30| Sobredosis de realidad

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Días después...

Jungkook había ido a casa de Taehyung después de visitar a Jimin en el hospital como hacía todos los días. Se encontraba sentado en el balcón con las piernas pegadas al pecho y apretando el celular entre sus manos mientras hablaba con su amigo,quien estaba sentado junto a él.

La noche era fría pero se pintaba demasiado hermosa como para quedarse bajo un techo. Las estrellas bañaban el lienzo negro en el que se había convertido el cielo en ese momento y el viento era extremadamente leve,casi imperceptible, haciendo que fuera agradable quedarse afuera.

Taehyung lo escuchaba en silencio, atentamente, sin apartar la mirada del castaño. No lo interrumpió en ningún momento,dejando que hablara todo el tiempo que quisiera y se expresara a su manera, disimulando el tormento que lo sacudía por dentro al verlo tan destrozado. Con los ojos cristalizados y la voz rota, soltaba las palabras como si éstas pesaran toneladas, meditando cada suceso y pensamiento con extremo cuidado, luchando contra el dolor que sentía en el pecho al contar como Jimin no mostraba ningún progreso, en como no quería comer ni tomar los medicamentos, agravando aún más su estado. Aunque lo intentara era aterrador aceptar que Jimin se iría de su lado en cualquier segundo.

-¿Quieres comer algo? -preguntó Taehyung con la voz apagada después de ese largo silencio en el que Jungkook decidió dejar de lado el tema de su novio porque comenzaría a llorar y sabía que una vez que eso pasara no podría detenerse. Con ser escuchado le era más que suficiente.

-No, no tengo hambre. Con todo ésto no tengo ganas de nada - respondió encogiéndose más sobre la silla, rodeando sus piernas con los brazos y apoyando la cabeza sobre ellas.

-Es cierto...Lo siento.

-Por favor, dime que tienes cigarrillos. Es que me quedé sin dinero y me muero por fumar uno desde que salí del hospital - Taehyung asintió y le extendió una caja de Marlboro,que junto a un encendedor, formaban una pareja indispensable en sus bolsillos. Los tomó, y se remango un poco las mangas de la chaqueta para volver a saciar su vicio -. Gracias, me hacía falta - dijo soltando el humo de sus labios, bajando una pierna se la silla pero manteniendo la otra apegada su cuerpo.

El de cabellera gris,con sus escurridizos y largos dedos, tomó un cigarrillo,lo guío a su boca y lo sostuvo entre sus labios. Tomó a Jungkook de la nuca y,en un rápido movimiento, hizo que volteara su cabeza para unir la punta de ambos cigarrillos. El castaño,algo sorprendido, intento alejarse pero Tae no lo soltó hasta que pudo encender el suyo.

-La puta madre, Taehyung - soltó Jungkook una vez que fue liberado- Acá tengo el encendedor ¿Por qué no lo usas? Odio cuando haces eso - hizo bailar el pequeño objeto frente a los ojos de su amigo.

-Lo sé, solo amo molestarte - pellizcó una de las mejillas de Jeon mientras esa peculiar sonrisa cuadrada aparecía en su rostro -¿En serio no quieres tomar algo al menos? Puedo prepararte un té, café...

-¿Tienes alcohol? -le interrumpió - unas cuantas cervezas me vendrían bien - tener algo de alcohol en la sangre siempre fue su solución en muchas situaciones. Beber le ayudaba a despejar su mente de tormentos -o hacían que no tuvieran tanta importancia- y a relajarse.

Una sonrisa traviesa atravesó la boca de Taehyung. No cabía duda de que él y Jungkook encajaban a la perfección.

-En la heladera hay algunas - se levantó de la silla para adentrarse en la casa - ¿Se le ofrece algo más, señor? También hay Vodka, Vino, Ron y Whisky - dijo fingiendo ser un mesero.

Una tenue risa se escapó de los labios del castaño.

-Trae lo que sea, apúrate -hizo un ademán para que el de cabellos grises abandonara el balcón.

Conocí la felicidad (Jikook/Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora