5; «Patán buenmozo»

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(Corregido SEP, 2021)

Joselyn

Es detestable.

Un amargado, un insufrible, un idiota y un reverendo patán de mierda.

Lo detesto.

—Perfecto.

La modelo se mueve en la dirección que le indico con mi cámara. No puedo negar cuán buena es en su trabajo, lo mucho que la cámara la ama y lo bien que sabe manejarse para como me gusta hacerme en trabajo más fácil con su profesionalismo. Sabe lo que hace y no se queja a pesar de que el sol está quemando su piel. La mía también sufre las consecuencias de tan ardiente sol, es una hora súper calurosa pero como fotógrafa sé que es más que perfecta para conseguir un buen resultado final, una buena luz es el ingrediente principal en una sesión fotográfica.

Sin embargo, y siendo sincera, siento un fuego dentro de mí y no tiene nada que ver con el ardiente sol que me hace arder la piel hasta bajo la tela de mi camisa de seda color blanco. Estoy acostumbrada a trabajar en ambientes incluso más calurosos que este y hasta con mosquitos. El fuego que crepita dentro de mí se llama, Ethan Forter. Ese hombre con cara de odiar a toda la jodida humanidad, como si todos le debiéramos algo.

Energúmeno.

Pude haberme ido después de lo desagradable que fue conmigo, pero antes que nada soy una mujer madura; algo que al hombrecito ese como que le falta. Está bien escaso de madures. También me frenó el irme Carolina. Me pareció una chica muy profesional además de amable, no podía hacerle eso después de la forma en que me rogó para que aceptara hacer este trabajo por culpa de su jefe que si bien se disculpó conmigo, no lo hizo porque quisiera sino porque no le quedaba de otra, me necesitaba y tuvo que prácticamente humillarse ante mí, lo cual me hizo sentir... bien, pero eso no me quitó el coraje que tenía— tengo—dentro porque ese pedazo de idiota se atreviera a burlarse de mi estatura pequeña y menuda. Vi la diversión en sus ojos cuando me llamó enana demente, poniéndome roja de la ira dejando claro que esa fue su intención, enfurecerme, como si hubiera intuido que odio que me llamen enana particularmente.

Lo quise matar.

No tengo complejos por ser una mujer pequeña, que mis medidas sean tan bajas y deba usar tacones para verme más alta no es algo que me haga sentir menos mujer, pero no me gusta que se burlen de mí por mi tamaño. Me molesta bastante y si ese idiota hubiese sido menos rápido ahorita no estaría aquí tomando fotos sino presa por homicidio en primer grado luego de reventarle la cara con mi cámara. Se lo merecía el hijo de... su abuela.

Soy pacífica y embajadora de la; «no violencia». Siempre busco el lado positivo de las cosas, no me enojo con demasiado facilidad y si me miras con odio te doy una sonrisa para demostrarte que la vida es mejor sonriendo que enojados, pero si me buscas se me suben los apellidos a la cabeza y puedo ser peligrosa, la mejor prueba es que casi le reviento la cámara a ese hombre en su cara de amargo.

Es la persona que más mal me cae en este momento.

Cara me dijo que Ethan Forter era un ángel y yo me pregunto, ¿ángel de dónde? Me parece que mi amiga confundió la definición de ángel con energúmeno cuadrado, insoportable y amargado hasta decir basta. Ese hombre es insoportable y me odio a mí misma porque alguna vez me llegó a gustar e incluso luego de regresar de ese pueblo me pasé más tiempo del que me agrado sin poder sacarlo de mi cabeza, y de mis sueños. Parecía haberse mudado dentro de mi cabeza. Por suerte un modelo muy sexy que conocí meses después, y con él que tuve una relación sin compromisos por unos ocho meses y terminamos cuando el hombre se puso serio y me habló de boda—y yo soy algo alérgica a eso—, logró sacármelo de la cabeza.

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