las mejores historias comienzan relatando un mundo ante tus ojos Quizás eso aquí no sea suficiente no pienso crear un mundo imaginario lleno de cosas felices yo cree mi mundo viendo la realidad "aceptándola" de cierta forma porque sino Qué sería de...
Me estaba terminando de vestir ya que esta noche saldría con Caleb, ni yo sé cómo paso eso solo sé que después de la conversación en la playa le pedí salir y luego los chicos me dijeron a donde podía llevarlo y lo mejor que estaba cerca de la casa, básicamente esto fue lo que paso.
Flashback
-no sé por qué te estoy contando todo esto. -por qué no te juzgo. -oye ¿quisieras salir mañana? -¿Cómo en una cita? -si se podría decir que si-le dije mientras le sonreía estaba feliz por dentro por lo que nos ha estado pasando en este último tiempo. -ay dios mío-se le veía sorprendido. -¿Qué pasa?-le pregunte confundida por su reacción. -jamás pensé que la primera cita que tuviera en mi vida fuera pedida por una chica. -alto hay ¿jamás haz tenido una cita? -nop, no soy muy sociable con el sexo contrario. -¿quieres escoger el lugar tu o yo? -no espera un segundo tú me invitaste a salir no yo así que a ti se te tiene que ocurrir un lugar a donde llevarme a comer. -okay señor don mandón. -solo ejerzo mis derechos como invitado, esto sería al revés si te hubieras aguantado tan solo un día pero no la niña tenía que hacer de las suyas. -si te vas a poner así no salimos a ningún lado. -oye pero no te enojes-me dijo el con una vocecita graciosa lo que causo que me riera levemente. -¿te parece a las ocho? -okay, voy a ver si me da tiempo de arreglarme-dijo el de manera desinteresada mientras se miraba las uñas asiendo el papel de mujer en la situación. -okay me retiro adiós princesa-le dije lanzándole en un beso en el aire y sin decir nada más me retire del lugar.
Fin del flashback
Ya estaba en frente de la puerta de Caleb espere a que dieran las ocho y toque a su puerta tenía un pañuelo en la mano para vendarle los ojos ya que sería sorpresa al lugar al que lo llevaría. Luego de unos segundos el me abrió llevaba puesta una camisa de mezclilla y encima un chaleco delgado color burdeo y unos pantalanes azules no pude evitar que mi vista lo recorriera de pies a cabeza.
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Lo quede mirando por un largo momento hasta que me saco del trance diciéndome si ya nos íbamos, le mostré la venda que traía en mis manos y él puso cara de miedo.
-¿confías en mí? -confiar de lo que se dice confiar no pero tengo que en este momento. -eso me hirió Reynolds en lo profundo de mi corazón-le dije mientras le ponía la venda. -¿para qué me vendas los ojos? A parte de que no quieres que vea lo que preparaste. -es una sorpresa. -no salgas con eso, sé que quieres llevarme al cuarto rojo para hacer las cincuenta sombras número cuatro-me dijo el mirándome de forma picara. -¿viste la película? -si un par de veces. -la diferencia entre todo esto y la película es que yo tengo el control de todo. -okay tu llevas el control pero ya enserio quiero saber a dónde vamos- a todo esto ya estábamos en mi auto a punto de llegar al lugar. -Caleb ya estamos llegando. -para tu información no se bailar, me gusta la comida chatarra y me gustan los lugares amplios. -para tu mala suerte una de esas se volvió realidad-dije deteniendo el auto y bajándome para dirigirme al lado del copiloto para ayudarlo a bajar.
