DIRTY | Tysh

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Un silencio absoluto reinaba en aquella casa homicida. Todos de negro parecíamos personajes de un mal chiste que nunca debió ser contado.

Todos ya habíamos quedado secos de lágrimas, todos excepto una mujer y un hombre que habían ansiado este día como ninguno. Sin embargo, los que llegamos a conocer a maravillosa persona aún desde antes, estábamos abatidos totalmente, hechos mierda para ser precisos. Todos nosotros arrepentidos y dolidos, haciéndonos preguntas como "¿Por qué no me dí cuenta?" O "¿Por qué no hice nada?". Después de todo, todos aquí conocíamos su situación y nunca hicimos lo necesario para ayudarlo.

-Tyler .-me llamó con hipocresía en su voz la mujer de insensata maternidad- Josh te ha dejado algo en su habitación. Una carta.

Asentí para no ser maleducado, y me levanté de mi rincón caminando hacia las escaleras. Por cada paso que daba, un dolor punzaba en mis entrañas. Tal vez si no me hubiese alejado, Josh no abría quedado en su última opción. Tres días tarde para darme cuenta de eso.

La yema de mis dedos se posó adolorida en el pomo plateado de su puerta, y la abrió lentamente.

Su habitación con la luz encendida y las cortinas recojidas fue mi primer impresión. Agradezco que la navaja y los papeles llenos de sangre ya no estuvieran ahí.

Un poco molesto fuí a cerrar las cortinas y a apagar la luz; A Josh no le gustaba así, y su mamá parecía aún no entenderlo. Maldita mujer.

Mis pasos dentro fueron los más dolorosos, recordé la primera vez que entré: él estaba realmente mal, y no lo aceptaba. Ese día hablamos muchísimo... mejor dicho, hablé. Josh no se sentía listo para hablar y yo lo entendía. Sonreí al recordar su sorpresa al proponerle ser mejores amigos.

Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Me senté en los pies de la cama y miré que en la almohada yacía acostada una bola de papel. Cerré los ojos dejando caer las lágrimas al recordar como lo abracé aquella noche; como sentí su pequeño cuerpecito junto al mío. Recuerdo que ese día creí que si adelgazaba más desaparecería, pero, ahora sé que no.

Me estiré y tomé la bolita de papel en mis manos, la abracé  por unos segundos. No la quise abrir, para nada. Tengo miedo de lo qué pueda contener, tengo miedo de que sea mi culpa.

Mejor la abriré en mi casa, que si la leo aquí, corro el riesgo de seguir los mismos pasos que mi mejor amigo.

"Mejor amigo", porque cualquiera que me hubiese visto mirándolo habría dicho que estaba enamorado de él.

...

[El día de hoy fue encontrado el chico de 16 años, Joshua William Dun, en una fábrica abandonada en el norte de la ciudad. Se cree que el chico fue raptado al ir en busca de trabajo, desesperado.

El chico ahora se encuentra estable, en un hospital en el centro de Ohio, rehabilitándose. El pequeño sufrió de maltratos inhumanos. El expediente médico indica huesos no muy relevantes rotos, heridas en el abdomen, quemaduras graves de cigarro en zonas genitales, cortadas causadas con vidrios rotos en el área del recto, maltrato violento en lo que es el rostro en general, mandíbula rota, desnutrición de alto grado, entre otros.

Dicen que el chico soportó el mismísimo infierno en 8 días, después de esto necesitará ayuda exterior al hospital y esas cosas.

Aún están buscando a las "personas" culpables de este terrible crimen, sin éxito por el momento.

Esto ha sido todo por hoy...]