Capítulo 24: Con la luna de testigo.

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¿Por qué tenia que estar aquí?.
Simplemente el hecho de escuchar sus pasos en el departamento me ponía de los nervios.
¿Es normal no poder respirar bien cuando escucho resonar su voz?.
Aunque me alegro escuchar su risa acompañada de los dongsaengs, no tenia el derecho de estar aquí, ¿O si?.

Acostado en mi cama, intento distraerme memorizando el guion de mi próximo musical, pero las paredes parecían volverse mas finas a cada minuto.
¿De qué estarán hablando que no paran de reírse?,
¿Por qué Hongbin es tan ruidoso?.
¿Por qué Jaehwan tenia que irse justo ahora?.

Todo me frustraba y me alteraba más, ¿Por qué destrocé el cigarrillo?... ¡No!, ¿Por qué me robó el cigarrillo?. ¡Aish!.

- ¡Dejenme dormir!.- grito sabiendo que podían quizás escucharme, aunque no tenía ni el mínimo sueño.

Al ver que los ruidos no disminuyen para nada, dejo mi guion al que no llegué a leer en la mesita de luz y me levanto para ir a la cocina buscando algo que ni yo sé que era. Creo que sinceramente, solo quería levantarme para intentar escuchar mas de cerca las conversaciones que se estaban llevando a cabo en la habitación de Hongbin.

Parado patéticamente frente a la heladera abierta, intento descifrar que se están diciendo entre risas. Pero solo llego a entender que era algo sobre un videojuego. ¿Cuantos años tienen?.
Enojado sin ningún motivo aparente, cierro fuertemente la puerta de la heladera.
¿Por qué me sentía así?.

Volviendo a mi habitación, me tiro boca abajo en la cama, intentando calmar los nervios que fluían en mi sangre.
Solo tengo que cerrar los ojos, simplemente tengo cerrar los ojos... y a la mañana él ya se habrá ido.


Cuando vuelvo a abrir los ojos, todo a mi alrededor está oscuro. Me había quedado dormido, y deduzco que alguien apagó las luces de mi habitación.

Incorporándome de a poco, enciendo la luz de mi lámpara y veo que son las 3 de la madrugada. Iba a meterme bajo las sabanas para volver a dormir cuando empiezo a escuchar ruidos en la cocina.
Exactamente no sé porqué me importaba quien era el que estaba despierto, pero no pude detener mis pasos cuando me veo caminando en la penumbra hacía el misterioso ruido.

Verlo parado allí, frente al gran ventanal, mirando la luna de la cuál alumbraba toda la sala, me dio una sensación de nostalgia.
Se veía tan solitario y hundido en sus pensamientos que no se percató para nada que cada vez me acercaba más y más a él.

- La Luna.- pronuncio suavemente, sacándole de sus pensamientos.- Cuando brilla de esa manera, da una sensación de que todo parece insignificante ante su belleza. Sólo somos nada frente a su inmensa presencia.

- Pensé que dormías.- comenta incómodo parpadeando varias veces, haciéndome consciente de portaba los ojos húmedos y rojos.

- ¿Estabas llorando?.- pregunto volviendo a ver la luna.- Si deseas... puedes contarme. La razón de tus lágrimas.- expreso pausadamente intentando controlar mis nervios.

- No tiene importancia.- comenta en un tono casi inaudible mientras se voltea para no permitir que la luna siga iluminado su tristes facciones.

- Yo si creo que tiene importancia. Cualquier razón que te haga llorar... tiene importancia.

- ¿Tiene importancia el hecho de sentirme inmundo?.- pregunta con lágrimas amenazando caer por sus mejillas.- Estoy tan... sucio.

- ¿Por qué sucio?.- pregunto intentando descifrar sus palabras.

- Porque soy inmundo. Soy... soy un... soy lo peor que puede existir en esta vida.

Su horrible auto-definición me enoja demasiado y le volteo hacia el ventanal, para que nuevamente la luna lo ilumine.
Sus lágrimas brillaban cómo si fueran diamantes.
Casi me pierdo en su brillo.

- Eres hermoso Cha Hakyeon.- mis palabras salen de mi boca sin pensarlo. Y me niega como un niño pequeño con la cabeza mientras se oculta con sus manos.

- Estoy muy cansado.- manifiesta dificultosamente.- Estoy... estoy en mi límite.

- ¿Te cansaste de fingir?.- le pregunto herido.- ¿Ya te cansaste de tu propio juego?.

Su llanto resuena cada vez peor debajo de sus manos y sólo cuando intento tocarlo, se acuclilla hasta hacerse pequeño ante mí.

- Deja de jugar Hakyeon.- le digo apenado poniéndome a su nivel.- Puedes ocultar tus lágrimas de todos, pero siempre... siempre, la Luna será testigo de tu dolor. No puedes ocultarte, no puedes fingir toda tu vida.

- Es tarde... es muy tarde.- responde lamentándose.

- ¿Qué es tarde Cha Hakyeon?.

- ¡Voy a ser papá!.- exclama quitando sus manos de su empapado rostro.- Ya es tarde.

- ¿Tarde para qué?. ¿Para ser libre?. Yo no hablo del amor, yo hablo de detener este castigo que te estas imponiendo. ¡Ya basta Hakyeon!. Cometiste tus errores, pero es porque eres humano. No eres un monstruo... ¡No lo eres!. Deja de buscar el perdón en los lugares equivocados. Orgullecer a tu familia no te traerá el perdón. Si quieres el perdón, buscalo dentro de tu corazón.

- ¿Cómo...?, ¿Lo recuerdas?.

- Si. Ya recordé sobre tus razones. ¡Así que basta!. Yo sé que no quieres lastimar a tu madre, yo sé más que tú... el significado de querer darle nietos a tus padres, el querer que te vean con una mujer a tu lado, pero no puedes siempre creer que puedes planear tu vida como quieres. Yo renuncie a ello, yo me confesé frente a ellos, y... me odian.- le confieso con la voz quebrada.- Pero no me importa. Duele, pero no importa. Porqué no voy a vivir una vida de mentira para hacer felices a los demás.

- No puedo... no quiero que me odien.- dice asustado, temblando, como si estuviera a punto de romperse.

- Te odiaran igual Hakyeon.- le expreso fríamente.- ¿Sabes por qué?. Porque tarde o temprano descubrirán tu mentira. Se defraudarán de igual manera, con o sin la verdad. Pero... es tu decisión alargar tu sufrimiento o no.

- Tengo miedo.- confiesa viéndose cada vez más vulnerable.

- Yo también. Tengo miedo... de que la Luna sea la única testigo de esto. Tengo miedo de no puedas ser libre.- le confieso tomando sus manos para que se levante y mire a la ventana.- Quiero... realmente quiero... que dejes de contemplar la Luna con tristeza.

- Quiero besarte.- me confiesa acariciando la comisura de mis labios húmedos.

- No.- le niego apartando delicadamente su tacto.- No podría permitir eso. No podría permitir que ella vuelva a ver mis lágrimas de nuevo.- digo sin apartar mi profunda mirada en él.- Ya he llorado demasiado por ti... ya no tengo más lágrimas que ofrecerle a la Luna.


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(Escribí viendo a la Luna en mi ventana, así que no pude evitar inspirarme en ella Jajaja.
Creo que este capítulo habla por si solo. ¿Qué opinan de haber sido testigos también de este momento? jaja. Dejen muchos votos y comentarios porque me inspiran un monton!!!♥
No se olviden de leer mi otro fic ^^).


The Silence Of My Tears // #NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora