Conocí la felicidad (Jikook/Kookmin)

31| Falsas sonrisas, falso amor

Han pasado 84 años...
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Jennie salió disparada por las puertas del hospital con una inmensa tristeza aglomerada en el pecho y la amargura atravesandole la garganta.

No estaba pasando. No era verdad. Se negaba a aceptarlo. Su mente no podía procesarlo. La realidad era tan jodidamente dolorosa que no quería caer en ella.

Yoongi corrió tras ella desesperadamente. Al salir la vio en la vereda, agachada con las manos cubriendose el rostro y los codos apoyados sobre sus piernas. ¿En serio estaba pasando? Algunas personas le regalaban miradas llenas de lastima al pasar junto a la castaña y escuchar sus incesantes sollozos. Su menudo cuerpo temblaba junto a cada lágrima. Una imagen pintada con tanta agonía que cualquiera podría sentirla.

Un denso suspiro se le escapó y tragó duro para dirigir sus pasos hasta llegar junto a su novia y agacharse a su altura, ignorando todo a su alrededor.

-Jennie...-la llamó en un susurro.

El dolor seguía bañando su rostro y fortaleció el nudo en su garganta impidiéndole hablar. Ella solo siguió en la misma posición escuchando a lo lejos la voz del tatuador. Una tormenta de emociones se había desatado arrasando con toda su cordura. No podía estar más rota.

Yoongi se quedó junto a ella por unos largos minutos mientras repartía caricias sobre su espalda y apartaba los cabellos que le impedían ver a la muchacha. Con voz tenue le hacía saber que estaba ahí para ella y la alentó a que respirara por la nariz y soltara el aire por la boca para de a poco ir calmando su llanto.

-Jennie, mírame -ella no se inmutó-. Por favor, cariño, párate. Eres fuerte.

-No...puedo -al fin respondió con la voz ronca y resentida, clavando la mirada en la de su novio. A él se le estrujó el corazón al ver esos ojos enrojecidos abarcando un sufrimiento incalculable-. No puedo ser fuerte cuando se trata de él. No puedo ser fuerte cuando me acaban de decir que perderé a la persona que más amo en el mundo.

-Lo sé -tomó la pequeña mano Jennie y le acarició el dorso con parsimonia -Párate, vamos a sentarnos -la ayudó a incorporarse y tironeo de su brazo levemente para guiarla hasta unas escaleras cercanas a la puerta de aquel hospital. Notó como ella seguía temblando, pero no era nada a comparación de antes.

Ya sentados la rodeó con un brazo y la apegó a él lo más que pudo.

- Escúchame...- Yoongi carraspeó y sacó un pañuelo de tela del bolsillo de su chaqueta para dárselo a la chica que sostenía entre sus brazos-el doctor jamás nos dió alas en ésta situación. Desde el principio nos aclaró que existían muchas posibilidades de que Jimin no se recuperara.

Todos los sabían, pero les costaba horrores aprender a lidiar con esa noticia.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- las palabras salieron quebradas a través del trepidar de sus labios, recibiendo una mirada gélida.

-No estoy nada tranquilo. Ahora mismo tengo...unas enormes ganas de llorar - cerró los ojos unos segundos tratando de contener las lagrimas -de salir corriendo y romper todo. Pero con los años uno aprende a lidiar con estos arrebatos. Se acostumbra.

El rostro de Jennie volvió a deformarse.

-No puedo con ésto, Yoongi. No quiero perderlo, no quiero -se quebró sobre el delgado hombro del pálido. Apretó tan fuerte su mano que llegó a clavarle las uñas dejando profundas marchas. Él no prestó atención, lo que le importaba era que Jennie lograra desahogarse- Ji- Jimin es una per-persona maravillosa...- habló entre lágrimas- no se merecía esta vida de mierda.