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18: Supéralo

(Corregido, SEP, 2021)

Joselyn

Pasaron segundos, minutos, que casi lucen como... años, en los que solo nos miramos a los ojos sin palabras, su respiración agitada y la mía se pueden escuchar amplificadas, hiperventilando ambos.

Espero su reacción sin perder de vista esos ojos, en lugar de grises negros por la rabia. Quizás espero que me golpee como había prometido, aun cuando no lo creo capaz, pero en el estado en que se encuentra, no lo dudo. No obstante lo que siento es como mis manos son liberadas por él y me da la espalda.

Gimo al sentirme libre.

Su agarre tan fuerte provocó un ligero dolor en mis muñecas y me encuentro acariciándolas un poco para disminuir el dolor, viendo el círculo rojo que las rodea y que son marcas de sus dedos. Sin contar que el movimiento brusco que utilizó para estampar mi cuerpo contra la pared, me causó un ligero dolor en mi espalda que estoy sintiendo ahora. Me duele, aunque una parte de mí no lo juzga tanto porque sé que solo perdió el control y el que lo golpeara no ayudó demasiado, que no es que este justificando que haya sido agresivo conmigo solo... trato de entenderlo un poco.

Y por otro lado no puedo evitar pensar que Ethan está actuando como un inmaduro en lugar de un hombre con ya casi treinta años. Los años han pasado, más de tres largos años, por lo que creo es tiempo más que suficiente para que lo supere y entienda que lo que lastima, lo que hace daño, lo que no conviene, es mejor dejarlo atrás. Sin embargo él prefiere lamerse las heridas, culpar a Cara e insultarla, lo cual asumo pensara que lo hace sentir mejor pero lo dudo. A mí entender con ese rencor, ese desprecio y estar aún anclado a ese pasado doloroso, solo se hace más daño a sí mismo. Debería superar ese amor no correspondido y seguir con su vida.

Mi boca está a punto de abrirse para decir algo pero su voz me interrumpe:

—Quiero que salgas de mi oficina... Vete ahora.

Fue una patada al estómago escuchar el tono en que se ha referido a mí: seco, gélido, distante, tosco y sin nada de afecto, palabras vacías y rotas. Cargadas de... ¿desprecio?

Trago con un terrible dolor en la garganta.

Con esa frase sin ir más a fondo, me está dejando claro que cualquier cosa que pudiera haber entre nosotros ya no será. Adiós a su propuesta de ser amantes y lo feliz que eso, sin lugar a dudas, me había hecho.

Si dijera que el hecho de saber que todo se acabó, que ya no volveré a tener más de él, ni sus besos, ni sus cogidas magistrales que siempre me dejan con mucho más ganas de él, no me está doliendo como nada me ha dolido jamás, estaría siendo la mentirosa más grande del planeta. Me duele y me duele tanto que siento como si me estuviera desangrando por dentro. Sin embargo, aun con lo que me duele no voy a rogarle, esa no soy yo. No voy a perder mi tiempo explicándole que está siendo un imbécil inmaduro y tratar de hacerle entender que lo que sucedió entre Cara y él está muy lejos de mí, cuando tal vez ni lo entienda. Es su problema si quiere seguir hundido en ese hoyo que solo le hace daño.

Así que tal como me ha pedido me iré.

Sin abrir mi boca, y demostrándole que soy muy madura y no le voy armar ningún berrinche, me acerco por mi bolsa que reposa sobre el sillón negro frente a su escritorio. Lo agarro y con ella mi teléfono celular de sobre su mesa de trabajo.

Ethan no me dice nada, ni siquiera me ha mirado. Esta con el rostro frente al ventanal, las manos guardadas entre los bolsillos de sus pantalones y los músculos de la espalda, así trate de demostrar lo contrario, tensos. No me está dando siquiera la oportunidad de ver sus ojos así sea por última vez y eso juro me rompe por dentro.