Real Wild Child

Chapter 20: Sad but true

La noche estaba más fría que de costumbre, o al menos así la sentía ZhouMi mientras caminaba hacia el Karaoke que regentaba su jefe. La Tríada solía reunirse en ese discreto lugar para beber y planear la siguiente jugada contra la Kkangpae. No le apetecía en absoluto ir, no después de haber conectado de una forma tan íntima con Heechul. Cada vez se sentía más asqueado de esa vida, corriendo peligros innecesarios por una causa que nada tenía que ver con él: aún así le debía lealtad a Hangeng y pasaría el resto de sus días cobrándola. Abrió la puerta de la habitación que su jefe le había indicado. Estaba oscuro, aunque se veía lo suficiente como para distinguir la orgullosa silueta del chino mayor y a un cabreado Jungsoo recorriendo la habitación dando grandes zancadas. Cerró las puertas tras él y tomó asiento en uno de los sillones de cuero.

-¿Te lo has pasado bien?- una sonrisa burlona adornaba el rostro del jefe de la Tríada.

Hangeng no solía hablarle en coreano por lo que intuía que quería que el otro se percatase de la conversación. Asintió brevemente, sin ganas de hablar de su encuentro sexual.

-¿Le has pagado?- se giró hacia el coreano que lo miraba con los ojos desencajados por la cólera

-Si

-¡Mierda!- bramó con furia- No me puedo creer que siga haciendo tratos con KangIn

-Seguro que es su topo y lo usa para sacarte información- ahí estaba de nuevo el chino, hurgando en la herida

-Deja de hablar, me estás sacando de quicio- rogaba con voz temblorosa el mayor bajo la imperturbable mirada del mafioso- Es imposible, yo confío en Heechul.

-ZhouMi, repítele a nuestro amigo cómo te lo has follado a cambio de una jugosa cantidad de dinero...

El aludido se sintió asqueado por la forma en que frivolizaba la situación con el objetivo de desestabilizar al coreano. Se limitó a guardar silencio, no le apetecía ser partícipe de aquello.

-Tú has estado estos días en el pub vigilando a KangIn, debes saber de primera mano si se trae negocios con Heechul

La mirada suplicante de Jungsoo le dio lástima. Le estaba pidiendo silenciosamente una escusa para seguir creyendo a su mejor amigo.

-No he visto que se cruzasen en ningún momento- no era mentira pero, por la expresión de Hangeng, sabía que debía adornar la historia- Aunque, ¿por qué tendría sexo por dinero en el pub? ¿No se supone que ya está alejado de la Kkangpae? Ha tomado todo el dinero de mi cartera como si fuese una puta de lujo.

El chino mayor asintió complacido, viendo como Jungsoo terminaba de desmoronarse.

-Me metí en esta mierda con la condición de que mataseis al violador de su padre y resulta que es un traidor...- los ojos parecían querer salirse de las órbitas y la vena de su cuello se marcaba por el enfado.

-No te equivoques- le interrumpió Hangeng- Estás con la Tríada porque la otra opción era estar contra nosotros, y eso no te convenía... Queremos ver muerto a KangIn y colaborando será más fácil. Pero recuerda que eres un peón, totalmente prescindible, así que ahórrate el drama de amigo compungido y ten sangre fría. La amistad está sobrevalorada, te pegan la patada en cuanto no les sirves. Tu amigo es una puta, lo único que sabe es follar, ¿cómo crees sino que se costea ese lujoso apartamento? Lástima que vaya a desperdiciar su talento cuando asesines a KangIn, es un auténtico dios del sexo.

-¿Qué va a pasar ahora con el grupo?

-Actúa como si no supieras nada. El concierto que daréis en el pub es el anzuelo perfecto para KangIn. Querrá verte, conociéndole estará en primera fila para marcar territorio y que te acobardes. Tienes que seguir adelante sin importar qué. De tu amigo ya se encargará ZhouMi. Cuando todo este tema esté resuelto, tú decidirás si quieres matarle por traidor, me importa una mierda lo que hagas después de nuestro trato.