Calle POV
Durante el recorrido hacia la academia me la pasé hablando con Alejo, poniéndonos al corriente de los últimos tres años de nuestras vidas. Aquella conversación se hizo tan amena que por un instante ignoramos por completo la presencia de Poché.
- Alejo, ¿crees que me irá bien en la audición? No me siento preparada, será mejor que no me presente…
+ Déjate de tonterías Daniela Calle, lo harás bien.
- ¿Y si no me admiten?
+ ¡Tú solo diviértete!
- Tienes razón, no debo preocuparme, solo disfrutar. Cambiando de tema, ¿no notas a Poché algo rara?
+ No entiendo a qué te refieres.
- Por Dios, Alejo, mírala. Últimamente está muy ensimismada y yo sé que hay algo que no me quiere decir. Estoy segura de que tú…
Un gran estruendo desvió nuestra atención.Las personas que transitaban el lugar comenzaron a dirigirse rápidamente hacia el cruce de la avenida. Alejo y yo nos miramos confusos e inmediatamente empecé a buscar con desesperación a Poché. A medida que me acercaba a la escena del accidente se intensificaba en mí el peor de los presentimientos. Al no lograr encontrarla mis pasos cobraron mayor velocidad hasta el punto en el que la angustia me llevó a correr hacia aquella multitud.
Rápidamente comencé a abrirme camino entre la gente hasta llegar al epicentro de aquel alboroto. No podía creer la escena que estaba presenciando. Al ver a Poché inconsciente y tendida en el suelo el miedo me invadió y no supe cómo reaccionar. Las lágrimas empezaron a brotar sin control y yo me encontraba de rodillas al pie de su cuerpo inmóvil. De repente sentí que alguien puso su mano en mi hombro y me giré para identificarlo.+ Calle debes tranquilizarte –dijo Alejo acercándose a Poché y poniéndole la mano cerca a la nariz- Puedo sentir su respiración. Rápido, llama una ambulancia.
Solo asentí y seguí su orden. Pasados algunos minutos llegaron los paramédicos al lugar.
Mientras Poché, aún desvanecida, era atendida, empecé a escuchar los comentarios de dos personas que observaban curiosas, así que decidí acercarme.- Disculpen, –me dirigí hacia aquellas mujeres- ¿alguna de ustedes sabe qué ocurrió?
+ Claro, estábamos justo al lado de la chica que fue arrollada -dijo una de ellas-. El semáforo peatonal estaba en verde y estuvimos a punto de cruzar, pero un tipo en motocicleta se saltó el cambio de luz. Ambas alcanzamos a detenernos, pero al parecer ella iba un poco dispersa y no pudo hacerlo a tiempo. Aquel hombre trastabilló un poco y logró hacer que el impacto fuese mínimo, pero se llevó por delante a la joven y el golpe la dejó inconsciente. Él levantó la motocicleta y escapó rápidamente sin percatarse del estado de ella.
- Entiendo –dije mientras me retiraba-.
Regresé hasta donde se encontraba Alejo qué esperaba aún las indicaciones del paramédico. No me aguanté más y decidí acercarme a la camilla.+ Señorita, debe retirarse.
- Soy la mejor amiga de la chica que están atendiendo, necesito saber cómo está.
+ No se preocupe, todo indica que está bien. Para asegurarnos tendremos que llevarla a un hospital y realizarle algunos exámenes.
- ¿Pero por qué no despierta aún?
+ Parece que tuvo un golpe en la cabeza y no sabemos que tantas repercusiones pueda traer, por eso debemos realizarle una tomografía.
- Entonces los acompaño.
Llegamos al hospital. Allí ya se encontraban el padre de Poché y su hermana Valen, junto con Alejo, que les había comunicado lo sucedido. Los cuatro aguardábamos ansiosos en la sala de espera. Finalmente uno de los médicos se nos acercó con un rostro inexpresivo. Su actitud logró ponerme realmente nerviosa.