Cap. 2:
6 horas después, Bianka había llegado (Sí, soy un poco exagerada. Llegó 15 min. Después).
- ¡Maldición mujer! ¡Tardas mucho!-. Abrí los ojos exagerando un poco más mi afirmación. Ella río.
- ¿Ya salió Matt?
- ¿Sabes? Enfatizaste demasiado su nombre-Dije levantando repetidas veces las cejas. Ella solo se sonrojó y río coqueta.
- ¡Hey, es sexy!- Dijo como si esa fuera la respuesta a todos los enigmas del universo.
-Sí, claro. SOLO es sexy...- Deposité un poco de sarcasmo. Ok, MUUUCHO sarcasmo -Enfatizaste la palabra "solo".- Ambas reímos.
- ¿Quieres que vaya por palomitas? Ya sabes, para ver el espectáculo...
-Yo morí. No podía respirar de la risa.¡¿Qué clase de loca-pervertida-anormal es mi amiga?!
-Ok, ve. ¡Picarona!- Dije dándole un pequeño empujón. Reímos, hasta que todo nos dolía. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
- ¡Ahí esta!- Chilló Bianka
- ¡Mierda, mujer! ¡Me vas a dejar sorda!- Me tape los oídos por el fuerte grito de ese ser humano insensible que no piensa en la salud audicular de los demás... ¡Diablos! ¡Ya sueno como mi abuela!
- ¿Ann? Tierra llamando a Ann... ¡¡¡REACCIONA!!!- Bianka me agitó fuertemente. ¡¿ESTA CHICA QUIERE MATARME?!
- ¡¿Qué?!
- ¿Conoces a ese chico de ahí? Es que entró a la casa de Matt...
-No, no lo conozco...
-¡Pero me encantaría conocerlo! Estaba observando a un dios griego esculpido a mano, un chico perfecto. Moreno, precioso, con unos risos tan desordenados en un afro por el cual me encantaría pasar mis dedos. Y se veía que hacia ejercicio... tenía unos brazos. No era muy alto per... era... ¡hermoso! ¡Simplemente perfecto! Es... es..... ¡Wow! ¡Que chico!
- ¡No puede ser! ¿Ann? ¡¿Ann?! ¡YA! DESPIERTA! ¡¡¡ESTAS LLENANDO TODO DE BABA!!!
- ¿Qué?- No tenía ni la menor idea de todo lo que estuvo diciendo Bianka en la media hora en la que observe a ese morenazo sexy. Espera. Se dio la espalda y... ¡¡¡¡oh, tenía buen culo!!!! ¡Ahora él es el número 1!
- Dame palomitas...- Dije.
-Ya no hay, ve a comprar
- ¡Mala! ¡Eres una tragona! Te lo acabaste todo...
-Mientras tú veías a, el chico de buen trasero.- interrumpió mi frase defensiva. Oh, rayos. ¡Me descubrió!
- Ok, ya voy. ¿Acompáñame?- puse cara de perrito
-Oww, ¡ya que!
- ¡Gracias! ¡Te amo!
-Cuando te conviene...
-Vamos a pasar por enfrente de la casa de Matt...
-Apúrate, Ann. ¡¿Qué esperas?!
- ¡Wow! ¿Desesperada? ¿Ella? ¡¡Nooooo!! ¿Cómo crees?