☼︎𝑴𝒊 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒕𝒐 𝑰𝒅𝒊𝒐𝒕𝒂☼︎

Capítulo 5. Estoy en Seúl

Las partes del techo cayeron al suelo envueltos en llamas, me cubrí la nariz para que no respirará humo, miraba hacia todos lados pero no encontraba la salida, corrí hacía una ventana pero antes de llegar a ella un pedazo de madera se desprendió y cayó al suelo dejando mi pierna bajo de esta, intentaba safarme pero era imposible, dolía demasiado y no había nadie que me ayudara...

-M-Mamá -murmuré-

Me tiré al suelo, mis pulmones ya estaban llenos de humo y me costaba trabajo respirar, mi vista se volvió borrosa y poco a poco comencé a cerrar los ojos, sentí como alguien movía mi cuerpo, tratando de levantarme, la persona de voz masculina me llamaba por mi nombre pero por mas que quisiera responderle o abrir los ojos para verlo no podía, quitó la madera de mi pierna y me cargó en brazos, abrí leve y con la vista borrosa mis ojos, pudé ver su mentón y su cabello color negro, fue lo único que observé antes de caer en un sueño profundo.
Desperté en una camilla de hospital por un sonido molestoso, miré a mi alrededor, me incorporé y....

-¡CARAJO! ME QUEDÉ DORMIDO -mire la hora, el camión salia en menos de 40 minutos- ¡AISH! ¡PERFECTO YOUNGJAE!

Me levanté de la cama rapidamente, tomé una playera que estaba sobre la la mesa de mi cuarto y unos pantalones que encontré corrí al baño, lave mi rostro y dientes, salí ya con la ropa que hace unos minutos había agarrado, tomé mi mochila y metí todo lo que encontré fuí por mi maleta y salí de mi cuarto, corrí a la cocina y encontré unos cuantos panes, los cogí junto con una botella de agua, salí de mi casa asegurándome que todo estaba bien cerrado, dejé la llave dentro de la maceta del jardín, me quedé por unos segundos mirando las afueras de mi casa, no la vería por un tiempo y me daba un poco de tristeza, solté un pesado suspiro y me eché a correr lo más rápido que pude con mi mochila en la espalda y la maleta en mano.
Me detuve a tomar un poco de aire, miré el reloj que traía en la mano.

-Ah~ Estoy agotado, a partir de aquí puedo caminar...-recuperé el aliento y comencé a caminar, estaba cerca y a tiempo a la salida del camión-

Caminé un par de minutos mas hasta llegar a la parada, el camión recién llegaba, subí y pague mi pasaje, mi mirada buscó un asiento disponible, por suerte estaba aún vacío, fui hasta la parte de atrás y me senté soltando un gran suspiro, me esperaban unos 50 minutos de viaje por delante, no era mucho, pero si algo aburrido, no tenia alguna distracción como un celular o algo para escuchar musica, nada, decidí apoyar mi cabeza en el duro asiento del autobús y cerrar los ojos para tratar de dormir un poco antes de llegar a mi destino pero recordé aquel sueño de hace un rato, abrí los ojos de nuevo y comencé a recordar.

-Que raro...Estaba en una bodega, pero, ¿por qué? Y...¿quién me salvo?

Me la pasé pensando en todo el viaje, aquel sueño había sido muy extraño, me quedé dormido sin darme cuenta.

-Muchacho, Ya llegamos -me sacudió leve el brazo-

-¿Ah? ¡Ah! -abrí los ojos- Gracias señor -hice una revencia y me levanté de mi asiento, tomé mis cosas y bajé del autobus- Woa~ -miré alrededor- No había venido a seúl desde que tenía 5 años -comencé a caminar- ¿a donde voy primero? -murmuré observando las calles, metí mis manos en mis bolsas y revisé mi dinero- Tomaré un taxi...-murmuré-

Caminé hasta una avenida mirando si un taxi se asomaba, por suerte sí, venía uno disponible, le hice la mano y se paró en una orilla, subí al auto.

-¿A donde lo llevo joven? -me miró desde el espejo retrovisor-

-A la Universidad Nacional de Seúl por favor

-Claro chico -comenzó a conducir- Es una buena universidad joven, tienes mucha suerte de estar ahí.

-Si, siempre he querido entrar a esa universidad, gané una beca, por eso logré transferirme.