POCHÉ POV
- Mucho gusto Camila, mi nombre es Maria José, pero… me puedes decir Poché
* Bueno y dime Poché… ¿de dónde vienes?
- De Colombia, Royal Street ofreció tres becas en mi academia y bueno… aquí estoy
* Entonces vienes con dos compañeros…
- Sí, por allí está Christopher, que es un gran bailarín de ballet –lo señalé haciendo un gesto con la cabeza-. Y… -giré mi rostro buscando con la mirada a Daniela- ella… bueno, ella es Daniela Calle.
* ¡Vamos a saludarla!
- ¡¿Qué?! No, no podemos
* ¿Por qué no? Se ve que es… muy agradable
- Es una larga historia… -en ese momento fui “salvada por la campana”, o bueno, por los altavoces-. “Atención todos los alumnos de nuevo ingreso favor dirigirse a la recepción para la asignación de dormitorios”.
- Mejor acompáñame a ver en que habitación estoy, tal vez estamos juntas.
* Claro, y en el camino me puedes hablar sobre Daniela y cuánto te gusta.
- ¿De dónde sacas eso? Ella y yo ni siquiera nos hablamos, solo… somos compañeras en la academia.
* Por Dios, Poché, conozco “la mirada” y créeme que la tenías cuando la observabas a ella.
- ¿La mirada?
* Sí, esa que tienes cuando no hay nadie más para ti, solo esa persona. Por poco y debemos trapear el piso; estabas literalmente babeando.
- Bueno, así tengas razón que, por supuesto no la tienes, no pienso hablar de ella.
* Entonces supongo que no te molestará que trate de hacer… ya sabes, un “movimiento” con ella.
- ¡Ni te le acerques Cabello!
–ella soltó una carcajada-.
* Solo bromeaba, no te preocupes, no me le acercaré.
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El camino a la recepción fue en total silencio. Camila por su parte parecía muy entretenida con la situación… ¿de verdad era tan evidente? Tendría que aprender a disimular un poco si no quería que media academia se enterara de lo que sentía por Daniela. Cada tanto le dirigía miradas a Calle, que estaba a unos cuantos metros muy entretenida en una conversación con una joven de cabello oscuro. Según Camila se llamaba Lauren y era insoportable. Parecía la típica chica popular que pisotea al que se atraviesa en su camino. Era eso o mis celos estaban sacando lo peor de mí, porque juro que si hubiesen transcurrido cinco minutos más de camino hasta la recepción podría haberle arrancado los ojos. Contrólate Poché… contrólate.* Tuviste mucha suerte, no todos los días tienes la oportunidad de compartir habitación con tu crush.
- ¡Que no tengo nada con ella!
* Era broma Poché, y ya deja esa cara; si las miradas mataran, créeme que Lauren Jauregui estaría muerta.
- No la soporto… ¿por qué tienen que estar tan cerca? ¿y por qué le sonríe todo el tiempo?
* Cálmate… entonces no podré decirte lo que averigüé mientras te registrabas…
- Suéltalo –dije tomándola de los hombros y sacudiéndola. Ella solo me sonreía mientras se liberaba de mi agarre-.
* Primero dime qué te traes con ella.
- ¡No nos traemos nada!
* Ay, por favor, eso ni te lo crees…