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-Buenos días amiguito pitufo.

Sonreí.

Nunca había despertado con una sonrisa, o sin lágrimas como mínimo.

Nunca había despertado sin unas permanentes ganas de matarme.

Desde ese día, hasta hoy.

-Buenos días.

Miré su perfil perfecto frente a mi; estamos de frente.

Vaya situación embarazosa ¿No? Me sonrojaría, pero me duele la cara.

-¿Qué quieres hacer hoy?

Desayunar no, al menos.

-Podemos ir a desayunar.

-Ah, sí. Gran idea.- cerré los ojos y me giré, quedando de espaldas a él.- Pero yo opino que aún es muy temprano, ¿No?

-Mm... Sí.- podía jurar que hizo una mueca.- Entonces vayamos al parque.

-¿Al parque? ¿No es aún más temprano para eso?

-Nah, son las 8 de la mañana, y es Domingo. ¿No es un buen día para salir al parque?

-Claro...

Me levanté como todos los días, y cerré las cortinas para que la luz de las mañanas no irrumpan en mi penumbra.

¿La única diferencia?

El estúpido de Tyler.

-Hey Josh, es malo que pases tanto tiempo a oscuras. Te arruinarás la vista.

Mejor para mí.

-Da lo mismo; mi habitación es azul, aún si está todo apagado se ve claro.

-Mhm.- y al parecer le valió mierda lo que dije, porque abrió mis cortinas.- ¿Lo ves? Así puedo verte mejor.

-¿Y deberías estar feliz por eso? Doy asco-se quedó callado, mirándome, sin expresiones. Me incomodé, ¿Ahora qué hice?- No es que mi rostro sea el más bonito que ver...- y seguía con esa misma expresión, sólo que con el ceño ligeramente fruncido.- Está bien, ya. Lo sé, soy horrible; no lo tienes que decir tu, yo ya lo dije.

En un movimiento más rápido de lo que pude predecir (y evitar), el chico de delgados rasgos me abrazó.

Me abrazó, y empezó a llorar.

A llorar.

-Mierda Tyler, ¿Ahora qué hice? Lo siento... -le abracé más fuerte y él ocultó su rostro en mi cuello a pesar de tener que agacharse un poco.- lo siento, ¿Si?, Perdón... Deja de llorar...

-Deja de hacerlo... -susurró en mi cuello, a penas audible.- Deja de hacer todo...

-... ¿Hacer...qué?...

-Deja de matarte, Josh...








...

Aunque no lo creas, no me gusta que sufras....... No, ¿A quién engaño? Lo único que no me gusta es que te quejes... Sería genial cortarte la lengua.

...

Vamos a jugar un juego, ¿Estás de acuerdo? Perfecto.

...

Por cada gemido, chillido, queja, lloriqueo, sollozo, grito... Etcétera, etcétera, que salga de tus labios, yo personalmente meteré esto en ti. Créeme, pedazo de mierda, que no quieres descubrir al final.

...

Te vienen de maravilla los cristales, ¿Verdad?

...

De todas formas si se rompen dentro, alguien te los tendrá que sacar. O no, qué se yo. Suerte.

DIRTY | TyshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora