Obsesionado || Mario Bautista [TERMINADA]

XIII

-Narradora-

"Déjame, no me toques!" ella le gritó.

Inmediatamente, Mario se paró y la jaló del brazo parandola también.

"A mí no me gritas!" él le gritó de vuelta pero con más fuerza, "ahora, vas a llamarle a tus padres y les dirás lo que yo te digo o te las verás conmigo!"

Como Yuliana no le contestaba, Mario le gritó una vez más, "Me oíste?!"

"...S-Sí," contestó aún llorando.

Mario la dirige hacia la sala y la obliga a sentarse en el sofá. Después le explica todo lo que va decir cuando le de su celular.

Él se lo da y ella lo toma asustada. Luego le marca a su mamá y da un gran suspiro.

"Mi vida, donde estás? Ya es tarde, te he estado esperando," su mamá contestó preocupada.

"M-Mamá..."

"Qué pasó Yuli? Qué tienes?"

Con Mario apuntandole el arma, ella no pudo decirle lo que en realidad estaba pasando. No tenía otra opción mas que decir lo que Mario le había dicho.

"Me fui d-de viaje," ella mintió.

"Qué? Adónde?"

"No te puedo decir por que n-necesito tiempo para pensar en lo que quiero hacer," entonces ella ya no pudo controlar su llanto.

"Yuli, me estás preocupando más de lo que ya lo estoy. Dime donde estás y voy por ti," dijo su mamá.

"Estoy bien," dijo limpiandose las lágrimas, "es sólo que, te voy a extrañar."

"Cariño, piensa bien en lo que estás haciendo. Si esto es lo que quieres está bien, te daré tu espacio pero si no, aquí estaré esperándote con los brazos abiertos, ok?"

"Ok," respondió ya un poco más calmada, "tengo que irme, luego te llamo, bye ma."

"Adiós Yuli."

Fin de Llamada.

"Así me gusta," dijo quitándole su cel.

Ella se quedo callada, mirando hacia la nada. En pocos segundos comenzó a llorar de nuevo.

Una vez más, el tono en que le hablaba a Yuliana, cambia.

"No me gusta verte llorar," dice haciendo su pelo hacia atrás, "sólo no me hagas enojar y estaremos bien sí?"

Era como si Mario tuviera doble personalidad. Al principio se comportaba como loco, luego lindo y viceversa.

"Está b-bien," ella contestó con el miedo de que se enojara de nuevo.

Mario la abraza con tanta ternura que casi se le olvida que él la había secuestrado y casi violado.

"Casi es hora de dormir pero estoy seguro que tienes hambre, ahorita te preparo algo."

"No tengo h-hambre."