Estaba sentada en la mesa de la sala del Joaco con la Pati, estos hueones estaban peleando por no se que hueá, pero ya me tenían chata tanto que hablaban, ya me dolía la cabeza.
—Paren su hueá cabros culiaos, me va a explotar la cabeza por culpa de ustedes hueón– dije bajandome de la mesa donde estaba y me iba, pero un brazo me detuvo, era el Joaquín.
—No te vayai po', vamos a dar una vuelta aunque sea, porque no te e visto en todo el día.
—¿Y ahora? Chamullento– le dije cruzandome de brazos.
—Estaba conversando con la Patricia, esto se va a seguir conversando en la casa– miraba a la Pati, mientras nos íbamos para afuera de la sala.
—Que eris peleador Joaquín– dije abrazándolo por la cintura mientras cambiábamos.
—¿Porque mientes? Yo no soy peleador.
—¿Como que no? Te gusta huebear a la Pati, todo para que se enoje– le dije apretándole los rollitos.
—Me duele, ¿vamos a la biblioteca?
—¿Qué me queris hacer cochino?– dije soltándolo y dándole la mano.
—No te voy a violar si es lo que piensas, quiero ir a buscar un libro po'.
—Estoy que te creo.
—¿Me vas a acompañar o no?– me solto de la mano y me miró.
—No te vayai a enojar por eso Joaquín.
—¿Si o no?
—Ya, si hombre, si.
—Esa es mi Cata– y me volvió a dar la mano, caminamos a la biblioteca, por ese pasillo, nunca, literalmente, nunca anda nadie, siempre esta vacío, este algo quiere hacer.
—Ya, te espero afuera.
—¿Y tu me creiste que yo venía a buscar un libro?– se puso a reír y se sentó en el suelo, o el hueón.
—Joaquín.
—Digame– me dijo y me miro.
—Te gusta hacerme enojar.
—Callate y sientate– me agarro de la mano y me hizo sentarme.
—No me callo po', pero me siento– le dije riéndome.
—Quedate en silencio, ¿no vei que nos van a pillar?
—Que malo estoy haciendo– dije colocando mi cabeza en el hombro del Joaquín.
Estuvimos harto rato en silencio, pensé que el Joaquín se había quedado dormido, lo miré y tenia sus ojitos cerrados, me acerqué a su cara pa' darle un beso en la frente, pero el abrió los ojos y me sonrió.
—Te amo– me agarró la cabeza y me dio un beso.
—Yo también– y le tiré un beso.
(...)
—Que paja hueón– me dijo la Laura, la Laura es una mina piola, es compañera del Joaquín, así que ella le echa el ojo al otro, por si me engaña.
—Lo mismo digo– le dije haciéndome un moño.
—Oye, ¿vamos a carretear?– pregunto la Pati.
—¿Y en donde?– pregunto la Laura.
—Deberás que el Antonio se iba a rajar con carrete este finde– dije yo.
—¿Quién chucha es el Antonio?– pregunto la Laura.
—Un hueón de nuestro curso, ¿vamos?– dijo y preguntó la Pati.
—Ya po', que día y a que hora.
—Es el sábado, acá en el colegio, a lass, nueve– dijo la Pati mirando su celular.
—Ya po', nos juntamos todas a las nueve acá en el colegio– dije yo.
—Dale– dijeron la chiquillas al unísono.
Ojalá la semana pase rápido.
(...)
—Oye Jaime, ¿hagamos la hueá que hicimos a principio de año?– estaba al lado del Jaime y se acerco el Lorenzo a hablarle.
—Dale– no tengo ni la menor idea de que van a hacer, pero el Lorenzo bajo.
—¡OYE JAIME RE CULIAO!– le gritó el Lorenzo de abajo.
—ACÁ ESTOY, ¿!QUE PASA TONTO RE CULIAO!?– le gritó de vuelta el Jaime al Lorenzo.
—¿VAMOS AL CARRETE DEL TOÑO EL SÁBADO?– que son ahueonaos.
—¡YA PO' CONCHETUMARE!– le gritó el Jaime con entusiasmo, justo lo estaba mirando la vieja Hilda.
—¡Señor Retamal y Señor Fuentes, a mi oficina ahora!– dijo la vieja Hilda.
—Ojalá no manden a la chucha el carrete por culpa de estos hueones– dijo la Laura.
—Ojalá po'– dije yo.
(...)
Ya era sábado y la vieja Hilda no suspendió el carrete, así que estamos daos' pa'l éxito.
—¿Vieja puedo ir a un carrete que harán en el colegio después?– le preguntaba el Nacho a la Tía.
—Si anda nomás.
—¿Puedo ir yo papá?– mi apa me miró súper raro– ¿Qué tengo?
—No nada, es que... me dijiste papá.
—No me quedaba de otra po'.
—Anda nomás, pero vuelven juntos– me dijo mi apa.
—Ya– dijo el Nacho.
Terminamos de tomar once y yo subí a cambiarme la ropa, vi la hora y eran las ocho y media, me cambie rápido la ropa y me fui pa' el colegio.
Llegue y ahí estaban las chiquillas, pero había una tercera persona, la observé muy bien y era el Joaquín, fui corriendo a abrazarlo y me tiré encima de el como koala.
—Hola mono– dije abrazándolo por el cuello y dándole un piquito.
—Hola guagua– me bajé y le dí la mano.
—Si van a pololear todo el rato, mejor nos vamos nosotras, chai– y se fueron.
—Puta que la hicieron corta, si yo venía a la fiesta con ellas.
—Yo venía con los hueones que vienen en la esquina– me dí vuelta y venían como diez hueones.
—Wena cabros, ella es mi polola– los miré a todos, ninguno se me hacia conocido.
—Holi jaja, ya me voy yo, voy a buscar a las chiquillas.- le dije y le dí un piquito– chao chiquillos, cuidenme al Joaquín.
Y me fui a buscar a las chiquillas, las cache al tiro, porque se estaban pelando con unos hueones de cuarto a la entrada.
—Wenaza– dije yo y estas me miraron.
—Porfín dejaste de pololear, ya vamos a bailar– dijo la Laura.
—¡Chao Jolu!– se despidió la Pati, este no dijo nada, solo asintió.
De fondo se escuchaba Soy peor de Bad bunny y con las chiquillas empezamos a cantar y bailar, estuvimos como una hora ahí bailando, a mi me había dado calor así que fui al baño a mojarme la cara, estaba disponible el baño de hombres, así que fui y me lave la cara, en una escuché unos gemidos de un hombre que chucha, después escuché que empezaron a hablar.
—No pari Jana– esa voz la conocía, fui directo a ese baño donde estaban haciendo quizás que hueá, la hueá estaba cerrada, así que me fui al de al lado y puse la linterna y alumbre al lado, la mina le estaba haciendo un oral al hueón, el cabro miro para arriba y...
—¿Joaquín?
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Maricona culia...
Ficțiune adolescențiChao a todos los hueones, te odio Joaquín culiao.