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-Tu mamá nos ha traído palomitas, Joshi.

Mierda; voy llegando de batallar buscando la pijama más cubierta que encontré, y ahora me sale con que tengo que comer.

-Gracias... Pero no quiero. Estoy lle-Satisfecho.

En momentos así te das cuenta de que eres un grandísimo idiota que ni mentir sabe hacer bien. O bueno, que miente tanto que ya no sabe hablar sin mentir, cualquiera de las dos.

-Eso no es cierto, Josh.-me miró serio- ven, siéntate. Pongamos películas.

Me senté a su lado, temeroso. La pijama me quedaba tan floja que si levantaba mi mano, la manga caía hasta mi codo.

-Pero es que de verdad no me gustan las palomitas.

-Solo cállate y come, ¿Estás de acuerdo?

No tenía solución, esto no tenía solución. Si me negaba una vez más sospecharía el doble de lo que lo hace ahora.

Asentí, y tomé con la mano temblorosa un puño de palomitas. Pegué mi puño al pecho, y comí una palomita.

Me sentí tan, tan mal.

Y tan gordo.

Y así pasamos el resto de rato, de palomita en palomita, de caloría en caloría. No preste atención a la película por idear formas para evitar comer, pero ninguna daría resultado. Tyler era listo.

-¿Dónde dormiré?

Eso no lo pensé. Se me hacía curioso que justo ahora en la televisión estaba pasando una escena gay, y a Tyler se le ocurría preguntar eso.

-Hum... No lo sé.- me encogí de hombros, dejando disimuladamente las palomitas de mi mano en el tazón.- Creí que mi mamá había arreglado todo eso.

-Prácticamente solo me invitó a quedarme; no dijo nada sobre de dónde dormiría.

Esa mujer...

-Si no te molesta...

-¿Puedo dormir contigo? ¡Claro! ¡No tengo problema!

-No, ¿Qué? Espera... Eso no fue-

Y el chico ya había salido volando a cambiarse la pijama.







...

El morado le va bien a tu piel.

...

¿Sabes que me dijeron? Que te has portado... Mal, cariño.

...

Vamos a volver al morado, negro.

DIRTY | TyshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora