My Only Love Song

Nada del otro mundo

[Aang]

Había sido una larga noche. Después de que aquella chica Katara saliera casi huyendo de la habitación, conoció al chico de piel oscura e intensos ojos azules. Dijo llamarse Sokka y ser hermano mayor de la muchacha.

Aang estaba muy confundido al principio. Desconocía a esa personas totalmente, aunque en realidad, no podría decir si conocía a alguien de todos modos. Era como si todo antes de esa mañana se hubiera esfumado. Él decidió confiar en Sokka y en Katara, porque a pesar de la rara reacción de la chica y la boba cara de su hermano, parecían ser buenas personas y conocerlo.

Las cosas se habían complicado un poco en la cena. Aang no tenía idea de que era vegetariano, pero sus anfitriones lo habían visto con horror en cuanto intentó probar la carne.

Le dolía, claro. Sentirse así de perdido y solo era abrumador ¿Como es que de pronto había olvidado cosas tan esenciales? Su nombre, su aspecto, sus gustos y amigos... Estaba realmente perdido en ese momento.

Sokka había sido muy amable después de acompañarlo a su habitación. Hizo un breve resumen sobre todo para ayudarlo a no meterse en problemas como en la cena.

Hablaron sobre quién era él. Al parecer, Aang era la más reciente reencarnación en la larga línea de Avatares; hombres y mujeres que mediante el uso del dominio de los Cuatro Elementos se encargaban de mantener el mundo en equilibrio.

Junto a otros chicos, él había conseguido el equilibrio del mundo al derrotar a un hombre llamado Ozai, que por algún motivo era el malvado padre de uno de sus mejores amigo, un tipo malhumorado llamado Zuko.

Otra de sus amigas era Toph Beifong, una chica ciega de quince años que se auto nombraba la mejor Maestra Tierra de todos los tiempos y que hasta ahora, nadie había podido demostrar lo contrario. Actualmente ella residía cerca de la naciente Ciudad República, encargándose de su academia de Metal Control.

Estaba también la novia de Sokka, una No Maestra como él, llamada Suki, la líder de un grupo femenino de élite que se especializaba en peleas de cuerpo a cuerpo y bloqueo de chi.

—¿Que hay de Katara? ¿Que relación tengo con tu hermana?—se había preocupado mucho, cuando la muchacha salió despavorida de la habitación.

Parecía realmente afectada.

—Es complicado—acordó Sokka, rascando su nuca con nerviosismo.

Ella era una talentosa Maestra Agua, la mejor en lo que hacía y hace años, había sido su propia Maestra.

La conversación se extendió durante horas y aún era muy poco lo que Aang sabía y su hambre de curiosidad no fue saciada, solo incrementada.

—Podemos seguir mañana—el guerrero de piel oscura se puso de pie, bostezando con cansancio—. Lo mejor será que vayamos a la cama.

Aang intentó dormir, pero le resultó muy difícil. Se la pasó viendo por la ventana, observando fijamente aquella luna plateada que brillaba a través del cristal.

Mantener el mundo entero en equilibrio.

¿Cómo demonios haría eso sí ni siquiera podía recordar que era vegetariano? ¿O por qué llevaba esos tatuajes recorriendo su propio cuerpo?