- ¿No piensas abrir la boca eh? - Otra descarga eléctrica por parte del detective y el asesino italiano sólo gritaba de dolor. Detrás de la cámara de Gesell Rod miraba con cierta frustración cómo aquel individuo se resistía a revelar la ubicación de los captores de Iron Maiden.
Tras una media hora de descargas el detective entró frotándose las sienes.
- Evidentemente el sujeto no quiere hablar, pero tengo mis métodos. No se preocupe señor Smallwood sus chicos aparecerán tarde o temprano.
- Eso espero detective, recuerde que le pagamos una alta suma de dinero por localizarlos así que preferiría que aparecieran lo más pronto posible.
- Mis hombres están trabajando en las pistas que Bruce hizo favor de proporcionarnos. En cuanto haga hablar a este pedazo de basura podremos ir al acecho de la secuestradora y sus secuaces.
Bruce se encontraba aún en Argentina en casa de Micaela recuperándose. Él y Rod habían decidido que lo mejor era quedarse en Argentina pues las recomendaciones del médico fueron que Bruce tratara de hacer los menores esfuerzos al menos los primeros tres meses. Obviamente la casa estaba llena de agentes de seguridad que trataban de pasar desapercibidos no sólo por la seguridad de Dickinson, sino también por la de sus salvadores.
- Espero que te guste la cena Bruce.
- Muchas gracias. - Como nuestro vocalista debía guardar reposo se encontraba en su habitación en cama, aún tenía el pecho vendado y le dolía cada vez menos al hablar. Sus ganas de encontrar a Steve y ser felices eran más fuertes.
El teléfono sonó y la señora de la casa fue a atender. Regresó con Bruce un poco... Pasmada.
- Es para ti querido.
Bruce miró extrañado a Micaela, tomó el teléfono y contestó.
- ¿Sí?
- Bruce... Amor.
- ¿Steve? - Las risas de Juliette se oían de fondo, ¿qué estaba pasando?
- Sólo quería escuchar tu voz una vez más...
- Steve cariño ¿qué está pasando? Me estás asustando. ¿Dónde estás?
- Mi amor, recuerda que siempre voy a amarte. No sabes cuanto me alegra que estés vivo. Sólo quiero que me digas que me amas.
- Amor... Sabes que te amo demasiado, no puedo dejar de pensarte ni un segundo. Steve no puedo imaginarme mi vida si no estás a mi lado. Simplemente eres lo mejor que me ha pasado.
- Brucie, te amo. Perdóname... - De pronto la llamada se cortó, Bruce comenzó a entrar en pánico y trató de llamar a Rod. Miedo era lo mínimo que podía sentir en ese momento pues si viera la escena en la que su amado se encontraba de seguro volvería al hospital.
La razón por la cual se había cortado la llamada era porque Steve Harris yacía en el frío piso con un sedante corriendo por su torrente sanguíneo y una desquiciada Juliette arrastrándolo a una oscura habitación...
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The Prisoner
FanfictionBruce Dickinson ingresa a Iron Maiden como vocalista. Todo marcha excelente hasta que comienza a enamorarse de quien menos lo espera...