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Mi montón de libros de revisión se apilaban en la mesa del comedor cuando el timbre suena, haciendo eco en la sala. Le heché un vistazo al reloj antiguo que descansa sobre la chimenea, 12 PM.

Inmediatamente, me paro de mi posición de sentar para abrir la puerta que revela a Sebastián.
Su mochila pesada colgaba de su hombro y traía puesta su 'ropa cómoda', pantalones grises y su hoodie negra.
Mientras que yo usaba ropa más casual, una falda de mezclilla y una blusa. Casi me sentí insegura, como si me hubiera vestido de más para una ocasión especial.

"Hola Sebas, adelante," me hice a un lado, abriendo más la puerta, antes de que me regresara su sonrisa amistosa pero segura al entrar mi casa.

Por la esquina de mi ojo, veo el coche negro, que parecía estar vacío. Casi demasiado vacío, como si algo se escondía adentro. O alguien.

"Oye, Yuli, todo bien?" preguntó con un leve acento.

"Sí..."

Después de cerrar la puerta sin esfuerzo alguno, lo guíe al comedor. Por las paredes de espejo, veo que sus ojos recorren todo el lugar mientras caminábamos.

"Trajiste los bocadillos?" pregunté, jalándo la silla de la mesa para poder sentarme.
Sebastián se quita la mochila de su espalda para ponerla en la mesa y sacar 5 bolsas de papas diferentes.

"Yo quiero estas," dije antes de arrebatarle una de sus manos y abrirla rápidamente.

3 horas después.

Habíamos repasado 5 temas y finalmente los entendí. Sebas había sido increíblemente paciente al explicarme cada paso hasta que yo entendiera completamente. Se sentía como si realmente le importaba como iba en la escuela. Además de eso, me escribió la tabla de revisión para poder hacerlo sin él. Debo admitir que estaba muy impresionada.

"Probablemente debería de irme ahora. Tengo un examen de mate el lunes." Suspiró decepcionado como si estuviera estresado o cansado de trabajar.

"Está bien, te veo después?" le dije, sin embargo, sale más como una pregunta y se mira ofendido por la pregunta que le hice.

"Después?" se ríe, "Wow, enserio no te gusto verdad?" Los ojos de Sebas brillan bajo el sol y su mochila cuelga sin peso en sus hombros mientras se baja del porche.

"Yo-" comencé, pero me quedé sin palabras al ver la puerta del coche negro abrirse y mi corazón late rápidamente en mi pecho estremecido.

Nunca había visto al conductor antes. Simpre me había imaginado como se iba mirar. Un señor con cabello negro que se miraba Africano o Francés. Sin embargo, el chico que salió del auto no era un señor. Se miraba algunos años mayor que yo. No se miraba Francés ni Africano, si no Mexicano con el cabello plateado.

Mi respiración se atoró en mi garganta seca cuando sus oscuros, ojos cautivadores escaneaban mi cuerpo, como si estuviera viendo a alguien familiar

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Mi respiración se atoró en mi garganta seca cuando sus oscuros, ojos cautivadores escaneaban mi cuerpo, como si estuviera viendo a alguien familiar. Alguien quien él conocía todo, cada secreto, cada beso, cada sentimiento.
Sus músculos se notaban bajo su camisa blanca, cuales me causaron sonrojar. Mientras que él sonreía satisfecho, sabiendo que lo estaba mirando.

"Yuli?" Sebas agitaba sus manos frente a mi cara, lo que hizo que reaccionara.

"Perdón, um, que tengas un buen día," forcé una sonrisa para él mientras se iba.

Mis ojos no fallaron en verlo caminar alededor y abrir la cajuela para recibir una maleta negra, además colgar el viejo saco en su hombro.
El viento me despertó de mi ensueño mientras que él caminaba a la puerta de mi vecino de al lado.

Cerrando la puerta, entro a la sala y camino a la ventana más cercana. Me escondí detrás de las cortinas delgadas que tomaba entre mis dedos, sintiendo escalofríos, cuales causaron que me hiciera para atrás en un instante para esconder mi figura de su vista.

"Cariño, puedes explicarme que estás haciendo?"

Brinqué asustada al ver a mi mamá parada en la puerta.
"Um," moví mis dedos nerviosamente frente a mí, avergonzada que me vió.

"Yuliana, no espíes a los vecinos. Es grosero," dijo enojada, tratando de ver lo que yo estaba viendo.

"Nisiquiera hay nada ahí! Aveces me preocupas Yuli," sacude su cabeza, saliendo de la sala.

Haciendo un ceño, volteo a la ventana de nuevo para ver nada. Él se había ido. No se había poder ido tan rápido.
Sacudo mi cabeza para sacármelo de la mente. Él no era lo que esperaba o lo que imaginaba. Era mucho mejor.

Obsesionado || Mario Bautista [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora