Capitulo 21 - Todo salió a la luz

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Caminaba por el espesor de la niebla rozando con las ramas de los arboles.

El frio del entorno se colaba a través de mis huesos, emanando vaho de mi boca.

Mire a mis pies descalzos y el pequeño vestido color crema que traía, provocando que la piel se erizara.

Observé el alrededor, envolviendo mis brazos a mi cuerpo, frotándolos repetidas veces, tratando de conseguir algo de calor.

En una, a lo lejos logreé ver algo tumbado en el suelo. A paso acelerado me acerqué, tomando un poco más de forma.

Lo que vi, no lo podía creer.

Me tiré de rodillas al suelo sin importar nada, con preocupación tomé su mano. Estaba congelada, como hielo; Sus ojos se encontraban abiertos en par al igual que su boca.

Quería gritar de la desesperación, quería llorar a mares, pero no podía, nada salía de ello. Solo me quede ahí, rígida observando su cuerpo.

Bajé la mirada de su rostro a su cuello. Fue cortado brutalmente. Todo parte de su cuello hasta el pecho estaba cubierto con sangre.

¡Quien podría hacer esta atrocidad!

¡Por Dios!

De repente sentí un fuerte jalón de mi cabello, extendiéndome hacia atrás.

Vi unos ojos frente a mí que se me hacían conocidos. Era igual, pero esta era de otra manera más escalofriante. En su boca se le formo una pequeña sonrisa maliciosa, asomándose de ella unos afilados colmillos.

Cerré mis ojos de golpe, esperando lo que sucedería, pero no fue lo que esperaba. De un segundo a otro sentí un afilado metal pasar por mi cuello.

Abrí mis ojos. Sintiendo la sangre caer por mi cuello.

Abrí la boca tratando de respirar, pero era imposible.

Frente a mí, ella se acerco con una sonrisa en su rostro, me agarró con fuerza del cabello y sito aquellas palabras con serenidad.

"Te destruiré de la manera más dolorosa..."


Desperté de golpe, sintiendo una pesada presión en mi pecho impidiéndome respirar. De mi frente caían pequeñas gotas de sudor produzco de la calor que sentía en esos momentos.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño. Lavé con agua mi rostro. Se sentía bien, fresca, helada.

Me observé con detenimiento en el espejo, pensando de qué se trataba esa pesadilla.

¿Cómo?

Ella...

Aquella chica que vi en el bosque aquella noche.

¡¿Ahora apareciéndose en mis sueños?! Mejor dicho, pesadillas.

¿A caso es un tipo de brujería?

Habian pasado tres dias desde que salí del hospital, y desde esos dias que permanecí alli, he tenido la presencia de esa chica en mis sueños, llevaba asechándome hace varias noches.

-Creo que me estoy volviendo loca... -Murmuré moviendo la cabeza en negación.- ¿Que esta ocurriendo realmente?

Y la única persona que tenía esa respuesta, era aquel chico de cabellos negros y de mirada penetrante. Él era la única persona que debía aclararme esas malditas dudas.

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