Un corazón roto puede curarse con el tiempo, sólo hasta que de nuevo pueda volver a amar. ¿Qué pasa cuando ese corazón se vuelve a enamorar de la persona que lo rompió por completo?
2° Temporada en edición.
Portada hecha por: Lion_blue1
Pronunció con esos labios que tanto deseaba probar. Me acerqué un poco más hasta que nuestros labios pudieron rozarse levemente. Juliette cerró los ojos disfrutando las caricias que mis labios le propinaban a los suyos. Intenté soportar un poco más, disfrutar de este momento. Pero no pude. Nuestros labios se abalanzaron en un beso feroz y eléctrico.
Sus manos llegaron hasta mi cabello tirando de el provocando que un inocente gemido escapara de mis labios. Mis manos se aferraron a sus caderas temiendo de que ella se apartara.
Al poco tiempo nuestras lenguas comenzaron una guerra a muerte mientras que parecía que este lugar ardía en llamas. Tenía por seguro que los siete minutos habían pasado y nadie había venido a llamarnos. Y esperó que así sea por que le patearía el trasero si interrumpiera este momento tan fantástico. Nos separamos cundo creímos que de verdad moriríamos de asfixia.
Tomé a Juliette de la mano y salimos de ese apestoso lugar. Todo estaba en silencio. Pues en esos siente minutos que pasaron todos se habían quedado dormidos regados sobre el piso. Buscamos algunas mantas en los armarios y cubrimos a nuestros amigos con ellas por si les daba frío.
Volví a tomar a Juliette de la mano y caminamos hasta mi habitación. Entramos y ella le puso pestillo a la puerta. Se acercó a mi lentamente con a mirada fija en mis ojos provocándome ese sentimiento de estarme quemando por dentro. Sus manos tomaron mi rostro y me besó con fuerza.
La tome de la cintura para apegarla más a mi. La levanté para cargarla y así pudiese enredar sus piernas en mis caderas. La recargue en el escritorio sin apartar nuestros hambrientos labios.
Mis besos pasaron a hacer un camino hasta su mandíbula hasta bajar a su mentón. Bajaron más hasta llegar a su cuello, lo mordisqueo levemente provocando que ella soltara un gemido ahogado. Se bajo del escritorio rápidamente para continuar con nuestro encuentro.
Sus labios se acercaron a mi cuello sin besarlo, sólo rosándolo lentamente mientras mi respiración se detenía. Mordisqueo levemente, de una manera que me dejo agonizando de tal sensación. Sus manos bajaron por mi pecho lentamente hasta tomar el borde de mi camiseta y tirar de ella hacía arriba para quitármela. Yo hice lo mismo con la suya y continuamos besándonos.
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Nos acercamos a la cama para recostarnos en ella sin perder el contacto. Mis manos tocaron la piel de su espalda lentamente provocándole escalofríos. Sentía que lo poco de ropa que tenía me estorbaba. Necesitaba quitármela ya. Pero volví a la realidad. Me separé de Juliette a regañadientes, me miró confundida así que acaricie su rostro con el pulgar.
-¿Qué pasa?- dijo inocentemente. Podría incluso pensar que ella estaba provocándome. Seduciendome a su conveniencia.
-No podemos seguir con esto- susurré. Examiné su bello rostro y no pude evitar compararlo con el de un ángel.
