conociendo extrañas, amigas, y traseros.

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Sigue narrando Alex

Estos es incómodo después de haber meditado por unos breves segundos lo del hotel nos sentamos los 5 en la sala, bueno 6 contando a bam bam, pero nadie decía nada como siempre todos nos mirábamos unos a otros yo evitaba mirar a Caleb no sé por qué pero así era. Como siempre pasaba yo soy la primera que rompe el silencio.

-explíquenme porque están aquí-les dije mirándolas a las tres.
-bueno mi ropero se descompuso y necesito otro portal para llegar a Narnia-me respondió irónicamente.
-no te servirá el de acá ya probé con el mío y con el de Alex-el que le respondió fue Caleb quien se ganó una mirada de curiosidad de las demás pero en mi caso se ganó una mirada confusa y ofendida a la vez.
-ósea que además de ocupar mi sostén y quedarte en mi casa te metiste en mi armario para ver si estaba el portal hacia Narnia-lo que acababa de decir era más como una pregunta demasiado larga en vez de que sonara como una confirmación de lo que acababa de escuchar.
-y dale con lo mismo, yo no viviría acá si tú no habrías dejado.
-te recuerdo quien fue el que me lo pidió-le respondí a Caleb
-pero pensé que como la mayoría de las personas me dirías que no.
-te di una oportunidad porque no me pareciste malo-eso lo dije desde el primer momento no hay nada que ocultar en eso.
-si te das cuenta de ¿que 6 pares de ojos están viéndonos pelear por cosas sin sentido alguno?-al momento de terminar fue como si nos hubiéramos sincronizados y giramos nuestras cabezas en dirección hacia ellas quienes desviaron la vista rápidamente.
-ustedes, no los entiendo-acababa de decir una de las tres extrañas.
-¿me pueden decir quiénes son? Porque aún no lo sé y necesito respuestas ahora-les dije a las extrañas en frente de mí.
-estate atento porque solo lo diremos una vez-le dijo una de las extrañas a Caleb.
-para el carro hay amiga, solo yo lo puedo tratar de ignorante ¿no es cierto Caleb?
-si tienes razón Alex-dijo él.
-lo ven-les dije dándole una mirada de reproche a la que lo trato de ignorante.
-okay nuestros nombre son Raven, Lauren, Samantha-cada vez que decía un nombre apuntaba a una de  las tres la castaña era Raven, la de las puntas azules era Lauren y la que me pego la cachetada era Samantha.
-okay ahora que las conozco díganme otra vez ¿Qué carajos hacen en mi casa y como consiguieron mi dirección?
-bueno estábamos aburridas en casa y lo de tu dirección jamás lo sabrás- me dijo Raven.
-y tú y yo tenemos que arreglar algo pendiente-me dijo Sam a mí.
-¿qué cosa?- Le pregunte confundida por lo que me acababa de decir ¿de qué tendríamos que hablar? Pensé yo.
-de que estoy sentida contigo-me respondió.
-¿y que te he hecho yo para tener tal sentimiento hacia mi persona?
-no me has llamado-me dijo asiéndose la ofendida.
-es que me lo diste recién hoy en la tarde, quería esperar a los tres días-le dije.
-¿Qué eso de los tres días?-pregunto Caleb  ganándose una mirada de confusión por parte de las cuatro mujeres que estábamos ahí, creo que Caleb se cohibió por que comenzó a bajar la cabeza hasta no permitir que nuestras miradas toparan con su vista.
-yo se lo explico- les dije a las demás tratando de evitar que hablaran con él.
-está bien explícaselo tu-me dijo Lauren.
-mira pequeño Caleb, la regla de los tres día se basa en que cuando una persona te da su número de teléfono no lo llamas al otro día  porque te verías muy desesperado, el segundo día es para causar misterio pero cuando llega el tercer día recién puedes llamar a esa persona.
-entonces es como hacer que no te importa esa persona por dos días y al tercero lo llamas fingiendo que nada paso los días anteriores.
-vez aprendes rápido simio-le dije.
-me alegro por mí-me respondió con una sonrisa en su cara.
-volviendo al tema, Sam ¿le diste tu número de teléfono a alguien que acababas de conocer?-le pregunto Lauren.
-no ¿Cómo crees? Solo dije en voz alta y cito “no me llames al 755538941”- le respondió Sam.
-ha entonces estamos bien has aprendido con el tiempo-le respondió de vuelta Lauren.
-jamás las entiendo, cosas de chicas.

Después de resolver el problema las invite a comer  y ellas no se negaron así que prepare la comida, Caleb ponía los servicios en la mesa. Contábamos historias de todos sin importar lo vergonzosas que fueran, Sam conto una en donde le respondió de cierta forma a su mama y jamás se volvió a repetir ese momento en su vida.

-espera hay ¿le respondiste sarcásticamente a tu Mamá?-le pregunte yo.
-si es que vi el momento y estaba predestinado para decirle a mi madre una frase sarcástica.
-¿Por qué todos son sarcásticos hoy en día?
-sencillo el sarcasmo es nuestra única defensa-dijeron a la vez Caleb y Sam.
-huuu amiga-dijeron ambos nuevamente pero ahora chocando los 5.
-todo esto es raro-les dije.
-cierto-me apoyaron las demás.
-jamás llegare a comprenderlos.
-¿y para que quieres eso Alex?- me pregunto Raven.
-para descubrir que tan perversas son sus mentes a la hora de idear o pensar algo.
-ya no se puede hacer nada, no salimos así.
-sinceramente no lo entiendo mi hermana es igual a ellos.
-lo que pasa es que a ciertas personas les cuesta más expresarse de la forma en la que lo hacen ellos, pero en cambio a ellos les sale natural.

Al pasar de las horas las chicas se tenían que ir pero no sin antes ponernos de acuerdo para salir algún día de compras o por lo menos invitarlas a la casa con los demás, con Caleb nos quedamos conversando un rato más y cada uno se fue a su habitación para poder dormir pero yo a diferencia de él me lleve a bam bam conmigo, cuando pasaron unos minutos me levante de la cama y cojo al perro en mis brazos salgo de mi habitación y me dirijo a la de Caleb.

Entro sin hacer ruido para no ser descubierta aunque no lo creo el condenado está más dormido que una mula me acerco a él y dejo el trasero de bam bam en su cara. Salgo y me dirijo a mi habitación asiendo de cuenta de que nada ha
Pasado.

Un Idiota Entrando En Mi Casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora