DÍA 1. EL ENCUENTRO

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Prólogo

Allí estaban, juntas como de costumbre. Maria José y Daniela Calle, mejores amigas desde… bueno, tal vez mucho tiempo como para ser contado. Era uno de los días más importantes de su vida, y sin embargo, uno de los más tristes.
Llegaba el momento de su graduación. El fin de una etapa esencial en sus vidas, aunque incluso significaba el fin de su amistad.
- Deja de decir eso, ni siquiera lo pienses, -le decía Poché a Calle constantemente-. Aunque debas irte no dejaremos de ser amigas, existen las redes sociales ¿sabes?
Meses atrás los padres de Calle habían decidido irse a vivir a Los Ángeles, arrastrando a su hija a un lugar que, si bien le encantaba, la alejaría de todo aquello que amaba. Entre muchas cosas, de su mejor amiga, Poché. Pero nada podía hacer, una vez más era víctima de las decisiones de sus progenitores, en las que claramente su opinión no tenía cabida.

+ Ya lo sé –contestó Calle, con un notorio gesto de tristeza en su rostro- Pero no será lo mismo, seguramente te acabarás olvidando de mí.
Aquella noche habían asistido a su fiesta de graduación. Estuvieron rodeadas de amigos y realmente pasaron momentos muy divertidos. Cantaron, bailaron y sobre todo, se rieron. Fue la distracción perfecta, incluso lograron olvidar la separación que se avecinaba. Pero ahora estaban en casa de Poché, hablando de nuevo de aquel tema que, si bien quisieron evitar por mucho tiempo, ya era una realidad tangible.
Poché se quedó mirando a Calle a los ojos y se dió cuenta de que realmente tenía miedo, un temor inmenso de que su amistad se acabara desde el momento en que ella partiera.

- Hagamos una cosa. –propuso Poché, sin dejar de mirarla- Haremos una promesa, aquí y ahora. Pase lo que pase no dejaremos de ser amigas. Pueden pasar los años, e incluso irte a vivir a Júpiter, pero lo que está aquí –dijo señalando su pecho- permanecerá intacto. ¿Lo prometes?

+ Lo prometo –dijo Calle, esbozando una sonrisa-
Ambas se abrazaron con nostalgia. Había tantos sentimientos encontrados que realmente no pudieron contener el llanto.

- Ya dejemos de llorar –dijo Poché- Aún nos queda tiempo juntas y debemos aprovecharlo. ¿Qué te parece si mañana salimos con nuestros amigos?

+ Es una gran idea, así podré alejar un poco esta tristeza y compartir con ellos antes de irme.
Luego de esta conversación fueron a dormir. Aquella salida, aunque algo aparentemente casual, era un plan de Poché para despedir a Calle como solo ella lo merecía. Casi todos sus amigos habían confirmado su asistencia: Villalobos, Mario, Arango, Juanjo, Kim y Alejo. Únicamente debía hablar con Juana y estaría todo listo para la sorpresa.
La mañana siguiente transcurrió de manera normal. Desayunaron junto a la familia de Poché (su padre y su hermanita Valentina) y hablaron de todo un poco. Calle tuvo que regresar a casa, pero en la tarde estaría de vuelta para salir con Poché y sus amigos, como ya habían acordado la noche anterior.
Este era el momento perfecto para que Poché ultimara los detalles de la reunión y pudiese hablar con Juana. Todo sin que Calle se enterara. Entonces tomó su teléfono y envió un mensaje. Unos minutos después ya tenía una respuesta…
Hola Poché. Claro que me encantaría asistir. Uno de mis amigos en Estados Unidos ha venido a Colombia y parece que su familia se radicará aquí. Aún no conoce a nadie… ¿te molesta si voy con él?
A Poché no parecía molestarle en lo absoluto la idea. No hay problema Juana, lleguen a las 5 pm al restaurante que ya conoces, nos vemos        –contestó Poché y puso su celular sobre la mesa-
Ya estaba casi todo en orden. Solo debía terminar de editar el video, la mayor sorpresa de la tarde, y esperar a que llegara la hora.
Por fin eran las 5 pm. Calle ya estaba en su auto esperando a Poché, algo ansiosa al saber que sería la última vez que estaría reunida con todos sus amigos. Una lágrima amenazaba con salir apresuradamente, pero se logró contener cuando vió que Poché se acercaba. Se saludaron y emprendieron su viaje, realmente corto, al restaurante.
Al ingresar Calle se quedó perpleja… ¡Era una fiesta sorpresa! No entendía nada. Estaba preparada para una tarde tranquila con sus amigos y se encontraba con una celebración de tal magnitud. Incluso podía observar una gran pantalla en el centro del recinto, lo cual le parecía sumamente extraño, ¿para qué sería?
Buscó a Poché con la mirada, como tratando de hallar respuestas. Cuando la identificó estaba encima de la tarima, con un micrófono en la mano, mirándola fijamente.
Amigos, -se aclaró la garganta- saben que estamos aquí para despedir a alguien muy especial para todos nosotros. Este es un momento para hacerte un reconocimiento, mejor amiga, por brindarnos lo mejor de ti durante este tiempo. Para ser más precisa, creo que lo que pretendo expresarte lo entenderás mejor con este video.
Y allí estaban, todos y cada uno de sus amigos, hablando sobre lo especial que había sido ella para sus vidas. Al finalizar el video, Calle no pudo contener aquellas lágrimas que tenía atoradas desde hace un rato. No sé cómo agradecerles por esto –dijo Calle finalmente, con la voz entrecortada- Poché se acercó para abrazarla y algunos segundos después todos siguieron su ejemplo. Luego iniciaron la celebración brindando por ella.
Se la pasó la mayor parte del tiempo hablando con Poché, como de costumbre. Quería aprovechar al máximo el tiempo que tenía con ella, pues al día siguiente debía tomar su vuelo muy temprano. De repente vieron cómo se acercaba Juana con su invitado.
Se los presento, -dijo ella al acercarse- Él es Johann Vera, uno de mis mejores amigos. Johann, ellas son Daniela y Maria José.

NUESTRA HISTORIA DE AMOR [CACHÉ♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora