The Silence Of My Tears // #Neo

Capítulo 30: El hijo perfecto ha muerto.

Cuando llegue a casa acompañado de mi hermana mayor, vi a mis padres sorprendidos por mi presencia. Estaba temblando de los nervios, estaba con el corazón tan acelerado que no podía respirar.
Difícilmente podía hacer contacto visual con ellos, y mi hermana quien vio que no sabía como actuar frente a ellos, les pidió amablemente que se sienten en el sillón de la sala.

Silencio.
Es lo único que escucho al cerrar los ojos.

Tengo a mis padres sentados frente a mí, y a mi hermana a mi lado, pero no puedo hablar.
El corazón se me empieza a despedazar por el dolor que siento dentro mío.

He sido un hijo que ha engañado a sus padres, he sido un hijo que ha traicionado la confianza de su madre. Esa clase de hijo soy. Un hijo que debe arrodillarse para pedir compasión.

Las lágrimas que mantuve siempre en silencio, empiezan a descender frente a esas miradas de confusión. Y me arrodillo frente a ellos, inclinándome hasta curvar mi cuerpo que tiembla por el llanto, apoyando mi frente en el suelo.

- Perdón.- es lo único que sale de mi boca. Una angustiante súplica.- Perdón por ensuciar la imagen que tienen de mi.

- Hakyeonie... ¿Qué sucede hijo?.- pregunta mi madre preocupada, estirando su brazo hacia mi, para elevar mi rostro.

- Madre, no puedo ser el hijo que quieres que sea.- le explico avergonzado de las caricias que mi anciana madre me da.- He querido vivir una vida para orgullucerte, pero esa vida me esta consumiendo el alma.

- ¿De qué hablas Hakyeon?. Levántate y dinos que sucede.- demanda mi padre con seriedad.

- Deseo... Deseo divorciarme de la madre de mi hija.- les confieso con dificultad al respirar, haciendo que mi madre me mire espantada. Pero mi padre no aparta esa mirada llena de austeridad.

- Hijo... ¿Te has vuelto loco?.- pregunta temerosa mi madre quien mira a mi hermana en busca de una respuesta más sensata.

- Si. Debí estar loco para llegar a contraer matrimonio con ella. No puedo estar con Yangmi, jamás debí estar con ella.- les explico apretando fuertemente los puños, con miedo de que mi corazón se detenga.

- ¿Y por qué te casaste con ella?.- pregunta con dureza mi padre, asustando hasta a mi hermana, por el tono fuerte de su voz.

- Quería aparentar ser un hijo perfecto. Un hombre simple, con esposa e hijos. Alguien del cual ustedes pudieran estar orgullosos. Pero...

- Pero te diste cuenta de lo idiota que es tu esposa.- la interrupción de mi padre sorprende totalmente a todos. Esa mirada severa y firme, me habían dejado boca abierta.

- ¡Cariño!.- le regaña mi madre a mi padre, por el insulto que había pronunciado.

- No te hagas la sorprendida.- protesta mi padre.- Tú mismo me dijiste que esa mujer no era digna de nuestro hijo, y en vez de ser honesta con él, dejaste que hiciera de las suyas. ¡Ahora mira por lo que tengo que pasar!. ¿Crees que tengo el deseo de ver a mi hijo inclinarse ante mi por ser un idiota?.

- ¡Padre!.- exclama mi hermana, para detener su enojo hacia mi madre.

- ¡Tengo la razón!. Y tú... eres demasiado grande para andar llorando por los errores que cometes. ¡Primero el ejercito, y ahora esto!. ¿Qué clase de hijo he criado?.- pregunta furioso, levantándose del sillón para enfrentarme.- ¿Te parece correcto, cometer un error tras otro?. Primero mi hijo menor golpea a un hombre en el ejército, luego contrae matrimonio con una mujer que le importa más el dinero que otra cosa, ¡y la embaraza!. Y ahora, ¿Venis aquí a llorar?.