sustos, pintura y tienes razón

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Narra Caleb

Era de día, dulce y linda mañana el sol era cálido el cielo despejado los pájaros cantaban por todos lados el viento era solamente una brisa suave, siempre he dicho no soy bueno para mentir pero cuando estoy solo me salen de maravilla las mentiras.

Esa es la mentira más falsa que he dicho en mi vida, el cielo era un horror estaba nublado corría un viento fuerte y helado no tenía ganas de salir de la casa y no lo iba a hacer ni por qué me pagaran. Quería arreglar la casa pero no la parte central yo me iba a ir a un extremo, limpiaría el sótano.

(Música de susto tan, tan, tan)

Quería un espacio único y viéndole el lado positivo a todo esto de vivir en casa ajena además del techo para vivir, la comida y el internet gratis pero manos a la obra. Me dirijo al sótano y comienzo a limpiar y a ordenar todo lo que en él se encontraba.

Pero necesito música, así que me puse los audífonos y coloco la música.

Narra Alex

Que siesta me pegue ayer, pero me la merecía siento la casa extraña no la siento como normalmente esta algo malo está pasando y yo sé que es y solo tiene un nombre ¿Por qué siempre tiene que ser Caleb el que hace algo con respecto a la casa?

Me abrigo porque ciento un frio mucho más grande que los días anteriores se sentía mucho silencio doy gracias a dios por no encontrar olor a quemado, tampoco siento ruido en la cocina. Quizás y me preocupe demás, pero mis esperanzas se esfumaron cuando siento que alguien está cantando en el sótano de mi casa.

Por favor señor que no sea ninguna criatura extraña que quiera hacer alguna brujería en la casa te lo suplico. Me armo de valor y bajo hacia el sótano, incluso antes de abrir la puerta lo escucho cantar this is me de camp rock pero la versión en español. Tenía que admitirlo cantaba tan bien que me daba pena interrumpirlo pero como siempre la curiosidad me gano, fui hacia donde él y le hable.

-hey Caleb- le dije a un tono normal al parecer no me escucho por que siguió cantando.
-Caleb-ahora se lo volví a repetir pero en un tono más fuerte.

Ya que no me respondía y creo que ni siquiera estaba escuchándome hablar y no entiendo como si estaba al lado de él, me acerco un poco más y le toco el hombro para que se percatara de que estaba ahí. Y para que decir esto si esta demás, si el grito y muy fuerte.

-mendiga hija de tu mamá-dijo el dándose media vuelta con la mano en el corazón.
-hey cuidadito con mi mamá no te metes imbécil-le dije alzándole el tono para que el vea que estoy hablando en serio.
-si no quieres que me meta con tu mami, no llegues y me asustes de ese modo niña, casi me das un infarto.
-hey no es para tanto solo fue un pequeño susto-le dije lo más inocente que me podía salir el tono de mi voz.
-¿un pequeño susto? Tu consideras aparecer de la nada a un susto pequeño, no te entiendo sabes. Me pudiste provocar un infarto o algún shock temporal ¿estas consiente de eso?
-por favor no exageres solo fue un pequeño susto y eso además yo te hable antes y tú no me contestaste es más ni siquiera me escuchaste por estar con la música lo suficientemente fuerte para que no me escucharas entrar.
-ahora la culpa es mía, es que tú no tienes dignidad Alex, aquí el problema lo empezaste tu ¿sabes por qué? Tú fuiste la que me asustaste yo solo escuchaba música mientras que ordenaba este precioso y espacioso lugar.
-tú no te vengas a hacer la victima que ambos tuvimos la culpa y ni te atrevas a decir otra vez que yo tuve la culpa.
-ahora tú te estás haciendo la víctima, además ¿Qué haces limpiando mi sótano?
-estoy buscando la mina de oro que me indico mi mapa del tesoro invisible-me respondió el sarcásticamente.
-acaso tu no entendiste que no puedes ser demasiado sarcástico en esta casa-le volví a repetir lo que le había dicho la noche anterior.
-mujer yo soy así no me puedes quitar el sarcasmo de un día para otro y para que sepas jamás dejare de ser sarcástico por mi propio bien.
-¿Por qué?
-me pondré filosofo un momento, porque el sarcasmo es mi única defensa.
-sacaste la frase de teen Wolf- le afirme mientras me reía levemente.
-quizás sí, quizás no.
-yo digo que si ¿te ayudo a limpiar?
-bueno y ¿a que se debe esta ayuda devocional hacia mi persona en el día de hoy, nos alteró el clima de  esta mañana?
-no, solamente te ofrecí ayuda pero si no la quieres me puedo ir a seguir durmiendo-le dije mientras me daba la vuelta y me dirigía a las escaleras.
-no, quédate y así me ayudas a saber que sirve y que no para ir votándolo a la basura.
-buena idea.

Espesamos a buscar entre las cosas que habían ahí, y mientras el buscaba por el lado contrario al mío yo buscaba en las cajas y de repente me emocione al ver lo que contenía aquella caja que tenía en mis manos.

-no puede ser-dije en voz alta para llamar la atención de Caleb.
-¿Qué encontraste?-pregunto el mientras se acercaba a ver lo que yo encontré en la caja.
-esto-le mostré los tarros de pintura en aerosol que tenía la caja-ni me acordaba que los tenía.
-¿acaso tu pintas?-me pregunto el confundido.
-lo hacía, lo deje después de un tiempo por el trabajo.
-revisemos los que tienen y los que no y los vamos votando.
-está bien tú la mitad y yo la otra.

Nos pusimos a buscar cuales contenían pintura y cuales estaban vacíos y los íbamos votando a la basura.

-Alex creo que a este no le queda-me dijo mostrándome un tarro de color azul.
-a ver préstamelo-lo agite levemente y oí que si tenía pintura en su interior-si le queda Caleb ten guárdala.
-yo sigo diciendo que no tiene nada en su interior.
-ya te dije que si le queda, además ya te mande guárdala que nos servirá para después.
-que no le queda.
-Caleb quieres ver si le queda ¿no es así?-el solamente asintió.
-yo digo que no tiene pero sé que en este momento tu perversa mente está ingeniando una forma de demostrarme de que si tiene y que todo lo que me dijiste sobre que si tenía pintura en su interior es real y eso involucrara un momento doloroso o humillante para mí y no quiero que eso pase por eso te creo y no te seguiré cuestionando-dijo demasiado rápido y cuando termino de hablar respiro onda y muy bruscamente.
-está aprendiendo pequeño Caleb-le dije dándole algunas palmaditas en la mejilla y sonriéndole.
-si lo sé-me respondió el con voz de un niñito como cuando le dices que tiene razón en algo.

Un Idiota Entrando En Mi Casa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora