miraditas por aqui miraditas por alla

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Narra Alex

-¿Por qué siempre piensas que quiero algo de ti?-pregunta el.
-porque es solamente ver tu cara imbécil-le respondí obvia.
-pero no es para pedirte un favor.
-¿entonces qué quieres?
-¿me llevarías al zoológico?
-¿no que no era un favor?
-no te estoy pidiendo un favor de estoy rogando, por favor enserio tengo ganas de ir me la paso aquí encerrado sin hacer nada más que limpiar tu casa.
-perdóneme señor, pero le informo que usted trabaja para mí.
-si eso lo se me quedo claro desde el momento en que me lo dijiste.
-¿Cuándo quieres ir?-le pregunte resignada.
-no lo sé este fin de semana.
-tengo que trabajar.
-¿y después de eso? Sales temprano por favor ¿qué te cuesta llevarme al zoológico?-me dijo zarandeándome para todos lados del brazo.
-si dejaras de hacer eso de daría una respuesta.

Dejo de zarandearme pero me quedo viendo con cara de perro degollado, soy muy débil cuando me colocan esa cara.

-Alex ¿por qué me miras?
-yo no te estoy mirando-le dije a la defensiva-solo me quede pensando un momento.
-pero me estabas mirando fijamente.
-eso es lo que crees tú.
-¿me prometes que pensaras lo de la salida al zoológico?
-te lo prometo-le respondí sincera.
-¿con el corazón?- me pregunto.
-si con el corazón- le respondí haciendo una marca en el lugar donde estaba mi corazón.
-tu si sabes Alex.
-obvio,  ahora que se te ocurre que podamos hacer.
-no lo sé.
-¿vamos al parque?
-me parece bien deja voy por mi celular y la correa de bam bam y vuelvo.
-está bien te espero.

Sinceramente creo que el perro lo quiere más a el que a mí, camino hacia el jardín y veo popo en él, el simio luego tendrá que limpiar luego de llegar del parque, desde afuera de la casa lo veo bajar las escaleras bien vestido y todo ¿se arregló para ir al parque? Ni yo hago eso pero he de admitir que no se ve mal, me dirijo hacia el para salir luego de la casa.

-¿todo listo simio?
-si estoy listo.

Llama a bam bam con un silbido y el perro viene corriendo cuando ya le había terminado de poner la correa salimos de la casa en dirección al parque. Era temprano recién eran las dos de la tarde llegamos al parque y le soltó la correa al perro dejándolo libre para que corriera por el parque, me preocupe en el instante ósea es muy pequeño no sabe aún andar por la calle solo, creo que él vio mi cara porque intento calmarme de inmediato.

-tranquila, no le pasara nada él sabe lo que hace- me dijo mirándome a los ojos, por favor los ojos de nuevo no, me coloco la mano en el hombro dando un leve apretón. Yo solamente me quede callada observado el camino por donde ponía sus patitas mi perrito.
-hey de nuevo la mirada, ahora te voy a considerar en vez de mi jefa una acosadora así que ándate con cuidadito ¿entendido?
-ni que fueras tan importante como para que mi bella mirada se pose sobre ti ni que fueras Wade Poezyn.
-no lo seré, pero bien que te he agarrado ya dos veces echándome una  que otra miradita.
-mejor hablemos de otro tema-le respondí tratando de dejar la conversación sobre si le hecho miraditas o no.
-está bien, acosadora sentémonos en aquel árbol ¿está bien?
-si estaría bien-le respondí mientras nos dirigíamos a dichoso árbol del parque.
-qué lindo paisaje ¿no es así?-me pregunto él.
-si el parque es uno de mis lugares favoritos.
-creo que yo no tengo un lugar favorito.
-¿Por qué no tienes uno?
-quizás por que no he encontrado el lugar adecuado para tener un lugar en mi corazón aun.
-que profundo simio.
-tengo una pregunta ¿Por qué me dices simio y no me llamas por mi nombre?-me pregunto confundido.
-la verdad, no lo sé solo comencé a decirte a si y quedo como tu apodo permanente, pero me doy cuenta que no te molesta que te diga así yo creo que solo me preguntas por simple curiosidad.
-creo que tienes razón, no me molesta que me digas así.

Seguimos hablando sobre temas variados como nuestras películas favoritas o libros, pero llego un momento en que reviso su celular para ver la hora, su cara cambio de estar relajado a estar preocupado.

