Conocí la felicidad (Jikook/Kookmin)

19| Voces

Las voces en mi cabeza otra vez, están atrapadas en una guerra dentro de mi propia piel
Me están intentando hundir

Lo guardo todo dentro porque sé que el hombre es todo menos bueno...

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Unos meses después...

Mirar el techo,ponerse de costado,mirar la pared,tapar su cabeza con la almohada,ponerse boca abajo,voltearse y volver a mirar el techo. Eso es lo único que se dedicó a hacer Jimin por horas esa noche en un intento de conciliar el sueño.

Su mente era un lío. No lo dejaba dormir. Era imposible que sus pensamientos hicieran tregua para por fin entregarle descanso.

En noches cómo esa -que en su mayoría le hacían pasar un mal trago- siempre se ponía los auriculares y escuchaba música sin importarle hasta qué horas de la madrugada se quedara esperando por fin dormirse.

Estaba hambriento. Sentía que su estómago se comería sus tripas en cualquier momento. Las punzadas en su cabeza eran constantes al igual que los temblores y la ansiedad en su cuerpo. Ya no existía día en el que no se sintiera así. Ya estaba acostumbrado a soportar noches sin dormir,pero llegaban momentos en los cuales la situación lo superaba. Y ese era uno de esos momentos.

Salió de su habitación y se dirigió a la cocina acompañado de un sepulcral silencio. Jhope no estaba, se había quedado a dormir en casa de Yoongi, dejándolo solo. Y que alguien como Jimin estuviera solo no era para nada bueno. Abrió un paquete de galletas que encontró en la alacena. Pensaba que sería solo una y después volvería a la cama,pero luego fueron dos,tres,cuadro...y desde ahí perdió la cuenta y la noción del tiempo.

Abría las puertas de la alacena y cajones con desesperación. Buscaba en cualquier lugar en donde era posible poner algo comestible.

Todo se había ido a la mierda...una vez más.

En ese momento se desató el monstruo que habitaba dentro de él. Un monstruo que se dedicaba a atormentarlo desde sus frágiles dieciséis años. Se desconocía totalmente.

Chocolate,crema batida, sándwiches, galletas, pastelillos, arroz. Vaciaba paquetes y abría envases devorando todo a su paso. No estaba comiendo, estaba tragando. Ni siquiera sabía cómo los alimentos pasaban por su garganta casi sin ser masticados.

El sonido de su boca y su llanto era lo único que se oía en ese departamento.

-EN ÉSTE MOMENTO NO ME VOY BIEN ¿VERDAD, JUNGKOOK? -gritaba aunque nadie pudiera oírlo-. Estoy seguro de que te daría asco verme así... huirías....te perdería -bajó el tono de su voz viendo el desastre que había dejado.

Si te muestro mi alma ¿Te taparías los ojos?

Si te dijera la verdad ¿Te atreverías a mentirme?

Sintió que su estómago explotaría y tocó su abdomen inflamado sintiéndose asqueado. Tomó una botella de agua,la bebió completa y corrió al baño. Se paró frente al hinodoro, inclinó su cuerpo y sus dedos hicieron su trabajo rozando su campanilla una y otra vez despojándolo de toda su culpa.

-¡Mira Jungkook! ¡Mira lo hermoso y perfecto que soy! - escupía las palabras con sarcasmo y totalmente frustrado recordando los elogios que siempre se repetían en la boca de su novio. Elogios que él no podía aceptar, elogios que se escuchaban vacíos.