¡Hijo de... su mamá! ¿Hicieron algo? ¿Te hizo algo? ¡Lo mataré!

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31.

Gruñí. Y lo miré. Me sonrió.

 -Me da igual. Todos serían unos buenos primeros besos. Hasta sobre el bote de basura seria lindo -dije agitada.

 -Para mí no. Sé... que cuando lleguemos a un restaurant lindo o a la playa pensarás que era mejor esperar y besarnos allí. Y no quiero que eso pase.

 -Pero, luego pensaré que da lo mismo. Y que fue lindo de todas formas.

 -Pero no puedo hacerlo.

 - ¿Por qué?

 - ¡Quiero que sea bueno, maldita sea! ¡Pondré pétalos de rosas por todos lados! ¡Te llevare a cenar a la playa! ¡Algo bonito y romántico como en las películas! ¡Quiero que nunca lo olvides!.

Sonreí bobamente.

 -Si lo dices de ese modo...

Río.

 -¿Está loca? -Siguió acariciándome la mejilla.

 -Yo sigo pensando que unos besos no le hacen daño a nadie... -murmuré. Rio y el soplido de su risa me golpeó la cara.

 -Duérmete. -me abrazo un poco.

Ok. Será impulsivo pero tome la iniciativa y me acurruqué en su pecho. Olía demasiado rico. El primero se quedó quieto y luego me pegó más a él.

Sonreí y me quedé dormida.

32.

Nota: Prepara te para viajar a la fascinante mente de Ian.

**Ian**

Tomé las llaves y toqué la puerta de Bianka

- ¡Oye! ¡Voy a salir! -di unos suaves golpes en su puerta.

- ¡LARGO! ¡DEJAME DORMIR, CARAJO! -ella es tan linda en las mañanas.

Me acerqué al cuarto de Ann. To qué la puerta y nadie respondió. Iba a volver a tocar cuando una agitada Ann salió. Abrió la puerta de un golpe y me dio directamente a la nariz.

- ¡Hola! -dijo con voz chillona y nerviosa.

- ¡Diablos! ¡Arruinarás este bello rostro! ¡Insensible!-le reclame que pudiera perder la nariz - ¿Hola?-dije dudando. Qué diablos le pasa a esta chica. -. Solo iba a decir que voy a salir.

-Ok, que te vaya bien. -cerró la puerta.

- ¡Oye! ¡¿Qué estás haciendo?!

Abrí la puerta de un golpe y vi a un chico en su cama con pijama. Ann me sacó a patadas. No literalmente. Eso hubiera dolido.

- ¡No te di permiso para entrar! -susurró.

- ¡Hijo de... su mamá! ¿Hicieron algo? ¿Te hizo algo? ¡Lo mataré!

- ¡No me hizo nada! Y no hicimos nada -suspiró con tristeza -. Solo hemos dormido.

-Mira, yo he "dormido" con muchas otras chicas...y en esas ocasiones, si sucede ALGO.

- ¡Qué asco! ¡No quiero saber tu concepto de dormir! Pero, no sucedió nada.

- ¿Nada? Te escuché jadear cuando saliste. Eso hace pensar mal a cualquiera.

-Nada -dijo cortante. Ok.

Asentí.

-Bien, linda. Tengo que irme -le di un beso en la frente -. Volveré temprano.

- ¿A dónde vas?

-Estoy aburrido. Iré a dar un paseo.

- ¿Ian? -dijo en un susurro.

- ¿Si?

-Tengo hambre. ¿Puedes traer algo?

-Puedes cocinar algo, ¿no? -puso un cara de cachorrito. Ay. ¡Diablos! ¡Manipuladora! -.Ok, pasaré a algún lugar.

Sonrió y me besó la mejilla. Y entró al cuarto. No dejé que la puerta se cerrara y la atoré con mi pie.

-No quiero que "duermas" con él.

-Solo DORMIRÉ. Tu mente pervertida no debería de pensar en eso. Solo dormir.

"A mi vecino le tengo ganas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora