Mi Compañero (KaiSoo)

Capítulo 23.Todo es posible.

Habían pasado unos meses, los padres de Jongin seguían sin querer saber nada de su hijo, no había esperanza, quiso pensar que tal vez con el tiempo como le dijo Kyungsoo cambiaran de parecer pero estaba claro que ya no querían saber nada de él, tenía que aceptarlo y seguir su vida, ahora era feliz como jamás pensaba que sería al conocer a Kyungsoo.

Durante los años pasados no había querido herir a sus padres pero en cambio el dolor lo sufría él en silencio, le dolía, le dolía mucho pero gracias a Kyungsoo aprendió a vivir sin la presencia de sus padres y era feliz con todo el cariño y amor que le daba, no se arrepentía de haber dado ese paso a pesar de lo sucedido, porque no podía ser un infeliz durante toda su vida, casado con una mujer y no conociendo lo que era el amor verdadero, cosa que había conocido junto a Kyungsoo, que era el hombre más increíble del mundo, cada día estaba más enamorado de él.

Dormirse y despertar al lado de Kyungsoo era una bendición, por la noche veía sus grandes ojos mirarlo con ternura y amor y por la mañana volvía despertar a su lado contemplando como volvía verlos, eso para él era vida.

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Jongin y Kyungsoo iban a jugar un partido de fútbol con unos compañeros de la comisaría contra otra comisaría para un partido benéfico para los niños desfavorecidos.

Se encontraban calentando cuando para la sorpresa de Jongin sus padres estaban asistiendo al encuentro, ya que ellos eran muy solidarios y apoyaban todo este tipo de actos.

-No mires hacia las gradas en la parte izquierda inferior - dijo Jongin.

-Quién están, que pasa - preguntó Kyungsoo tratando de disimular.

-Están mis padres.

-¿En serio?

-Sí.

-Eso es bueno, ¿no?

-Han venido a verte.

-¿Tú crees?, lo más probable es que hayan venido para apoyar este acto benéfico, ni siquiera me estaban mirando.

-¿Y si vamos después cuando termine el partido a saludarlos? no creo que te nieguen el saludo y más estando en público.

-No me han contestando a ningún mensaje ni llamadas durante todo el tiempo.

-Bueno, tranquilo estoy contigo, no quiero verte triste, voy a estar a tu lado como siempre, te quiero Jongin, te quiero más que a nada - repitió Kyungsoo varias veces mientras le daba pequeños besos en una de sus manos, al haber niños presentes y tampoco era de exhibirse ante la gente de esa forma, por eso no quiso darle un beso en los labios por respeto.

-Gracias mi amor, sin ti no hubiera podido seguir adelante, además que eres lo que necesito para seguir viviendo y ser feliz, te quiero.

-Y yo a ti, me haces muy feliz Jongin, mucho.

Los padres de Jongin pudieron contemplar la ternura de cómo trataba Kyungsoo a su hijo y viceversa, había amor entre ellos, ellos sabían que su hijo estaría allí, querían apoyarlo y hablar con él.

Se dieron cuenta que a pesar que la homosexualidad estaba en contra de sus convicciones cristianas, veían a su hijo feliz al lado de Kyungsoo, les costó mucho aceptarlo, tenían sentimientos encontrados, al principio se lo negaban una y otra vez, eso era contra natura pero al final no pudieron evitarlo a pesar de sus férreas convicciones, aceptaban a su hijo, porque jamás le habían visto sonreír tanto, porque sin que Jongin lo supiera le siguieron varios días a distancia sin ser vistos y ver cómo actuaban la pareja, pudieron comprobar que había mucho amor entre ellos cuando se miraban y trataban.

La primera vez que los siguieron fue porque se los encontraron de forma casual, se sorprendieron al ver el cariño en que se trataban entre ellos, no paraban de darse muestras de cariño cuando se creían que no eran vistos por nadie, se daban un beso o se acariciaban con cariño, eso les hizo pensar y reflexionar en su postura férrea.

Fue varias veces más que los siguieron sin ser vistos y continuar viendo lo feliz que se veía su hijo, después de mucho pensar, llegaron a la conclusión que era su único hijo, lo adoraban y tenían que aceptar tal y como era a pesar de sus pensamientos contrarios porque así era feliz, pensaron en que él durante años quiso complacerlos a pesar de que no era feliz, pensaron en su sufrimiento para no decepcionarlos y les hizo llorar por su hijo, él se merecía ser feliz aunque no estuvieran de acuerdo con su vida, tenían que respetarlo y apoyarlo, con eso perderían muchas amistades y estaban pensando que sería mejor mudarse y comenzar en un lugar fuera de las férreas pensamientos cristianos, era su único hijo, lo estaban pasando muy mal sin poder hablar con él, de verlo, ahora estaba feliz, siempre tenía una sonrisa en su boca y era gracias a su pareja.

Era todo tan extraño aceptar todo esto cuando siempre habían estado en contra pero lo habían pensado mucho y debían cambiar como lo habían hecho por la felicidad de su hijo, igual que él hizo todo estos años por ellos, no querían volver a verlo triste.

Al terminar el encuentro los padres de Jongin se acercaron a su hijo y Kyungsoo se mantuvo a distancia viendo que los rostros de sus padres no era de enojo sino de ternura cuando se iban acercando a Jongin, pudo ver como lo abrazaron, no hizo falta más palabras en ese momento para saber que lo aceptaban, Jongin estaba lleno de felicidad viendo que sus padres lo seguían queriendo tal y como era, enseguida invitó a Kyungsoo a que se uniera a esa felicidad, más tarde los cuatro se fueron a cenar a un restaurante para celebrar la reconciliación y la aceptación también a Kyungsoo en la familia como yerno.

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Espero  que os haya gustado este fic, al final los padres de Jongin comprendieron que la felicidad de su hijo está por encima de todo, mañana subiré el epílogo de esta historia.

 También mañana actualizaré un nuevo capitulo de la casualidad me llevó a ti y Mi profesor de baile.

Saludos.

P.D: Por cierto quedé loca de amor con Kyungsoo y su color de pelo.