corazón, angustia y abrazos eternos

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Narra Caleb

Me encontraba un poco nervioso no sabía que pasaría en aquel lugar pero en este momento había algo mucho más preocupante que esas carreras… se me están pasando los fideos saco rápidamente la olla del fuego y apago la cocina. Y con mi maravillosa y sutil voz llamo a Alex.

-¡ALEX!
-¡VOY!

Esta niña sí que sabe, sirvo los platos y espero a que baje para comenzar a comer.

-tú lo único que sabes cocinar son fideos ¿no es así?-me pregunto mientras se echaba una porción de fideos a la boca.
-estuviste enferma así que debes comer ligero así que hay reglas para esta noche: nada de alcohol, nada de comidas exóticas y menos ingerir drogas.
-Caleb se lo que tengo que hacer además no es la primera vez que me enfermo.
-por actitudes como esa me tengo que preocupar por ti, digo por tu salud-me corregí en el instante.
-Caleb solo voy a correr y luego nos vendremos.
-si pero aquí el tema es que tienes que comer bien.
-si lo sé, ya déjalo hasta pareces mi mamá.
-no tengo voz de mamá.
-no pero te comportas como una.

(Ese mismo día en la noche)

-Alex no se tipo de ropa usar.
-Caleb nunca has visto una película de chicos malos o donde el protagonista es malo.
-no lo sé ¿Por qué preguntas?
-Caleb en estos lugares se utilizan chaquetas de cuero la mayor parte de la ropa es negra.
-pero no tengo calzoncillos negros-me eche a llorar falsamente y me tire a mi cama provocando su risa.
-no seas idiota, solo ponte algo que no llame tanto la atención y que mayormente sea negro.
-¿y tú porque no estas vestida aun?
-por qué me llamaste justo cuando me estaba por cambiar.
-ya no hay excusas a cambiarse señorita-me pare de un salto de la cama y la eche de mi habitación.

Se fue dejándome solo, busque por todo mi armario hasta que encontré el atuendo perfecto ahora solo había que producirse para la noche.

(Una hora después)

-Alex ya baja se nos ara tarde.
-si te esperaras cinco minutos cada vez que dices esa frase podría terminar a tiempo.
-por dios es que te demoras mujer.
-si pues tú también lo haces-grito ya un poco más enojada.
-solo baja.

Espere unos minutos pero no la sentí bajar tenía mi mirada hacia el suelo mirando mis pies hasta que sentí un carraspeo que me hizo levantar la mirada.

No podía creer lo que estaba viendo era la mujer más hermosa que jamás haya visto en mi vida llevaba una polera blanca pegada al cuerpo y una chaqueta de cuero negro encima además unos jeans y unas converse negras y el pelo lo llevaba suelto al natural.

-¿no estabas tan apurado?-me pregunto con una sonrisa burlona.
-sí, digo no, quiero decir si ya vámonos.

Tomamos nuestras cosas y salimos de casa pensé que nos iríamos en su moto pero creí mal.

-¿no iremos en la moto?
-nop, iremos en el auto ya que la mejor moto que tengo esta haya.

Nos montamos en el auto y a los cinco minutos más o menos llegamos, Alex se bajó con mucha naturalidad mientras que yo observaba todo a mí alrededor viendo alguna ruta de escape por si era necesario, lo que más me sorprendió ver fue una ambulancia cerca de un kiosco.

-¿no es lo que esperabas, cierto?
-nop, esperaba ver tipos malos fumando por doquier, mujeres no muy vestidas y esas cosas que dicen que hay en las carreras.
-amigo no todo es como en las novelas que lees.
-pues debería, la chica “mala” se queda con el chico y viven felices para siempre y sin ataduras a nada.
-y que pasa si la chica “mala” no es mala y solo quiere a alguien para que este con ella.
-no lo sé, nunca he leído algo así.
-Caleb mira no he tenido nunca una relación con alguien y a veces sin importar como te etiqueten es necesario tener a alguien que te quiera, te abrace y te diga que jamás te va a dejar aunque eso ultimo sea mentira.
-¿Por qué piensas que todos te dejaran?
-por qué lo sé nada más, las personas que si te necesitan a ti se quedaran para siempre, y los que nada quieren a tu lado se justificaran con un “jamás te dejare”
-¿y no crees que algunos lo puedan decir enserio?
-mira para mí un “jamás te dejare” es un aviso de que esa persona me dejara por eso me cuesta un poco aceptar a las personas a ti aun te digo que te puedes ir y se lo digo a cada persona que entra en mi vida. Porque tengo algo en claro si yo quiero a alguien en mi vida tiene que ser para siempre no solo por unos años.
-muy bien dicho sobrina.
-tío, que bueno verte después de tanto tiempo-después de salir de mi estado de shock observe a Alex abrazando a un señor como de unos 30 años espere unos segundos y se separaron.
-ay mi pequeña princesa ¿lista para correr?
-siempre.
-¿y quién es este muchacho?-pregunto el sujeto al que aún no le conocía el nombre.
-me llamo Caleb Reynolds, un gusto.
-Paco Rodríguez igualmente.
-¿es mexicano?
-si ¿algún problema?
-no solo que no sabía que Alex tuviera parientes de allá.
-pues ahora lo sabes muchacho, princesa ve a prepararte que ya van a empezar las carreras.
-Okay tío, Caleb no hagas nada malo por favor.
-niño quiero que me escuches bien seas o no su pareja aun si eres solo un amigo de ella no la ilusiones con que te puedes quedar para siempre con ella si lo dices dilo enserio.
-aun no sé si quiero o no.
-cuando Carly se fue de la casa ella acudió a mi quería drogas y estar involucrada al cien por ciento en este tema de las carreras, pero no la deje por que la quiero y por qué es mi familia y a la familia se le protege.
-me ha contado muy poco lo que sucedió con Carly.
-ya llegara el momento, solo prométeme que si te vas la harás feliz hasta que llegue ese momento.
-daré lo mejor de mí.
-ven vamos a ver a mi sobrina ganar esta madre.

Nos ubicamos en una especie de torre en donde se podía ver perfectamente todo el circuito cada moto tenía un color distinto Paco me había dicho que el color de Alex era el rojo así que no deje de mirar esa moto en todo el transcurso de la noche. En la cuenta regresiva mire en la dirección de Alex y vi que me estaba observando la mire por unos segundos que parecían una eternidad y me guiño sutilmente el ojo para luego dar inicio a la carrera.

No podía a mas sentía el corazón en la garganta con cada vuelta, maniobra o derrape mi corazón daba un giro inesperado tenía una angustia dentro de mí y no sabía si era porque era la primera vez que veía una carrera así o porque Alex estaba por ganar la carrera, quedando una vuelta para terminar ya no pude mirar más, baje de la torre en la que estaba y me dirigí a la línea de meta todos gritaron en el momento en que se bajó de la moto y yo lo único que supe hacer fue correr a abrazarla.

-¿tanto te preocupaste?-me pregunto mientras aun la tenía abrazada.
-no quieres saber.
-estoy bien, no te tienes que preocupar ven vamos a casa ya es tarde.
-espérate un poco solo quiero asegurarme que no te hiciste daño.
-y eso lo consigues mediante un abrazo-me dijo con un tono burlesco
-sí, cada quien con sus formas ¿no?-reí levemente asiéndola reír también a ella.
-vamos a casa te prometo que allá te seguiré abrazando ven vámonos.
-me vengare si no lo haces.

Después de separarnos del abrazo eterno según ella nos despedimos de paco, no adentramos en el auto y nos dirigimos hacia la casa.

Un Idiota Entrando En Mi Casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora