La guerra ha terminado y el Avatar Aang y la Maestra Agua Katara no se atreven a revelar sus sentimientos. Tras sufrir un terrible accidente, la memoria de Aang queda dañada, perdiendo totalmente sus recuerdos. Katara tendrá que luchar para hacer qu...
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Deje ese comentario a inicios de la novela y aquí me tiene escribiendo sobre Botan XD ay deoj no puedo cumplir mis promesas :'v
[Sokka]
Esos habían sido días particularmente difíciles para Sokka.
Después de aterrizar en la pequeña aldea donde Aang había sido juzgado hace años y apunto de haber sido hervido, se habían estado moviendo a través de toda la costa.
Sin embargo, en esos días, Toph se había mostrado bastante reservada. Casi no hablaba con él y prefería alejarse a entrenar Tierra Control antes de quedarse mucho tiempo a su lado.
Sokka sabía que era su culpa.
Tal vez había ido demasiado lejos cuando le pregunto acerca de sus sentimientos. Sabía por su experiencia con Katara, que las chicas podían ser bastante paranoicas con respecto a ese tema.
O quizás está con la regla, esas cosas siempre las ponen muy sensibles...
Fuera lo que fuera, Sokka había hecho lo mejor posible para remendar su error.
Había intentado bromear con Beifong o prepararle la cena, incluso la había dejado dormir tanto como quisiera o había evitado hacer comentarios sobre el olor tan agrio que desprendía después de días sin bañarse.
Nada había funcionado.
Toph seguía frunciendo el ceño y cruzándose de brazos con molestia, como un pequeño tigre de apariencia adorable pero letal. Sokka había comenzado a tener miedo de irse a dormir, temeroso de lo que la chica ciega pudiera hacerle mientras estaba inconsciente.
Cualquiera que fuera el problema de su amiga, debía de enmendarlo pronto.
A Katara no le gustará nada saber que la hice enojar.
Eso era algo que también ocupaba la mente del moreno.
¿Como estarían yendo las cosas para su hermana y su amigo en el mar?
Él esperaba que esos días le sirvieran al monje para recuperar sus recuerdos del Polo Norte o del tiempo en que habían navegado juntos a través de las Cuatro Naciones, pero no había nada seguro.
También estaba preocupado del pequeño asunto deja-ir-sola-a-tu-hermanita-con-el-chico-cien-años-mayor-que-le-gusta, al cuál prefería no darle tanta importancia, aunque una parte de él, en que se encontraban los protectores celos de todo hermano mayor, era incapaz de pasarlo por alto.
Consideró enviarle una carta a su hermana para saber cómo iban las cosas en el mar, pero se abstuvo. No quería correr el riesgo de que Katara preguntará por Toph.
Incluso si era en palabras, a Sokka se le daba terrible mentir.
