Obsesionado || Mario Bautista [TERMINADA]

XV

Comienza abriendo uno de los cajones donde normalmente guardaría sus pijamas y para su sorpresa, ahí estaban. Después de abrir los demás, se decide por las pijamas rosadas. Antes de cambiarse, cierra su puerta con seguro, pues tenía miedo que Mario le hiciera algo. Minutos después, se fue acostar pero no podía dormirse. De pronto, llega Mario tratando de entrar, pero como la puerta estaba cerrada con seguro, decide tocar.

"Yuli, soy yo Mario. Abre la puerta, tengo algo para ti," le dice detrás de la puerta.

En lugar de dejarlo entrar, se hace la dormida mientras lo escucha hablar.

"Estás dormida?" Mario pregunta.

Pero no hubo una respuesta.

"Te lo voy a dejar aquí afuera, para que lo veas cuando despiertes," dijo finalmente.

-Narra Yuliana-
Escucho sus pasos alejarse poco a poco y espero hasta no oírlos más. Antes de abrir la puerta, me fijé por abajo para asegurarme que ya se había ido. Pero no pude ver nada, aquéllo que me había traído cubría la abertura. Abrí la puerta lenta y cuidadosamente para que no me escuchara. Entonces me encontré con una caja de regalo gigantesca. Era de color oro con un listón rojo y brillante. En ese momento, estaba indecisa, no sabía si quería empujarla adentro o sólo dejarla ahí.

Que hago, que hago.. pensé.

Mi curiosidad era más fuerte que cualquier otra cosa, así que al final, terminé empujando el regalo adentro de 'mi cuarto'. Me senté frente al gran regalo que probablemente era dos veces el tamaño de mis muebles y me quedé mirando.

Que podra ser? Lo abro? Será algo peligroso? Pero y que tal si de alguna forma me sirve para salirme de aquí? Nah, él nunca me daría algo útil para huir, o sí? Esas y otras miles de preguntas pasaban por mi mente. Al final, me paré y tiré del listón rojo. Esto hizo que el regalo se abriera en 4 y revelara un oso de peluche del mismo tamaño que la caja. Me quedé boca abierta por un segundo y luego una pequeña sonrisa comenzó a formarse en mis labios.

"Te gusta?" me pregunta una voz áspera y gruesa.

Volteo a ver al chico de cabello plateado lleno de felicidad, probablemente esperando un acto de agradecimiento de mí.

Coloqué un mechón de mi pelo detrás de mi oído y dije "Sí" tímidamente. Él sólo sonrió.