SEIS

1.1K 136 18
                                    

Las clases del profesor de Snape no eran exactamente las favoritas de Elisa, aunque eso no tenía nada que ver con el profesor que las impartía,  sino el bochornoso y espantoso clima de la Mazmorra Cinco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las clases del profesor de Snape no eran exactamente las favoritas de Elisa, aunque eso no tenía nada que ver con el profesor que las impartía,  sino el bochornoso y espantoso clima de la Mazmorra Cinco.

En el momento en que el profesor anunció que verían la poción crece pelo, de la cual les había pedido investigar previamente, Elisa se llevó ambas manos a la cara, recordando de pronto el libro que debió haber seguido buscando después de su encuentro con Wood en la biblioteca, pero que había olvidado totalmente por haber pensado en el muchacho.

Oliver Wood no dejaba su cabeza últimamente, lo cual apenas le preocupaba, pero si le absorbía mucho tiempo por pasar el rato reflexionando sobre cosas triviales como el color de sus ojos o la forma en que su sonrisa iluminaba su rostro...

—Sparrow —la voz del profesor Snape hizo que volviese a la realidad —. ¿Puede contestar mi pregunta?

Elisa miró inconscientemente a su lado, hacia el asiento vacío de Charles. Su amigo se encontraba en la enfermería desde la mañana, puesto que había tenido un pequeño problema con el desayuno y no había dejado de vomitar después de ello... La señora Pomfrey le había dicho a Elisa que debía pasar la mañana descansando, y por su anterior trato sobre el visitar a Oliver Wood durante una semana, ella no podía verlo hasta mañana, cuando se encontrase mejor.

—¿Podría repetirla, señor?—pidió Elisa.

—¿Cuál es un ingrediente de la poción crece pelo?—inquirió, con un no tan disimulado tono de fastidio en su voz.

Elisa asintió, sopesando la pregunta. Aunque como la verdad no tenía idea de nada respecto al tema, se rindió a los pocos segundos.

—Sinceramente profesor, yo...

—¡Quidditch!—gritó alguien de pronto, y Elisa supo inmediatamente de quien se trataba. Oliver Wood se había puesto de pie en su lugar y parecía un poco nervioso, como si acabara de percatarse de lo que había hecho.

—¿Que tonterías dice, Wood?—Snape lo miró mal—. No puede interrumpir mi clase sólo porque si. ¿Acaso cree que tiene privilegios por aparentemente ser un buen jugador? Cinco puntos menos para Gryffindor.

Después de ese incidente, Snape se olvidó de Elisa y la clase siguió sin otro percance. Bueno, casi. Rose, la cual fue su compañera ese día, tampoco era tan buena en esa asignatura, así que puede que la poción no luciera tan verde como debería... Snape les encargó a ambas hacer un ensayo sobre ella para la siguiente sesión.

—¡Oliver!—Elisa lo alcanzó al terminar la clase, después de despedirse de Rose, tomándolo del brazo para captar su atención—. Gracias por lo de allí dentro, fuiste muy amable conmigo.

Oliver asintió, pero luego negó.

—De nada, aunque yo sólo... Recordé que tenía práctica después de la clase y se me escapó—dijo, pero Elisa no le creyó ni una palabra—. Justo ahora debo irme.

Soltó su brazo y le sonrió.

—Aún así me has salvado del profesor Snape, así que te lo agradezco.

Él terminó sonriendo igual.

—No tienes por qué agradecerlo, Elisa.

Mientras Oliver se alejaba, Elisa se lamentó el no poder acercarse a la enfermería para visitar a Charles. ¿Cómo iba a esperar hasta el siguiente día para contarle aquello?

Fever; Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora