Poché POV
Luego de que Calle abandonara el apartamento sabía que era el momento preciso para hablar con Johann. Mi corazón anhelaba dejar de lado el gran engaño que era nuestra relación y poder dar el siguiente paso con la persona que realmente era dueña de mis sentimientos más puros. ¿Sería muy pronto para ello?... Probablemente, pero no había poder humano que lograra evitar aquel frenesí.
Caminé hacia la habitación, estaba decidida a acabar con ello de una buena vez. Abrí la puerta y Johann salió casi corriendo. Traté de detenerlo pero él parecía tener prisa.- Tengo que hablar contigo.
+ Ahora no puedo amor, vuelvo en unos minutos.
Me dio un beso en la frente y atravesó la puerta del apartamento.
Sentía que iba a explotar si no decía lo que me pasaba, pero tal vez lo mejor era esperar. Necesitaba tiempo para encontrar las palabras para expresarme sin lastimarlo. Lo que más me preocupaba era su reacción, tenía miedo de que no manejara la situación y cometiera una locura. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
En ese instante retumbaba en mi cabeza el recuerdo del día en que hicimos oficial nuestra relación:*Flashback*
- ¡Qué lugar tan increíble! No entiendo cómo lo reservaste solo para nosotros.
+ Conozco a los dueños. Quería que fuese una noche especial, ahora soy el novio de Maria José Garzón Guzmán, y eso no sucede todos los días…
- ¡No exageres Johann!
+ Claro que no exagero. Este es el inicio de algo maravilloso y duradero, ya verás cómo me encargo de eso
- Esto apenas empieza, ¿no crees que es muy pronto para…?
+ No es pronto para nada –me interrumpió de inmediato-. Yo estoy seguro de que te amo. Es más, –se aclaró la garganta- no me imagino ya una vida sin ti, no sé qué haría si te pierdo. Probablemente dejaría de cantar.
- ¿Hablas enserio? –trataba de disimular mi nerviosismo escudándome en la copa de vino-.
+ Sí… Y pobre de quién trate de interponerse en nuestra relación, lo haré sufrir como no tiene una idea
*Fin del flashback*
Después de esas palabras recuerdo que estuve a punto de ahogarme con aquella bebida. Nunca presté mucha atención a lo que me dijo ese día pues supuse que se trataba de una broma. Pero, ¿y si no lo era? ¿Sería capaz de hacerle daño a Calle?
Escuché la puerta de la entrada abriéndose y estos pensamientos se alejaron de inmediato.+ ¡Ya regresé amor! –gritaba él mientras se acercaba-. Ahora sí dime, ¿de qué quieres hablar?
Trató de besarme pero lo esquivé, haciendo que sus labios solo rozaran mi mejilla.
Estuve a punto de contarle todo, explicarle lo que había sucedido estos días, los motivos de mi lejanía, la manera en la que Daniela le daba un nuevo rumbo a mi vida y no podía evitarlo, pero sobretodo, hacerle saber que nada de esto era su culpa. Después de todo él siempre había tratado de darme lo mejor de sí. Aunque habíamos atravesado momentos difíciles nunca podría dudar de su amor, y por eso sabía que merecía algo más. Algo que yo no podía brindarle.
Tenía muy claro lo que debía hacer, pero me invadió el miedo. Tal vez no lograría entenderme y terminaría lastimando a Calle.+ Sigo esperando…
- Olvídalo, era una tontería
+ De acuerdo… ¿qué te parece entonces si salimos? Ya sabes, hace mucho que no tenemos un tiempo a solas
- Eso tendrá que esperar, tengo algo importante que hacer
Tomé mi cartera y salí del apartamento haciéndole un gesto con la mano mientras cerraba la puerta. Estaba segura de que antes de tomar una decisión debía hablar con Calle, así que lo mejor sería buscarla.
Por las últimas palabras que cruzamos supuse que los “asuntos” que tenía que arreglar estaban relacionados con su padre, así que probablemente allí estaría ella.
Tomé el elevador y mi teléfono empezó a sonar… Era el número de Germán Calle. Contesté lo más rápido que pude y saludé algo confundida.