No importa lo que todos digan; yo ya no veo otra escapatoria.
Las puertas se cerraron. La única palabra con lógica y esperanza para mí empieza con "s" y termina con una navaja.
Sí.
El suicidio no es una buena opción; es la última que queda.
-¡Hey Josh! No te había visto, ¿Qué tal?
Es Viernes, y te valí mierda toda la semana, ¿Tú qué esperas?
-Mh, bien, ¿Y tú?
-¡Bien, de maravilla! ¿Cómo te fue en las calificaciones?
Guardé silencio, y a él pareció no importarle mucho. Sólo quería irme.
-A mí ¡Estupendo! -dió un brinco, y celebró.
¿Se está burlando?
Comencé a caminar más rápido, intentando alejarme. El pasillo estaba lleno así que mi idea no dió resultado.
-Hey Josh... ¿Qué tienes?-me detuvo del hombro.- ¿Te molesté?
Vaya hipócrita cara de niño inocente, Joseph.
-No, y no te importa.
Intenté volver a irme, pero ¡Estúpidos estudiantes! ¿Acaso no tienen nada mejor que hacer? Las clases terminaron, ¿Pueden irse a la mierda?
Unas lágrimas de rabia querían escapar de los ojos, así que los cerré y puse mis manos en la cara; disimulando estrés, creo.
-Josh... ¿Qué tienes?
¡Déjame, hipócrita?
-Nada. ¿Quieres dejarme ya? Teng~o cosas que... -y mi voz se quebró, intenté arreglarlo, pero terminé mal.- Ya ddéjame.
Mi mente se puso en mi contra, y me hizo recordar. Tiempo incorrecto, lugar equivocado.
La rabia y la tristeza se juntaron, creando un mar de horrores en mis ojos.
Al parecer ver a Tyler me hería el doble.
-¿Josh, estás bien? -guárdate tu maldita preocupación para tí mismo, imbécil.
Los pasillos escolares se vaciaron, dejándonos solos.
-¿Estás bien? -repitió.
Negué lentamente, y solté una risa sarcástica, que más que eso sonó a un gemido de dolor.
El silencio reinó por unos segundos, hasta que yo con coraje quité mis manos de la cara. Seguramente mi rostro estaba hinchado y rojo, pero ya no había nadie importante que me viese.
-No... Tyler, no estoy bien.- lo miré y sentí como unas lágrimas resbalaron por mi mejilla. Con voz temblorosa, continué- ¡¡No estoy jodidamente bien!!
Tyler pareció espantarse, pero no por eso me iba a detener.
-¡Es más, estoy de la mierda! Sí, así es, no puedo con esto ¡No puedo!... ¡No puedo contigo! Mierda... -Mi rostro mostraba molestia y enojo, pero mis lágrimas delataban lo destruído que estaba.- Si no te importé desde un maldito principio, ¡No hubieras hecho todo esto!
-¿Todo esto? ¿De qué hablas? -su voz también comenzó a temblar.
-¡De esto!- miré su semblante "preocupado", y lo señalé- ¡De eso! No te importo, deja de fingir. Sé que doy lástima, ¡Lo sé! Pero no por eso tienes que acercarte y luego alejarte... -solté un sollozo involuntario-... Duele, ¿Sabes?... Duele, porque creí que de verdad le importaba a alguien...
Vaya ridículo que había armado, a pesar de que solo éramos él y yo, después de esto no podré verlo a la cara.
-Josh... No...
-No digas nada Tyler. Sólo, ya no te me acerques, ¿Puedes? Me lastimas más... Me haces ver esperanza que no hay.
Me dí la vuelta, no podía seguir viendo su expresión. Una vez que él no pudo ver mi rostro, solté un suspiro y dejé que las demás lágrimas cayeran. Las iba deteniendo con las mangas de mi suéter, pero parecían no detenerse.
-Josh... Mírame...
No lo pensé dos veces y comencé a caminar hacia la salida. No quiero verlo, no quiero... Maldito hipócrita. Si no le importé durante una semana, ¿Por qué habría de importarle ahora?
Y él actúa como si no me hubiese evitado.
-Josh... Ya sé lo que haces.
Me detuve en seco.
-No sé de qué hablas, yo no hago nada.
-Sí, sí lo haces. Ven aquí.
-No soy un maldito perro.
Y seguí caminando, huyendo de mis problemas. Abrí la enorme puerta de cristal de mi escuela y salí. Me aferré a la correa de mi mochila, y caminé hacia mi casa.
Por unos segundos creí que Tyler me seguiría, pero no. La realidad es cruda, al igual que las personas.
Y como en toda la semana, Tyler tomó otra ruta, evitándome completamente.
...
Me has dado tanta pena, que quizás piense en no cerrar la puerta estaba vez.
...
Ya das lástima, cariño.
...
Estás tan roto.
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DIRTY | Tysh
FanfictionLas secuelas que deja una violación, llegan más allá de los límites en psicología y cortan más profundo que simples cicatrices.