-¿Qué paso?-le pregunte preocupada.
-creo que ya es muy tarde, me tengo que ir.
-Caleb ¿Qué está pasando?
-hice una promesa y la tengo que cumplir lo lamento, pero me tengo que ir.
-lo entiendo, te espero en la casa-le termine gritando lo último ya que salió corriendo bueno que más da que se allá ido.

Narra Caleb

Como siempre yo andando distraído, la estaba pasando también en el parque conversando  con Alex que se me olvido que tengo que ir a donde la abuela voy cinco minutos tarde, por eso Salí corriendo no puedo romper la promesa que le hice, no sé por qué pero no la quiero dejar sola. Estoy a la vuelta de su casa así que apuro el paso para poder llegar tarde, pero a tiempo a la vez, al estar frente a su puerta toco de ella.

-pensé que no vendrías-me dijo al abrir la puerta.
-perdón es que salí a dar una vuelta con Alex y no me fije la hora pero prometo que no volverá a pasar, además no perdería de nuestra tarde juntos ni por nada del mundo ¿o tu si?-le dije todo muy rápido, pero creo que me entendió
-no, eso estaría mal está bien que sea la última vez ya pensaba que no vendrías más.
-eso jamás abuela la paso muy bien contigo y nadie nos quitara nuestras tardes de telenovela ¿okay?
-okay, pero ya entremos que ya empezó la telenovela.

Después de aclarar el malentendido entramos a la casa y nos dispusimos a ver la telenovela que por cierto estaba muy buena, pero como siempre todo lo bueno se tiene que terminar y por última vez le volví a pedir perdón por el no haber llegado mucho antes.

-mañana te prometo que estaré aquí a la hora puntual-le dije sincero.
-no te martilles la cabeza con ese tema ya lo hablamos y te entiendo a mí también se me olvidan las cosas, pero no pasa nada solo fueron unos minutos después.
-si eso lo sé, pero yo no quería solo se me paso la hora, pero ya enserio mañana si llego temprano para recompensar el haber llegado tarde, eso sí lo puedo prometer y cumplirlo bien.
-¿es que acaso tu no trabajas o estudias?
-si trabajo y si estudio pero estoy de vacaciones por un tiempo aun me queda un tiempo para terminar la carrera.
-¿se puede saber en que estas trabajando?
-como servicio doméstico.
-ya veo, eres como una nana.
-si se podría decir que es eso.
-no, no se podría decir eres una nana ¿y de quien se podría saber?
-de Alex vivimos al otro lado de la calle nos conocimos el día que me estabas persiguiendo.
-¡yo sabía!-me grito-sabía que te habías escondido en alguna de las casas ese día estaba a punto de entrar, pero para tu suerte me comporte como toda una dama.
-pero si estuviste gritando un buen rato.
-estaba molesta tenia mis razones.
-no era para tanto.
-según tu no lo era, pero volviendo al tema ¿Por qué estás viviendo con ella?
-porque yo se lo pedí y ella me dejo.
-así de sencillo.
-si yo también me sorprendí ese día pero luego le pregunte y me dijo que no veía a una persona mala en mí y que a cambio de vivir en su casa tendrá que trabajar para ella.
-esto es más emocionante que lo que acabamos de ver ¿no lo crees?
-al parecer a todos les parece interesante la historia de cómo nos conocimos.
-es normal creerlo.

Luego de esa larga conversación me fui en dirección a mi casa veo la hora en mi teléfono mientras camino recién eran las siete de la tarde Alex ya debió  haber llegado a la casa, pero mi sorpresa es más grade al ver la casa con todas las luces apagadas y todo tal cual como cuando nos habíamos ido al parque. Entro en la casa para ver si está adentro y así es la televisión está encendida pero sin ningún rastro de vida por alguna parte de la casa.

Voy a apagar la televisión y la veo recostada en el sillón de la sala durmiendo ¿Por qué no habrá ido para arriba? Seguro bam bam le causó algún problema que la canso, me dirijo hacia el segundo piso de la casa para buscar una manta porque quizás si la muevo un poco despierte. Al tener la manta me dirijo al sillón le quito los zapatos y le pongo una almohada debajo de la cabeza para que este mas cómoda al finalizar eso la tapo con la manta y salgo de la sala para dirigirme a mi habitación no tenía planeado hacer algo asi que solo me quede viendo televisión un rato hasta que me dio sueño y me acurruque en mi cama para poder dormir cómodo.  

Un Idiota Entrando En Mi Casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora