Tú Me Hipnotizas - #NaruHina #SasuSaku #ShikaTema #NejiTen Y Más [PAUSADA]

Capítulo 20

—¡!S-Sueltame!! —gritó enfurecida y aterrada.

—Tranquila, nena, ¿no quieres divertirte un buen rato? —preguntó pasando una mano por su cintura.

Hinata tembló y se estremeció.

—Escuche decir a la señorita que la soltarán. —Una tercera voy se escuchó entre las sombras.

—No te metas, tío. No es asunto tuyo —dijo el que no la estaba agarrando acercándose a él.

—Quizás a mí no... —dijo el azabache.

El chico acercó su mano a él. El azabache reaccionó velozmente, lo cogió de la muñeca y la torció.

—Dejame terminar... —dijo con tranquilidad—. Quizás a mi no, pero a él puede que le importe mucho —dijo mirando detrás del chico.

Una sombra se acercó a gran velocidad a lo lejos.

—¡Sueltenla! —El rubio se lanzó sobre quien cogía a Hinata y le dio un fuerte golpe en el rostro.

Él le respondió y le dio otro. El azabache se encargó del otro.

Naruto le reventó el labio inferir y le dejó el ojo morado. Luego le dio otro golpe que impacto en su mandíbula. El chico cayó.

Naruto ya calmándose, se acercó a Hinata con preocupación y la miró de arriba a abajo.

—¿Te encuentras bien? —preguntó cogiéndole el rostro entre sus manos.

—Sí. No me hicieron nada, gracias a ustedes —dijo y vio al joven que estaba por allá.

—No debí de dejarte venir sola.

—¿Por qué volviste?

—Te olvidaste tú móvil. —De su bolsillo trasero de su pantalón sacó el teléfono.

—Oh. Gracias.

—¿Estan bien? —Se acercó el azabache.

—Sí... —Lo miró— ¡Oh, Itachi!

Hinata los miro.

—¿Se conocen?

—Sí. Ayer nos conocimos en un puesto —relató Itachi.

—Oh.

—Soy Itachi.

—Hinata.

—Un gusto. Pues yo me tengo que ir —dijo y se acercó a Naruto—. Debiste de acompañarla, baka.

Él sonrió.

—Me voy a casa. —Ni que tuviera una...

Y se fue alejando y desapareció.

—Te acompañó. Y no acepto un no por respuesta —dijo Naruto y Hinata asintió.

Caminaron hasta la casa de ella. Se despidieron con un beso en la mejilla y Naruto se fue.

(...)

Los días transcurrieron rápidamente y solo quedaba una semana para el termino de clases.

—¡Oh, Dios! ¡Necesito unas vacaciones urgentes! —gritó una castaña estirándose.

Cuatro amigas se encontraban almorzando en la azotea, como siempre.

—Ya lo sabemos, TenTen. Todas lo necesitamos —dijo una pelirrosa.

—¡Sí! Oigan, ¿qué harán para las vacaciones? —preguntó Ino.

—Yo estaré con la insoportable de mi "hermana-muñeca-oxigenda" —dijo Sakura formando comillas con sus manos.