Maravillosas Heridas [Omegaverse]

8. El candor de una mañana

La enorme sonrisa en el rostro de Hye, no se borró en todo el día; en especial porque Suni ya había iniciado labor de parto. A pesar de la angustia de los otros dos, el mayor estuvo tranquilo ayudándoles a llegar al hospital sin mayor incidente.

Mientras Hye estaba muy emocionado; Jian por el contrario, esta tan tenso por sus nervios, que termino peleándose con el cierre de su propia chaqueta, para ser ayudado por el papá del joven, y cada vez más enojado Omega; Suni estaba intentando no retorcerse, o armar un alboroto en las contracciones.

La relativa calma de los otros dos, hace crecer la frustración en el Alfa. Finalmente, y sin mayor premura, llegan al hospital a tiempo.

— ¿Usted no quiere?— pregunta el pelinegro, mirando la sala de cirugía a donde estaba siendo preparado Suni.

—Esta es una ocasión de una sola vez— Hye le empuja suavemente hacia el quirófano—. Es una ocasión para ustedes.

Acompañar a su hijo en esa situación, era algo que el mayor deseaba; pro sabia, por las características en el cuerpo del menor, que probablemente esa sería la única experiencia que tendrían la pareja.

—Espero no te afecte la sangre— le dice por ultimo antes de ver al Alfa entrar al quirófano.

Jian observo el procedimiento, algo abrumado; pero cuando recibió al recién nacido en sus brazos, toda incomodidad desapareció. Orgulloso de Suni, espero a que este se despertara después de la anestesia.

—Creo que tiene el color de tus ojos— le dice Suni al Alfa, mientras se inclina para que su padre pueda ver mejor al pequeño.

— ¡Lo tiene!— afirma emocionado Hye, acomodando las cobijas de la cama de su hijo, y acomodándole las almohadas.

—Papá— reclama Suni, con su usual expresión somnoliento; aunque, esta vez tenía algo diferente en ella, una sonrisa que intentaba disimular al ver a Mae, su bebe—. Pareciera como si siguieras trabajando, siéntate un momento.

—Suni debes colocarte así— le indica simulando una pose para que pudiera alimentar a su nieto.

—Papá — insistió el joven castaño.

—Pero...— se aleja un poco triste de la cama— Esta bien— suspira— al menos, ¿Puedo saber porque eligieron Mae?

—Por un primo mío— explica el Alfa, con una expresión de quien recuerda algo triste—. Nunca lo volví a ver, pero fuimos muy cercanos.

—Sé que estaría muy emocionado— le consuela Hye, notando como Suni mira con cariño a Jian, buscando reconfortarlo con una sonrisa inconsciente; a lo que Alfa le agradece con una mano en el hombro del Omega.

—Papá, está bien si quieres decirle a ella— susurra Suni, encogiéndose un poco—. Es su nieto aunque digamos otra cosa, hasta podrías aprovechar para terminar de hablar, con más calma esta vez...aun no has cerrado del todo esa parte.