Poche POV
Mejores amigas, mejores amigas, ¿mejores amigas?... -me repetía constantemente... ¿Cómo es que siquiera puedo dudarlo? ¡Calle es mi mejor amiga! Pero, entonces... ¿qué me pasa?
Una gran cantidad de preguntas parecían querer desbordar mi cabeza y no hallaba respuestas.
No me puedo estar fijando de tal manera en Daniela, ¿o sí?...
Estaba muy confundida. Lo único que tenía seguro era que con solo verla mis días se volvían completamente maravillosos. Bastaba tan solo un minuto a su lado, un abrazo, un poco de cercanía. Me hacía sentir segura. Me perdía en su mirada, en su brillo, su perfección, tal como la luna, sencillamente me deslumbraba. Sus labios... No, ¡no puede ser! ¿Poché que estás pensando?
Pochéeeeee, ¡Poché! -escuché como alguien gritaba, pero no reaccionaba-.
Cuando salí por fin de mi trance, agité un poco la cabeza y dirigí la mirada hacia Calle. Aún estaba totalmente desubicada.+ ¡Óyeme Poché! -dijo Calle, con una molestia realmente notoria-.
- ¿Qué pasó Daniela?
+ ¿Sí me escuchaste? Sobre todo lo que acabo de decir, ¿qué opinas?
Aquella pregunta me tomó por sorpresa, me quedé helada. Había estado demasiado ocupada detallando cada centímetro de su rostro, ¿lo habría notado?
Traté de buscar una buena excusa, pero fui salvada por la campana... En ese instante escuché sonar mi teléfono- Disculpa Calle, debo contestar -dije aliviada-.
Era Mafe. Sabía que algo se me olvidaba -pensé avergonzada-. Seguramente estaba muy preocupada por su hija, y ya que no la había llamado, era lógico que se inquietara.+ Hola Poché, ¿ya sabes algo de Daniela? Por favor que sean buenas noticias. ¿Está contigo?
- Hola Mafe. Sí, Calle está conmigo. Hace poco llegamos al departamento.
+ ¿Está bien? Necesito hablar con ella, por favor.
Le hice señas a Calle de que su madre quería hablarle. Ella movió la cabeza en desaprobación. Su mirada casi pedía a gritos que no la pasara al teléfono.- Mafe... Calle no...
+ ¿No quiere hablar conmigo? -me interrumpió-. Está bien, la entiendo. No hice nada cuando la vi irse de casa. De cualquier forma te lo agradezco Poché, ahora puedo estar tranquila. Sé que estará bien contigo. Solo te pido una cosa: Dale un beso de mi parte.
- Hasta mañana Mafe, claro que lo haré. Y no te preocupes, sabes que la cuidaré.
Así finalizó la llamada.
Caminé hasta el cuarto y pude ver que Calle ya estaba allí. Se había quedado completamente dormida. Sus ojos estaban muy hinchados pero aun así lucía hermosa. Transmitía cierta fragilidad que me cautivaba.
Rápidamente le quite los zapatos y la cubrí con una manta. Me quedé admirándola durante algunos segundos y me acerqué a su rostro. Le di dos besos en la frente: el que su madre me había encargado y el que yo deseaba darle. Luego de ello rodee la cama y me recosté en el otro extremo, fijando la mirada hacia el techo.
Estaba realmente cansada. Las últimas horas habían sido en exceso extremas. Analizaba lo sucedido y aún no podía creer cuantos sentimientos me inundaron en tan poco tiempo. Alegría, miedo, ira, confusión... CONFUSIÓN. Aquella palabra había recreado en mi mente todas esas ideas extrañas sobre Calle. Traté de hacerlas a un lado pero no podía. Necesita mi ayuda, es frágil. Eso es lo que me ocurre. Nada más -creía que me convencía de ello-. No tuve más tiempo para meditarlo, el sueño ya me había dominado.Calle POV
¡¡¡Riiiiiiiing, riiiiiing!!! El sonido del citófono empezaba a aturdirme. Bufé enojada. ¿Qué puede querer alguien a esta hora? Giré levemente la cabeza en dirección a Poché. Aún estaba dormida. Decidí entonces levantarme con cuidado y atender al llamado.