Capitulo 14- La gran fiesta

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Los labios de Jaden se movían contra los míos en una danza suave, lenta y cadenciosa, y todo mi cuerpo reacciona ante eso. Todo mi cuerpo grita y canta debido a la adrenalina que me invade.

No puedo pensar. No puedo respirar.

Una mano áspera, grande y firme se posa en mi mejilla y un escalofrió me recorre cuando siento como sus dedos largos se curvan en mi cuello. Entonces, me sostiene con firmeza antes de inclinarse para besarme con más profundidad.

En ese momento, mis manos temblorosas reaccionan y se aferran a las hebras oscuras de su cabello.

La lengua de Jaden se abre paso a mi boca en un beso hambriento, violento y feroz cuando mis manos se deslizan hasta su cuello.

No sé cuánto tiempo pasa antes que Jaden se aparte de mí.

Mi corazón no ha dejado de latir a toda marcha, mis manos no han dejado de aferrarse a él, y el sonido de nuestras respiraciones es lo único que puede escucharse.

Mi cuerpo entero tiembla debido a la adrenalina y ansiedad, transformándose en un incomodo aturdimiento que se ha apoderado de mí.

Poco a poco, empiezo a ser más consciente de mí misma. Sin realmente estar lista para afrontar la realidad, a abrir los ojos. Pero lo hago.

-Yo...

Al ver sus ojos grisáceos observándome atentamente me ponía de nervios, sentía la sangre subir hasta mi rostro, ruborizándome por completo.

Sin saber que decir ante la situación, bajé la mirada hacia el suelo.

¡Dios! Esto es tan difícil...

-Yo... lo siento Jad. No debí hacerlo- Me levanté inquieta sacudiendo a la vez mis pantalones, quitando de ella la arenilla impregnada.- Esto está mal, no debería haber ocurrido...

Crucé mis brazos sin saber qué hacer. No quería mirar la reacción de Jaden en estos momentos. No sé si él tendría la misma reacción a la mía, o quizás diferente, pero no quería averiguarlo.

Aún así por el rabillo de mis ojos noté que él estaba aún quieto en el suelo, sin mover ni un musculo, sólo yacía allí, viendo el fuego desvanecerse de apoco.

-Es tarde, debemos irnos –Habló después de unos segundos, que para mí fueron una eternidad.

Se levantó y se encaminó hacía su auto sin decir nada más.

Yo en cambio me quede allí parada como necia viendo como él se iba.

¿Es que acaso piensa dejarme aquí? ¿En medio de la nada?

-Jaden- Lo llamé, pero hizo omiso a mi llamado.

Caminé rápidamente hacia él, quedando a unos metros de distancia. -Hey. Te estoy hablando- Volví hablar.

Al parecer no nota tu presencia

O solo no quiere responderte...

-Jade...

-Solo sube.- Me interrumpió luego de subirse a su auto. Imitándolo después.

-¿Me puedes decir qué diablos te picó?

Fijó su vista en mi por unos milisegundos, ignorando mi pregunta encendió el motor del vehículo y arrancó hacia la carretera.

El trayecto fue realmente incomodo, no cruzamos ni una palabra en todo el viaje, la tensión se sentía en el aire, pero no sabía el porqué, del comportamiento de Jaden.

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