Poché POV
Había pasado una semana desde la última vez que vi a Calle; siete días en los que tuve tiempo para analizar cada una de sus palabras, esas que me atravesaron como dagas mientras sentía que todo a mi alrededor se derrumbaba; ciento sesenta y ocho horas buscando un sentido a todo lo que estaba pasando, cómo una simple decisión hizo que mi mundo se volcara; diez mil ochenta minutos tratando de convencerme de que debía odiarla por lo que me hizo, pero cada uno de esos seiscientos cuatro mil ochocientos segundos supe que no podría, porque simplemente la amaba.Cerré la llave de la ducha y cubrí mi cuerpo con una toalla. Al salir del baño pude percibir los murmullos de mi padre y mi hermana que desayunaban. Desde mi ruptura con Johann decidí que lo mejor era regresar con mi familia, y estos últimos días me habían servido para entender que nunca debí dejar mi hogar.Luego de vestirme tomé mi mochila y me dirigí a la cocina para despedirme de mi familia, pues debía llegar temprano a la academia.
+ ¿Ya te vas? –preguntó mi padre cuando dejaba un beso en su mejilla y alborotaba un poco el cabello de Valentina-.
- Sí, hoy debo estar antes. La señorita Carol tiene un anuncio importante que darnos y ya sabes cómo se pone ella con éstas cosas.
+ Bueno hija, pero ve con cuidado. No olvides que hoy debes pasar por tu hermana al colegio.- Tranquilo, tengo todo bajo control. Creo qu...
–estaba a punto de despedirme cuando mi hermana me interrumpió-.* Poché, ¿cómo está Calle? Hace días que no sé de ella. - Supongo... que está bien –dije encogiéndome de hombros-. Bueno, se me hace tarde, ¡los quiero! –grité mientras me dirigía a la puerta con celeridad-.Sabía que no podría evitar el tema para siempre, pero era algo que ni siquiera yo era capaz de asimilar aún. Sería difícil explicar por qué una amistad como la nuestra había acabado y era algo que solo quería borrar de mi vida, como si ella no hubiese existido, pero era imposible. Lo era porque a pesar de no estar cerca, aquel extraño sentimiento permanecía en mi pecho, recordándome que lo que allí habitaba, mi corazón, le pertenecía a ella y probablemente así fuese hasta el último de mis días.A veces me preguntaba si debía luchar por Calle, por lo que sentía. Con una sola mirada ella supo provocar en mí lo que nadie había hecho antes, despertó sensaciones que no conocía y a las que quería aferrarme, porque creí que por fin había percibido aquello a lo que llaman "amor". Pero eso no basta cuando el miedo puede ser más fuerte. Lo mejor era mirar hacia adelante y concentrarme en aquellas cosas que había perdido cuando me dejé a mí misma de lado. De ahora en adelante lo único que me importaría sería mi sueño de ser una bailarina profesional.Atravesé la entrada de Blackbird Dance y me dirigí casi corriendo al salón de baile número tres, llevaba cinco minutos de retraso. Estaba tan distraída que a la hora de abrir la puerta choqué con alguien lanzando algunas de sus cosas al suelo. - Disculpa, iba muy distraída, la verdad no sé qué me pasa hoy –dije mientras me agachaba a recoger los documentos que había tirado-.Cuando levanté la mirada para extenderle los papeles a la otra persona me di cuenta de que ese alguien era...- ¿Calle?No hubo respuesta de su parte. Solo tomó los documentos y entró a la clase dirigiéndose a la parte posterior del salón. Luego de algunos segundos de abstracción recordé quién era yo y qué hacía allí, así que tomé mi lugar adelante. Por suerte la profesora aún no llegaba.No tuve tiempo para procesar lo que acababa de ocurrir cuando la puerta se abrió, dando paso a una muy sonriente señorita Carol, algo que no me sorprendía; ella era una persona llena de energía positiva y siempre lograba contagiarnos a todos. Era una mujer joven, piel tostada y ojos oscuros. Su cabello rizado sujetado en una coleta y un rostro de facciones delicadas siempre adornado con una brillante sonrisa.
+ ¡Chicos hay novedades! –cuando su voz hizo eco en el salón todos guardaron silencio-. Sé que esta noticia les va a encantar tanto como a mí. Ayer en la tarde tuve una reunión con uno de nuestros representantes de relaciones exteriores. Nuestra academia ha logrado establecer un convenio con Royal Street qué, cómo muchos de ustedes saben, es una de las academias más importantes de los Ángeles. ¡Ellos nos están ofreciendo tres becas completas!Cuando los murmullos, que más bien parecían gritos, se disiparon la señorita Carol continuó.
+ Los tres alumnos serán elegidos por representantes de la RS este viernes durante una prueba individual. La ficha la encontrarán con nuestra secretaría... -antes de que pudiese terminar el aula había quedado casi vacía, pues los demás alumnos ya estaban acosando a la pobre señora Rodríguez-.Solo quedábamos la maestra, Calle y yo. La señorita Carol parecía estar dándole la bienvenida a Daniela mientras yo las escuchaba, simulando que buscaba algo en mi mochila. Cuando no percibí más sus voces levanté la miraba para darme cuenta de que la maestra estaba frente a mí y me miraba con una sonrisa.
+ Pensé que ya estabas inscribiéndote con el resto de tus compañeros.
- En realidad no pensaba hacerlo...
+ ¿¡Qué!? Poché, debes estar bromeando.- Aquí hay bailarines de mucho nivel, no tengo oportunidad.
+ Tú eres mi mejor estudiante, además, no pierdes nada con intentarlo. Poché, es una gran oportunidad de que cumplas tu sueño de ser bailarina.
- Creo que tienes razón, voy a intentarlo. Muchas gracias profesora
. –le dediqué una sonrisa y luego de darle un beso en la mejilla salí del salón con rumbo a la oficina de la secretaria-.Mientras alcanzaba al resto de mis compañeros pude escuchar la emoción que les generaba iniciar una "nueva aventura" y lo importante que sería una experiencia como esa para cualquier bailarín que desee sobresalir. Delante de mí estaba Calle, que parecía estar demasiado ensimismada como para notar mi presencia. Sería una mala pasada del destino si ambas termináramos obteniendo aquella beca; no parecía muy conveniente en ese momento que precisamente buscaba olvidarla seis meses con ella en otro país. Pero ni siquiera eso me haría desistir. Solo quería ser yo de nuevo, persiguiendo mis sueños, y para eso debía alejarme de todo y concentrarme en mi único objetivo. No más Daniela Calle y lágrimas derramadas. Necesitaba un cambio de aires y Los Ángeles parecía un buen comienzo.
*ESPERAMOS QUE LES GUSTE ESTE NUEVO CAPITULO, PRONTO ACTUALIZAREMOS, NOS DEMORAMOS EN ACTUALIZAR POR EL CARGO ACADÉMICO QUE TENEMOS, QUEREMOS AGRADECER A CADA UNO POR LEERNOS Y POR SUS MENSAJES*