el sostén

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Narra Caleb

Trabajar, trabajar y nunca descansar, ese era mi lema de todos los días, yo sinceramente creo que me saldrán músculos por todo lo que tengo que fregar los platos y la cocina y luego me sigo ejercitando sacudiendo los muebles de la casa y eso es todo los días, por lo menos duermo hasta tarde, porque si no ya habría muerto por el cansancio.

Hoy me tocaba lavar la ropa, porque lavar hace bien y es bueno para la salud te limpia los poros, y he aquí mi forma de ver el que hacer de la casa más divertido de lo normal, pero no resulta nada funciona. Me dirijo a donde se encuentra la lavadora y primero la ropa blanca, voy metiendo la ropa hasta que sale la ropa interior, quedo pensativo que rayos hago con esto los meteré total todo se lava no creo que les pase nada, sigo echando la ropa hasta que me topo con EL SOSTEN que rayos siempre veía los de mi mama pero esto es raro tocar uno no se da cosita además es peor si eres un hombre tan macho pecho peludo como yo, tengo curiosidad ¿Cómo se colocan esto? Siempre dicen la curiosidad mato al gato, pero el gato murió sabiendo asique que más daba intentarlo pase los brazos por los lasos del sostén y lo abroche en la parte de atrás, esto era realmente cómodo. Yo me pregunto porque no abran sostenes para hombres cuando me los estaba sacando siento la puerta de la entrada abrirse creo que Alex ya llego de hacer las compras.

Dejo los sostenes en la lavadora y la hago funcionar y me dirijo hacia el comedor para ordenar lo que acababa de comprar mi jefecita.

-¿compraste todo?-le pregunte al llegar a la cocina.
-si eso creo.
-está bien.

Cada vez que la miraba me recordaba lo que hice hace unos minutos atrás con sus sostenes, pero no sentía ningún remordimiento puede que suene raro pero no me arrepiento de haber usado su sostén.

-Alex te puedo hacer una pregunta.
-si dale.
-¿Cómo se siente usar sostén?

Dejo de hacer lo que estaba haciendo para quedárseme mirando fijamente con una expresión que no sabría definirla muy bien.

-¿y tú por qué quieres saberlo?
-no lo sé, simple curiosidad.
-no se siente nada, bueno dependiendo del sostén.
-que loco.
-y a veces son muy incomodos.
-es raro conversar de esto ¿no lo crees?-le pregunte.
-si lo es y demasiado, pero tu preguntaste, y yo como buena persona que yo te respondí.
-le debí de haber preguntado esto a mi mamá.
-pienso igual que tu.

No seguimos hablando sobre el tema del sostén pero creo que en algún instante se lo tengo que decir pero creo que ese momento no pasara muy pronto o mejor que no pase nunca, no hice nada más y me dedique a guardar la compra que había traído Alex, se me paso rápido el día.

Narra Alex

¿Cómo se siente usar sostén? Porque carajo me hizo esa pregunta no comprendo, que saca el con saber cómo se siente, jamás entenderé al simio, ninguno de los dos quiso seguir hablando sobre el tema me estaba a punto de ir a mi habitación cuando tocan el timbre grito un: VOY para que Caleb siguiera guardando la compra, al estar frente a la puerta la abro dejándome ver a una mujer de unos 28 le calculo yo con perritos en una caja le dedique una sonrisa pero mis ojos no se podían apartar de la vista de los cachorros que habían dentro de la caja.

-buenas tarde estoy regalando a los cachorros para que tengan un lugar donde vivir ¿quieres uno?
-pero ¿Por qué los estas dando? Si son una ternurita- dije mientras me agachaba para acariciar a los cachorros.
-porque el refugio ya tiene demasiados animales y ellos son los más nuevos por esa razón les buscamos un hogar para que sean felices.
-está bien quiero uno.

No dude en aceptar a un cachorro, se veían todos iguales pero hubo uno que me llamo la atención estaba acurrucado en el fondo de la caja y con los ojitos cerrados, acerco mis manos a el y lo tomo con cuidado de no hacerle daño. Lo acurruque en mis brazos.

Un Idiota Entrando En Mi Casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora