23| Amor puro

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Lo que no te mata,te hace desear estar muerto.

BMTH- Drown

A lo largo de todos estos años, existieron momentos en los que su enfermedad lo golpeaba tan bajo que convertía el hecho de salir o levantarse de la cama en una tarea ardua e imposible. Y éste era uno de esos momentos.

Yacía acostado allí, resguardado entre sus sábanas mientras su mente cruzaba por un túnel de apatía en donde el sentido de las cosas era inexistente. O eso quería pensar,ya que si verdaderamente todo le diera igual,no hubiera caído en la anoréxia desde un principio.

Ya no vivía,solo estaba ahí,existiendo, consumiendo oxígeno del cual estaba seguro que otros seres humanos usarían sabiamente.

Deseaba tanto despojarse de todos sus sentimientos,vaciar su atormentada mente de cualquier pensamientos,hacer que su corazón dejara de afligirse y convertirse en una roca emocional. Deseaba tanto morir.

Muerto en vida.

Así es como se encontraba Jimin. Estos últimos dos meses,sin la aparición de su novio,fueron un suplicio que lo dejó devastado. Jamás imaginó que la ausencia de alguien  llegara a pesarle tanto. Su vida jamás fue sencilla,pero desde que conoció a Jungkook su carga se había aligerado,porque él le había otorgado la certeza de que siempre tendría a alguien regalándole una sonrisa y diciéndole que todo estaría bien.

Pero ahora eso se había esfumado. No era lo mismo intercambiar cortantes palabras por mensajes o llamadas,eso no servía de nada. La existencia de tantas cosas ocultas entre ambos,había logrado crear una desoladora distancia. Ya nada era lo mismo.

El pelirrojo entró sigilosamente a su lúgubre departamento. El ambiente estaba pintado por una tenebrosa oscuridad que desapareció al encender las luces. Dejando su abrigo por el respaldo de una de las sillas de la sala, observó con detenimiento todo a su alrededor. Todo estaba perfecto,cada cosa estaba tal y como él recordaba que las había dejado al salir,como si nadie hubiera estado en ese lugar.

Que tristeza.

En los últimos meses la vida cotidiana se volvió aburrida, monótona,densa. Volvió a sentir la misma soledad que siempre estaba presente antes de que Jimin llegara.

Extrañaba tanto a su primo y haría lo que fuera para evitar que siguiera  pudriéndose sobre el colchón de su cama.

Comenzó a caminar hasta la habitación del menor mientras posaba una mano al costado de su cabeza,como si ese acto hiciera que el dolor desapareciera.

Intentó abrir la puerta pero notó que estaba con seguro. Ya no respetaría la privacidad de Jimin. Rodando los ojos buscó la copia que tenía en el cajón de un mueble,que se encontraba junto a la puerta,y lentamente la abrió topándose con la imagen del cuerpo inmóvil de Jimin dándole la espalda y tapado hasta la coronilla.

Se adentró en el cuarto y observó,con una mínima esperanza,la cena que le había preparado y dejado junto a la cama,sobre la mesa de noche. Su rostro se desfiguró del dolor y sus pulmones soltaron un pesado suspiro al ver que el plato estaba frío e intacto.

Dando pasos lentos quedó parado frente al ovillo que estaba hecho el cuerpo de Jimin. Tomó las sábanas con fuerza y las arrojó lejos,fuera del alcance de cualquiera.

—Levántate —le ordenó seriamente sabiendo que Jimin no estaba dormido.Éste no se inmutó, solo decidió ignorarlo tapando su cabeza con la almohada —. Vamos Jimin,no puedes seguir así —dijo mientras hacía con la almohada lo mismo que hizo con las sábanas.

Conocí la felicidad (Jikook/Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora