1| Mi pequeño

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Muchísimas gracias a wehavecandyxxx por hacer la hermosa portada de ésta historia

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Con una deslumbrante sonrisa, Jungkook se despidió de su patrón para abandonar ese local de tatuajes— en el que pasaba la mayoría de sus días trabajando como recepcionista— para emprender camino por las oscuras calles que lo guiaban de vuelta a su hogar.

A pesar de siempre salir un poco tarde, de su boca jamás saldrían quejas ni objeciones. Él amaba su trabajo,amaba ese lugar,amaba ver a los clientes salir felices y orgullosos de llevar una obra más en sus cuerpos,amaba estar cerca de la tinta,cerca de su sueño de poder crear y plasmar arte sobre el cuerpo de las personas.

Ser tatuador profesional,ese era el sueño de Jeon Jungkook.

Esa fría noche y el escurridizo viento,se burlaban de sus prendas. Caminaba a pasos perezosos con las manos en los bolsillos pensando que la bufanda y el gorro que se había puesto no eran suficientes para evitar que su cuerpo se extremeciera levemente. No prestaba demasiada atención al camino, conocía de memoria cada rincón de ese vecindario. Siempre era el mismo recorrido,las mismas calles, las mismas tiendas,la misma gente rondando vagamente. No existía otra cosa,además del local de tatuajes,que captara su atención.

A lo lejos una figura inusual le provocó una mueca confusa en su rostro e hizo que lentamente sus pasos se detuvieran frente al parque que siempre veía de camino a casa.

Un muchacho de piel blanca, cabellos lacios teñidos de un apagado gris,y dueño de unas regordetas mejillas, se encontraba sentado en uno de los columpios moviendo sus pies con una mínima fuerza para balancearse levemente, sin ganas, como si su cuerpo fuera guiado por el viento, sin darle importancia al pasar de los minutos,como si nada existiera a su alrededor. Su buzo de rayas negras y blancas le quedaba inmenso, cubriendo hasta los muslos de sus ajustado pantalones azules, haciendo que su figura se viera más pequeña de lo que realmente era. Su mirada se perdía en la nada y el vaho se escapaba de sus temblorosos labios.

A Jungkook le pareció tan extraño ver a alguien a esas horas de la noche, totalmente solo en ese tenebroso parque medio en ruinas, soportando un frío que calaba hasta los huesos.

Se quedó observándolo por unos segundos desde la vereda de enfrente, debatiendo con la curiosidad que aquel individuo había despertado en él.

No sabía cuántos minutos habían pasado antes de decidir acercarse acompañado del sonido de las hojas quebrándose bajo sus botas. Con cada paso, seguía pensando si sería correcto hablarle o si era mejor darse la vuelta y seguir su camino evitando un vergonzoso escenario imaginario en donde ese chico lo mandaba al diablo. Después de todo no debería importarle lo que hiciera un muchacho extraño rodeado de esa aura deprimente. Pero no podía evitarlo. No quería dejar pasar lo evidente : que ese chico no estaba para nada bien.

Creía que lo miraría en algún momento, pero descartó esa idea porque conforme la distancia disminuía, se percató que el chico había puesto toda su atención al celular entre sus manos, tal vez  para cambiar la canción que estaba escuchando a través de sus auriculares.

El de cabellera gris dió un pequeño salto del susto al ver un par de botas negras y desgastadas aparecer frente a él y apretó su agarre sobre las oxidadas cadenas del columpio. Genial, lo que le faltaba.  Levantó la vista y posó sus ojos en la figura que había invadido su espacio personal por alguna razón que desconocía. Su semblante aterrado cambio, radicalmente, a uno cohibido al ver a Jungkook elevar las comisuras de sus labios intentando verse amistoso a traves de su densas ropas negras.

Conocí la felicidad (Jikook/Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora