Ya era viernes y estaba completamente feliz. Sé que solo llevo 5 días, pero la escuela para mí, nunca ha sido mi amiga.
Por supuesto, el fin de semana hare mi típico ritual de pasar el día tumbada en la cama, veré películas y comeré hasta que mi estomago no pueda mas... Pensar en la comida produce que me de apetito.
Observe a los alrededores del instituto, viendo que la mayoría de los alumnos se habían ido. James, como siempre desaparecía y me abandonaba. Seguí buscando con la mirada entre las pocas personas que se hallaban, esperando que por arte de magia apareciera alguien conocido, para pedirle un aventón hasta el pueblo. Encontrando de pronto a la persona perfecta para eso.
-¡Elliot!- Lo llameé. Se detuvo, mirándome con una ceja alzada, mientras que aceleraba el paso hacia él. -Necesito que me hagas un favor ¿sí?-lo mire suplicante con ojos de cachorrito.
-¿Qué paso ahora?- cruzo los brazos, esperando que respondiera.
-Me puede llevar al pueblo, por favor. Necesito hacer unas compras. Si no puedes, no importa, veré como llegar- le sonreí como una niña pequeña.
-Sabes que te diré que si Leah -suspiró- Vamos, sube a la camioneta.
Camine por el estacionamiento a un lado de Elliot. Llegamos y lo primero que hizo él, fue abrirme la puerta de copiloto introduciéndome en el interior. Subiendo a los segundos después él. El motor rugió, saliendo del aparcamiento, dirigiéndonos al pequeño pueblo de Cotswolds.
-¿Por qué Kaylee no ha venido estos días a clases?-pregunté. Mirando a través de la ventana los arboles.
-No se ha sentido muy bien...-se rascó la parte de atrás de su cabeza algo nervioso.
-Aja- dije no muy convencida, mirando sus gestos.- Sabes... aun no me has presentado a tu hermano. Ustedes se ven agradable, me pregunto si lo será también.
-Si... puede ser... Pero ni se ha presentado en el instituto, así que no te prometo nada.-me sonrió de lado, volviendo los ojos a la carretera.
-Esta bien.
-y ¿por qué quieres ir al pueblo?-preguntó Elliot
-Necesito hacer algunas compras. Nos falta mercadería, y yo soy la encargada de hacer eso.
-Interesante... y ¿necesitas acompañante?- Me observo unos segundo. Me di cuenta que ya habíamos llegado a la tienda. Sin responder a su pregunta, baje del automóvil. Él entendió de inmediato la señal, Bajando también.
Entre caminando hacia los pasillos buscando lo que necesitaba. Tomé un carrito llevándolo conmigo.
Ya estaba casi lleno, solo me faltaba una cosa y listo. Busque en cada pasillo de la tienda sin tener resultados.
-¿Qué buscas?- Elliot miro los que se hallaba en los estantes.
-Necesitas...-miro los paquetes que habían- eh... tampo... ¿tampanes?- Me miro con las cejas alzadas, sonriendo de lado sin entender.
-Tampones -Me reí al verlo confuso.- y si lo necesito, gracias.- se lo quite de las manos echándolo al carrito.
-Nunca en mi larga vida he entendido como se usan esas cosas... -murmuró para él, pero logre escucharlo, dibujándose una sonrisa en mis labios.
-No querrás saberlo -lo miré. Sus cejas se alzaron más de lo debido, sin comprender.- Y no preguntes el porque. -Lo interrumpí antes que hablara.
-No lo iba hacer.- Se cruzó de brazos.
-Claro que si...-Deje de sonreír, apoyándome en sus hombros.- ¿En serio no sabes?
-No ¿Tan malo es? - Preguntó confuso.
-No, Elliot -Me dirigí con el carrito a la caja para pagar las cosas.- Algún día lo sabrás...
Empecé a sacas los productos del carrito colocándolos encima de la caja, uno por uno, con Elliot a mi lado.
-Aun no comprendo...
-¿Qué cosa?-dije. Siguiendo en lo mío.
-Eso. Ósea se para que sirve, pero aun no comprendo donde la chica puede ocupar el tampone. - Al escucharlo, me quede rígida. Mi cara se puso como un verdadero tomate. Mire a la cajera que se encontraba allí. Ella lo miro con la boca abierta, provocándole una risa.
-Te lo diré después Elliot. Déjame pagar y nos vamos- Pedí el total, entregándole los billetes. Llevándome conmigo a Elliot hacia el aparcamiento rápidamente.
- Pero si hace unos minutos me dijiste que...
<< ¡¿Es que este chico no dejara de preguntar?! >>
-Elliot. Déjalo ¿si?-Lo mire cansada con las bolsas en mano- Sera para otro día. y... me quisieras ayudar por favor - Lo mire suplicante.
-Claro
***
-Te agradezco por tu ayuda Elliot, a excepción que me dejaste tirada en el estacionamiento. Parecía una retrasada mental, tratando de alcanzarte- Me apoyé en la puerta de la camioneta mirándolo. Él solo se rió negando con la cabeza.- No me parece gracioso Elliot- Sonreí irónicamente.
-Para mí si- Se encogio de hombros
-Bueno... gracias por traerme.- le sonreí en forma de despida, caminando a la entrada de mi casa.
-Leah -Me llamó
-¿si?
-Me preguntaba... Eh si... -Parecía nervioso. Trataba de encontrar las palabras adecuadas para decir.
-Prosigue...
-Eh - Se rasco la nuca, mirando el suelo de la camioneta, para después fijar su mirada en mí.- ¿Te gustaría salir conmigo mañana?-dijo rápido.
-Claro
-Bien -su sonrisa se ensanchó mas- Te pasare a buscar a las cinco ¿te parece? -por lo que asentí y seguí mi camino.
A eso de las doce de la noche, me encontraba en mi habitación, sentada en la cama con la laptop en mis piernas. Escuchaba As you are de The Weeknd. Mire hacia la ventana de mi habitación, viendo a través de ella la blanca luna, que alumbraba la mayoría de mi habitación. Deje a un lado la laptop y me levante caminando hacia ella, me apoye fijándome en las afueras de la casa.
Baje la escala una por una, dirigiéndome hacia la cocina. La casa se encontraba completamente sola, Papá estaba aun en el trabajo y James... no tenía puta idea donde estaba.
Llegue a la cocina sacando de la frutera una manzana, cuando salía de allí para volver a mi escondite, sentí una brisa helada. Deteniéndome por completo, di media vuelta y me fije que la puerta trasera de la habitación, se encontraba totalmente abierta.
-¿Qué mierda?-susurre devolviéndome.
Llegue a ella y mire hacia fuera, a los arbustos sin encontrar algo fuera de lo normal.
<<Que yo recuerdo, la puerta estaba cerrada con llave>>
-¿James? ¿Papá?-Alcé la voz, esperando que me respondieran sin conseguirlo. Solo escuche el eco de mi voz.- Detesto que hagan esto- susurré
Cerré la puerta con llave y apague las luces que se encontraban encendidas. La única luz que alumbraba era una pequeña lámpara a un lado del pasillo.
Empecé a subir la escalera bostezando a la vez. Antes de subir el quinto escalón, sentí una mano cubriéndome la boca evitando que gritara. Solté la manzana, cayendo hacia los peldaños, rodando después en ellos.
Arañe y pateé al que se encontraba a mi espalda sin conseguir que me soltara.
<<¡Maldita sea! ¡Moriré muy joven!>>
Reza Leah, reza...
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ORIGINALS
Ciencia FicciónCotswolds parecía ser un pueblito normal, situado a los alrededores de un frondoso bosque en Estados Unidos, con personas comunes. Pero, las apariencias engañan, más de un misterio ocultaba el pueblo, la gente escondía secretos y a medida que el tie...