunca lo supieras.
-¿Por qué te fuiste por tanto tiempo?-me sequé la cara- ¿Por qué volviste ahora y no me buscaste antes?
-Tenía que pasar un tiempo para que se olvidaran de mi rostro, asi que como tú me escondí-sonrió de lado.
-Estamos felices de tenerte con nosotros-dijo Daemon- Al menos ahora seremos dos guardianes y no sólo uno.
-De hecho, no todo es felicidad-rascó su nuca incómodo-Vine a advertirles, me han enviado los más grandes. Hela está trabajando con los Rakshasa para la batalla final. Les está entregando armaduras y los entrena, quiere derrocar a los Æsir, por lo que quiere matar a Loki para que los demas dioses piensen que fue Odín y Thor y creen una discordia entre ellos. Allí se desatará el caos.
-Pero antes... el Ragnarok-dije interrumpiendolo- Cada vez falta poco.
-Las estrellas se están uniendo, quizás un mes y todo comenzará-dijo Devendra- Si nosotros perdemos el Ragnarok seguirá la fase dos del caos en el mundo. La muerte de los Æsir .